Sociedad
Esta portada de ‘Mongolia’ no es delito, es libertad de expresión
La Justicia archiva la causa contra la revista por la portada que evocaba un Belén navideño, denunciada por Manos Limpias.
La Justicia acaba de exculpar a Darío Adanti y Pere Rusiñol, editores de la revista Mongolia, de ofender los sentimientos religiosos, un delito por el que fueron imputados tras una denuncia de Manos Limpias.
Lo que motivó la demanda fue la portada de la citada revista de diciembre de 2022, en la que se evocaba un Belén navideño en el que el niño era el habitual emoticono de la caca que se utiliza en los teléfonos móviles, y con el texto: “¡Ha nacido el hijo de Dios! ¡Igualito al Padre!”.
El titular del juzgado de instrucción número 12 de Barcelona deja claro que bromear sobre el portal de Belén está amparado por la libertad de expresión, puesto que es “una crítica a una festividad de una gran relevancia social”, tal y como se apunta en el auto que ha desvelado la Agencia EFE.
Y añade que la intención fue “criticar, negar o resaltar la irracionalidad intrínseca a lo que son dogmas de fe, con mayor o menor acierto y acerbos términos”.
Las querellas contra ‘Mongolia’ y el ascenso de Vox
Darío Adanti y Pere Rusiñol declararon el 26 de julio de 2023. «Las querellas contra Mongolia son un ejemplo más del aumento del acoso contra el humor y la libertad de expresión por parte de grupos ultracatólicos en los últimos años, envalentonados por el ascenso de Vox”, denunció entonces la revista en una nota de prensa.
La citación, además, coincidió con la presentación de Libertad de impresión, un libro editado por Mongolia que recopila varias de las causas en los tribunales que en los últimos años “han pretendido amordazar la libertad de expresión«. «El humor se está convirtiendo en una práctica de riesgo en España”, añadían desde Mongolia, además de mostrar su temor de que ese peligro se agravase si la ultraderecha conseguía unos buenos resultados el 23-J.
Hay jueces que son jueces, quiero decir que no trabajan para el Opus o para el PP.
Gracias mil a estos jueces que ejercen su profesión con honestidad.
¿Si hacen una piñata con la cara del muñeco y caramelos dentro seguirá siendo libertad de expresión?