Política

La amnistía, peligro a cuatro bandas

Después de que el juez Aguirre decidiera prorrogar la investigación del caso Volhov, Junts per Catalunya optó por frenar la tramitación de la Ley de Amnistía. Destacamos cuatro posibles peligros de la tramitación de una Ley que hace tambalear los equilibrios políticos y judiciales del Estado.

Bajo el lema “No en mi nombre. Ni amnistía, ni autodeterminación” su objetivo era movilizar un máximo apoyo ciudadano contra los pactos de investidura’/Pol Rius.

“Después de la tormenta siempre viene la calma”, cantaban los Estopa, aunque parece que la lluvia no acaba de amainar en el país de la eterna (des)construcción. Ayer era el día en que supuestamente comenzaba la tramitación de la ley de amnistía con los apoyos de Junts per Catalunya, Bildu, ERC, Unidas Podemos, Sumar y el PSOE. Pero la providencial reaparición del “patriota” juez Aguirre (a cargo del caso Volhov) lo empantanó todo, y Junts per Catalunya, siempre a la espera de poder dar algún golpe de efecto que los distancie tanto del PSOE como de ERC, decidió frenarla.

Esto implica que el contenido actual de la ley vuelve a la Comisión de Justicia para un nuevo debate, en el cual se incorporan las enmiendas que no han tenido éxito hasta ahora, como la propuesta por los independentistas conservadores para eliminar la mención al terrorismo en el texto. Aunque el plazo máximo para emitir un nuevo dictamen es de un mes, la Mesa del Congreso tendrá que decidir, posiblemente en las próximas horas, si lo acorta a 15 días al considerarlo de carácter urgente. Todavía hay margen, por lo tanto, para aprobar la ley de amnistía y profundizar en la reforma democrática del Estado, dos caras diferentes de una misma moneda.

España vive instalada en una inestabilidad profunda de la cual no somos del todo conscientes, porque el interés de la sociedad en este tema es mucho menor que el que tienen los políticos, los jueces y policías, y porque Pedro Sánchez tiene la piel de cocodrilo y es capaz de surfear toda ola. Aun así, la situación es de una fragilidad considerable. La posibilidad de la amnistía se ve tensionada por cuatro puntos cardinales, cada uno de ellos con la fuerza suficiente para hacerla caer. Son los siguientes:

El PSOE dentro del PSOE

Quien se haya movido por el mundo de la política sabrá que el peor enemigo del político profesional milita en su propio partido y comparte sus ideas. Las luchas fratricidas se intentan tapar con sonrisas falsas y con declaraciones institucionales ambiguas, pero cuando ya es demasiado tarde explotan de manera incontrolable. Esto mismo le está pasando al PSOE a través de dos figuras de peso dentro del partido: el expresidente Felipe González y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Dos hombres que con sus discursos avivan la disidencia interna y agrandan la brecha dentro del partido, con un relato muy similar al de la derecha de PP-VOX. A la actual Ejecutiva le irá bien si logra buenos resultados en los próximos comicios: Galicia (18 de febrero) y Europa (9 de junio). En caso contrario, la amnistía se les puede hacer una bola demasiado grande para tragarla.

Junts per Catalunya

El partido de Puigdemont es el miembro díscolo dentro de la alianza de partidos que llevó a Pedro Sánchez, de nuevo, a la Moncloa. Evidentemente, Junts per Catalunya quiere la amnistía, porque solo así lograría justificar haberle dado apoyo “a los del 155” y poner la alfombra roja para el retorno de Puigdemont.

El peligro es que al tensar demasiado la cuerda pueden llegar a romperla. El PSOE sangra cada vez que le tienen que dedicar unas palabras diplomáticas o un gesto de acercamiento a Puigdemont, ya que el PP practica una política de tierra quemada y el aparato mediático de Madrid se apunta encantado. Además, la proximidad de las elecciones autonómicas catalanas (febrero de 2025, si no se adelantan) mantendrá a los políticos de Junts per Catalunya con la necesidad de distanciarse de sus “colegas” independentistas de ERC.

La rebelión de los jueces

Los jueces Manuel García-Castellón y Joaquín Aguirre —que instruyen la causa Tsunami Democràtic y la causa Volhov respectivamente—, han decidido, a riesgo de cometer un delito de prevaricación, hacer de la toga una capa y convertirse en activistas políticos. Siguiendo los pasos del expresidente Aznar, las actuaciones “patrióticas” de dos jueces están contribuyendo a hundir la credibilidad de un sistema judicial que ya se encontraba en horas bajas. Así, ni 48 horas antes de la votación en el Congreso de los Diputados, Aguirre acordó prorrogar la investigación por seis meses más bajo el pretexto de que de las informaciones desprendidas en la causa podrían encajar en los supuestos excluidos de la amnistía, y dio una entrevista a una televisión pública alemana donde explicaba las supuestas vinculaciones del independentismo con Vladímir Putin.

Con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) caducado desde hace cinco años, la aparición de jueces free-riders demasiado sospechosos de comulgar con las ideas de la cúpula del Partido Popular, dificultan la aprobación de la amnistía y, de rebote, perjudican aún más la imagen de uno de los principales poderes del Estado.

El Estado y sus cloacas

Si avanzamos en el viaje al centro del Estado se llega a su núcleo. El centro del Estado no está formado por hierro ni por magma, sino por un grupo limitado de funcionarios que se adjudican la patria potestad en la defensa de los intereses del Estado.

Nada más peligroso que un grupo de personas que se sienten por encima de cualquier principio legal y de legitimación democrática y que no se someten al escrutinio público. Los núcleos de los Estados —de todos los Estados— son profundamente antidemocráticos. Que este poder se haga visible revela, por un lado, su debilidad, pero, al mismo tiempo, es precisamente entonces cuando es más peligroso.

Este artículo ha sido publicado originalmente en ‘Catalunya Plural’.

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Comentarios
  1. De vuelta a la paz y al silencio de los cementerios, a aquellos tiempos de «extraordinaria placidez», que decía Mayor Oreja refiriéndose al franquismo.
    Estoy con vosotrxs, lxs catalanxs que quereis divorciaros de esta España. Yo también quiero divorciarme. Sois un ejemplo, pioneros.
    DEROGAREIS LA LEY PERO NO LA MEMORIA.
    Tal y como decidieron las derechas que gobiernan en Arago?n, el pro?ximo di?a 15 de Febrero, jueves, en el Pleno de Las Cortes de Arago?n, PP y VOX consumara?n la derogacio?n de la Ley 14/2018 de Memoria Democra?tica de Arago?n.
    Lo hacen con un tra?mite forzado, por el sistema de lectura u?nica, que impide la participacio?n de la ciudadani?a en audiencias legislativas y recorta la intervencio?n de los grupos parlamentarios.
    La Plataforma de Accio?n por la Memoria en Arago?n junto a asociaciones memorialistas de las 3 provincias aragonesas, desde que se conocieron las intenciones del Gobierno que preside el Sr.Azco?n, ha exigido y reclamado el mantenimiento de la Ley que quieren derogar. Ahora, una vez confirmado que la derogan, hace un llamamiento a la movilizacio?n ciudadana para defender la necesidad de una Ley de Memoria Democra?tica, para denunciar este recorte de derechos democra?ticos que van a sufrir las vi?ctimas del franquismo y para reclamar una poli?tica de Memoria Democra?tica que se base en los principios de Verdad, Justicia y Reparacio?n y que este? acorde con los convenios internacionales sobre derechos humanos y cri?menes de lesa humanidad que han sido ratificados por Espan?a.
    Como primeras acciones de protesta y reivindicación, lanzamos un manifiesto abierto a la ciudadanía en general y a las organizaciones políticas, sindicales, sociales,…, al que pedimos la adhesión y, al mismo tiempo, convocamos una concentración, ante el Palacio de la Aljafería, sede de Las Cortes de Aragón.
    Invitamos a la ciudadanía a rechazar la tergiversación de nuestra historia y los mensajes que niegan, minimizan o legitiman el franquismo y la dictadura y que no condenan un régimen de terror que dejó decenas de miles de víctimas.
    La Memoria democrática no es cuestión de derechas o izquierdas. Es un derecho democrático de la ciudadanía, que debe garantizarse desde el reconocimiento de la verdad histórica, que debe sentar las bases de un futuro digno que de voz al silencio impuesto durante décadas.
    http://pama.org.es/wp-content/uploads/2024/02/Manifiesto.pdf
    Comunicar adhesión a secretaria@pama.org.es

  2. «hay una parte de la España obtusa e intransigente que ve con recelo, cuando no rechaza abiertamente, la posibilidad de la amnistía e, incluso, la idea misma de negociar con el independentismo. Son los mismos que imponen cuáles son las líneas rojas del Estado porque, de hecho, siguen pensando que el Estado que heredaron del franquismo es suyo y debe seguir rigiéndose por acuerdos de élites fraguados hace décadas bajo la sombra de amenaza de las fuerzas de la dictadura. Resulta por lo demás sorprendente, por no decir paradójico, que fuera de Catalunya se trate de equiparar el irrespeto a la legalidad existente de parte del independentismo con su supuesta falta de legitimidad cuando, precisamente, el conflicto catalán surge de la crisis de legitimidad del orden constitucional español en Catalunya y más allá». (Arantxa Tirado – De Amnistías y legitimidades)

  3. Firma para exigir un alto el fuego inmediato en Gaza. Tu firma sí puede salvar vidas.
    Pedimos a la Unión Europea y a la comunidad internacional que no permitan la vulneración de los derechos humanos de millones de personas; que exijan el cumplimiento del derecho internacional humanitario y que demanden un alto al fuego inmediato y permanente para poner fin a los ataques contra la población civil y levantar un asedio que está dejando sin agua, alimentos, refugio y bienes básicos a la población de la franja de Gaza.
    Firma esta petición para exigirle a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España y a Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, que hagan todo lo posible para poner fin a la crisis humanitaria sin precedentes que se está viviendo en Gaza. No en nuestro nombre.
    Confiamos en el poder de las personas. Tu firma SÍ puede salvar vidas.
    https://www.oxfamintermon.org/es/firma-crisis-gaza

  4. Por desgracia, la política ha sido convertida en partidos no ideológicos si no en partidos futboleros. Y así los penaltis se niegan dependiendo de qué partido haya cometido la falta. La supuesta democracia en la que nos movemos lo único que ha hecho, puesto que no está bien planteada, ha sido dividir. Y ya se sabe…divide y vencerás.
    Esta es otra forma política fracasada.
    Ya el poder se encarga de que fracase. Empezando por l@s jueces que olvidaron que JURISPRUDENCIA significa JUSTICIA Y PRUDENCIA.

  5. Pues parece que es verdad que el político profesional tiene a sus peores enemigos en su propio partido.
    Cómplices ya no de terrorista sino de genocidas son el poder judicial opusfranquista del reino del bien atado, leales siervos de la oligarquía económica y política más cerril y genocida. Muy acertado el artículo. Si no estáis prevenidos con los medios de comunicación os harán amar al opresor y odiar al oprimido, dijo Malcolm X. Viendo el horror de estos tiempos y la escandalosa tergiversación que hacen de las guerras, de los conflictos de los problemas, que razón tenía!

  6. Tras leerme el artículo de hoy de D. Javier Pérez Royo en «elDiario.es»
    he entendido perfectamente que Junts, sabiéndose a salvo de que, (con amnistía o sin ella) el señorito de Waterlóo y los acusados de terrorismo y traición no corren ningún riesgo de ser condenados por el TS, van a aprovechar esa impunidad para tocar las narices al gobierno, a ERC y a todos nosotros para ganar visibilidad e intentar sacar tajadas (electorales, mediáticas y personales).
    La única duda que me queda es, si les convendrá hacer caer al gobierno ahora, o preferirán intentarlo en vísperas electorales.
    Afortunadamente, si los ciudadanos (incluidos los catalanes «desafectos» a Junts) no somos demasiado necios, tendremos la ocasión de dejarles electoralmente con el culo al aire; Primero el 8 de junio en las europeas y, sobre todo, en las siguientes catalanas, dentro de más o menos un año.
    O, incluso, si obligan a un adelanto electoral, en unas elecciones generales anticipadas que les dejen en la irrelevancia parlamentaria.
    Saludos.

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