Sociedad
Llamamiento ciudadano por la democracia: “Parece mentira tener que reivindicarla en pleno siglo XXI”
La idea parte de 100 personas de diversos ámbitos que pretenden que germine en una concentración el 25 de enero en Sevilla.
“A veces no vemos las cosas cuando están muy cerca”, afirma Antonio. “Estamos profundamente alarmados”, añade Federico, sentado en una silla a su lado. Raquel insiste en su preocupación por las imágenes vistas en los últimos tiempos. En la mesa faltan Pilar y Mercedes, que no han podido acudir porque están enfermas. Y Juan no sale de su asombro: “Parece mentira que estemos reivindicando esto a estas alturas”.
Esto, lo que une a todos estos ciudadanos y ciudadanas en diciembre de 2023, es la democracia. Fue, también, lo que unió hace más de 40 años a la ciudadanía para acabar con la dictadura. Saben de lo que hablan. No porque lo hayan leído o estudiado o escuchado, sino porque lo han vivido, que es como suelen aprenderse las cosas que no se olvidan. Las paredes del lugar en el que han convocado a la prensa también podrían hablar –y mucho– de lo que hace años allí aconteció: “Aquí se luchó por la libertad y los derechos de los trabajadores y las trabajadoras de Sevilla”, dice Antonio desde la calle Morería, histórica sede del sindicato del metal. Hoy acoge la Fundación Memoria y Futuro del Trabajo, de CCOO, y este “llamamiento ciudadano” por la democracia.
“Los acontecimientos en los últimos tiempos, con algunas manifestaciones extemporáneas desde la institución judicial, militar, y lo que se ha llamado ‘cloacas del estado o estado profundo’, los símbolos y proclamas predemocráticas expresadas en concentraciones en la calle y a la puerta de partidos políticos, etc., nos están llevando a la ciudadanía alarmada por esta deriva a dar un paso adelante en la defensa de una democracia homologable a los países más avanzados de nuestro entorno UE”, explican. El resumen es rotundo: «La democracia está gravemente amenazada». Lo que parece, destacó Antonio, un anacronismo en pleno siglo XXI.
La idea parte de 100 personas de diversos ámbitos –catedráticos, profesoras, amas de casa, jornaleros, periodistas…– que pretenden que germine en una concentración el próximo 25 de enero en Sevilla, después de las Navidades. Y la idea es que sea la ciudadanía, sin siglas, sin partidos, sin cargos, sin banderas de ningún tipo, la que diga basta ya, hasta aquí hemos llegado. Que sea la ciudadanía la que ponga a fin a esta deriva “deslegitimadora de las instituciones, de los gobiernos”, como denunciaron en la mesa, y reivindique la democracia como lo que es, el espacio común en el que se puede expresar la discrepancia, sin amenazas, sin insultos, sin odio. Habrá una sola pancarta, con un mensaje sencillo: «Por la democracia».
‘Lawfare’ y ‘mediafare‘
“En este país es más fácil ser fascista en libertad. Lo difícil es ser libre en dictadura. Y quien dice que hoy vivimos en una dictadura no solamente miente, es un estúpido. Si alguien hubiera dicho hace 55 años que habría que colgar a Franco por los pies le hubieran caído una panda de hostias y, como mínimo, 20 años de cárcel. Se acaba de decir en esta ‘dictadura’ y no ha pasado nada”, resumió Antonio. Que es, además de Antonio, Antonio Rodrigo Torrijos, exteniente de alcalde en Sevilla con IU y uno de los perjudicados por el lawfare hace más de una década, cuando el término más cercano que se usaba para referirse a la cacería judicial y mediática era la “pena de telediario”. Un informe del Consejo General del Poder Judicial y otro del Consejo de Estado reconocieron en su caso –cuatro causas que quedaron en nada– un funcionamiento anómalo de la justicia.
Juan, que además es Juan Tortosa y es periodista, insistió en la complicidad de los medios para hacerlo posible: la justicia y los medios, lawfare y mediafare. Y aprovechó, salvando las distancias, para poner el ejemplo de Chile en los años de dictadura, cuyo pueblo votó este domingo contra la nueva propuesta constitucional abanderada por la extrema derecha: “Yo entonces estaba estudiando periodismo. Chile es el ejemplo del lavado de mente de la ciudadanía por parte de los medios, de cómo la dictadura se cargó medios que no se dejaban influir, como el desaparecido Clarín”.
El llamamiento, que puede firmarse en peticion.es, lleva casi 600 adhesiones. «Todo comienza con un ruido y termina echando humo desde los campos de concentración», concluyó Federico ante la «gravedad» de la situación.
Que vivan los/las viejos luchadores. Que vivan muchos muchos años, con su lucidez, su fuerza de voluntad, sus altruistas ideales, con muchas batallas a las espaldas, saben de que hablan. aunque te tengo que decir, Antonio Rodrigo, que a la democracia aún se la espera en este país, los últimos demócratas la reclaman desde las cunetas. Pablo Hasel, por citar sólo un ejemplo, está encarcelado en la prisión de Ponent en Lleida por cantar la corrupción de los Borbones.
De acuerdo que no es la dictadura franquista; pero ésto democracia no es. Ni lo será nunca si la gente no despabilamos y no luchamos por la justicia en todos los ámbitos.
Por otra parte estamos sometidos, cientos de miles de necios sometidos entusiásticamente, a la dictadura del capital, la más genocida y destructora de todas las dictaduras habidas y que se mantiene gracias a la manipulación mediática de los medios siervos. No le llameis democracia, por favor.