Internacional

La necropolítica israelí contra Palestina

"El Estado de Israel ha podido aplicar la biopolítica con más facilidad con la población de la Franja de Gaza, a la que ha mantenido sitiada por tierra, mar y aire, y sobre la que decide cuándo vivir y cuándo morir", analiza Isabel Pérez.

Un palestino junto a los cadáveres de sus familiares tras el ataque al hospital Al Ahli de Gaza, en el que murieron cientos de civiles. MOHAMMAD ABU ELSEBAH / DPA / REUTERS

En alguna ocasión leí en árabe: «Los niños que tiraban piedras ya han crecido». Se refería a los jóvenes que durante la segunda Intifada palestina salían de sus institutos y escuelas y, en lugar de volver a casa, se unían a las manifestaciones contra la ocupación, se atrincheraban como podían y tiraban piedras contra los soldados israelíes. En 2006, ya mayores de edad, votaron por primera vez y lo hicieron al partido liderado por Hamás, una facción islamista con brazo militar que criticaba duramente los Acuerdos de Oslo de 1993.

El ataque de las milicias de Hamás del 7 de octubre que acabó con la vida de 1.200 personas, muchas de ellas mientras disfrutaban de un festival de música en plena festividad judía de la Simjat Torá, no se sostiene con justificación alguna, pero allí comienza la injusticia informativa: 1.200 israelíes asesinados, entre militares y civiles, ocupan mucho más espacio en la agenda mediática que un bloqueo inhumano e ilegal contra una población durante 16 años y sus respectivas ofensivas, con sus muertes, sus desplazados y sus consecuencias en la economía.

Es cierto que el sangriento método con el que Hamás ha cometido dicha carnicería cumple con los cánones que los medios necesitan para el espectáculo, pero hablamos de Hamás, una facción que no ha dejado de repetir que las autoridades israelíes «solo entienden el lenguaje de la violencia».

Si los niños que tiraban piedras han crecido y hoy son ya cabezas de familia, si aquellos que en 2014 sobrevivieron a otra operación militar a gran escala y vieron muerte y destrucción sin que los criminales de guerra israelíes dieran cuenta de ello en la Corte Penal Internacional son hoy lo suficientemente fuertes y adultos como para empuñar un arma, ¿por qué habrían de creer en las negociaciones de paz? ¿Por qué confiar en la comunidad internacional?

La fortaleza de Hamás estriba, precisamente, en sus filas, y hoy por hoy la Franja de Gaza tiene una media de más de 560 nacimientos al día. La biopolítica está muy relacionada con el racismo y puede estudiarse junto con los fenómenos del (post)colonialismo y, más precisamente, con el movimiento sionista que ha destruido la estructura social de una tierra, la Palestina histórica, esto es, Israel y los territorios palestinos ocupados de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental.

Es un concepto que surgió en la década de 1920 y que el filósofo y teórico social francés Michel Foucault definió como el estilo de gobierno que regula a las poblaciones a través del biopoder, una estrategia de poder para gobernar la salud de las personas, su reproducción, sus nacimientos y sus muertes. El Estado de Israel ha podido aplicar la biopolítica con más facilidad con la población de la Franja de Gaza, a la que ha mantenido sitiada por tierra, mar y aire, y sobre la que decide cuándo vivir y cuándo morir. En la presente ofensiva, el Ejército israelí está aplastando a la población civil: es la necropolítica israelí, es una limpieza étnica.

Limpieza étnica a cámara lenta

Edificios destruidos en la Franja de Gaza vistos desde la frontera con Israel, el 15 de octubre de 2023. AMIR COHEN / Reuters

El movimiento sionista fue responsable de las matanzas y la expulsión del pueblo palestino durante la Nakba, en mayo de 1948. Entonces, unos 750.000 palestinos tuvieron que huir de sus hogares en la Palestina histórica, una cifra de desplazados que se está superando en estos momentos en la Franja de Gaza. En 1948, como indica el historiador israelí Ilan Pappé, «el pretexto perfecto para implementar la visión ideológica de una Palestina étnicamente limpia» fue el estallido de los enfrentamientos de los palestinos como respuesta a la decisión de la ONU de dividir Palestina entre un Estado judío y un Estado árabe. Ahora el pretexto perfecto es el ataque de Hamás.

De entonces a hoy, la táctica colonial de limpieza étnica que sufre el pueblo palestino ha tenido dos puntos álgidos de aniquilación –término que usa la portavocía israelí–: mayo de 1948 y octubre de 2023, pero entre ambos años su aplicación ha sido a cámara lenta, evitando las críticas más contundentes de la comunidad internacional. Ha ocurrido, claramente, con la Franja de Gaza, considerada la prisión al aire libre más grande del mundo.

La Franja de Gaza tuvo un aeropuerto internacional que fue inaugurado en 1998 y para cuya construcción España aportó 31 millones de euros. En el año 2000 fue, sin embargo, bombardeado por el Ejército israelí y dejó de operar. De los seis pasos fronterizos en la Línea Verde con Israel, solo tres están abiertos y dos están bajo control total de las autoridades israelíes: Beit Hanun-Erez, al norte de la Franja, uniéndola con Israel y el resto de territorios palestinos ocupados, es un paso para personas V.I.P. (agencias internacionales, periodistas extranjeros acreditados en Israel) y pocos casos de urgencia médica; el segundo es el paso de Karem Abu Salem/Kerem Shalom, para material de construcción, combustible y otros productos industriales, todo ello bajo fuertes restricciones israelíes tal y como apunta la ONG israelí Gisha, creada en 2005, el mismo año que el gobierno israelí llevó a cabo su plan de retirada unilateral de la Franja, y cuyo fin es proteger el derecho al movimiento de la población gazatí.

El paso de Rafah, para viajeros palestinos, es el tercero y está controlado por las autoridades egipcias. En los últimos años, la administración ha llevado a cabo reformas en el sistema de salidas, permitiendo un mayor flujo de viajeros, pero siempre con avales como ser residente en el extranjero, estudiante becado o paciente de cáncer. Hace años la Franja contaba con otras vías: los túneles de Rafah. En 2013, Egipto los destruyó, dinamitándolos o inundándolos con agua del mar. Esto supuso el fin de un sistema alternativo de salida y entrada de viajeros gazatíes, también de material de construcción o de vehículos. Las obras de nuevas casas se comenzaron a hacer con material reciclado, con los restos de casas bombardeadas, una opción que no tardó en agotarse y que tampoco permitió levantar más centros educativos para paliar el déficit de éstos.

El Estado de Israel no suministra, como ente ocupante y según la legislación internacional, los bienes y servicios básicos necesarios para la vida en el enclave costero, sin costes. Más del 80% de la población de la Franja sobrevive con la ayuda humanitaria, pero la Agencia de la ONU para Ayuda al Refugiado de Palestina (UNRWA) y las ONG –también israelíes– que trabajan en los territorios palestinos ocupados están siendo objetivo desde 2018, con el beneplácito de la Administración Trump, de una campaña de descrédito y difamación, acusándolas falsamente de apoyar a Hamás. Está orquestada por el lobby israelí y su objetivo final es, además de demonizar la causa palestina, la retirada de estas ayudas a la población. Una cooperante española, Juana Ruiz, ha sido víctima de esta campaña y ha pasado diez meses en una cárcel israelí por el hecho de trabajar para los Comités de Salud en Cisjordania.

Economía de guerra

La población gazatí sabe mejor que nadie cómo administrar su economía para sobrevivir porque desde 2006 está encerrada, bloqueada por tierra, mar y aire, pero la resiliencia se ha ido erosionando y resultaba cada vez más difícil hacer frente a los gastos de las necesidades básicas. En 2018, el Banco Mundial advirtió de un «inmediato colapso» de la economía gazatí. El creciente desempleo, sobre todo entre la población joven y las mujeres, o la debilidad de la producción industrial, tan afectada por la escasez de electricidad, se señalan asimismo en el último informe del FMI, de septiembre de 2023.

En estos momentos –el artículo fue escrito a finales de octubre– nadie puede acudir a su centro de trabajo, solo lo hacen en las panaderías o las reporteras y reporteros y las productoras de televisión palestinas afincadas en Gaza que están dando las únicas imágenes de lo que está ocurriendo. La UNRWA ha dejado de funcionar, a excepción de algunas personas de su plantilla que, a título más personal que profesional, están haciendo lo posible por organizar la llegada de desplazados a sus centros. Esta vez, a diferencia de 2014, están separando a mujeres y hombres por plantas porque tienen que colocar los colchones en el suelo pegados los unos a los otros, aprovechando el más mínimo recoveco.

En las casas se recoge toda el agua posible de los pozos –quienes los tengan– aprovechando media hora de suministro con motores generadores de electricidad para bombear y así luego repartirla entre allegados. Los alimentos en latas se guardan como última instancia, cuando ya no queda absolutamente nada, porque nadie sabe cuánto va a durar esta situación. En cuanto a la comunicación, muchos escriben mensajes de texto, sin usar las grabaciones de voz que consumen más datos de Internet, y los envían rápidamente desde zonas con conexión para apagar el móvil cuanto antes y consumir así poca batería.

Es difícil pensar qué será de la Franja de Gaza cuando la actual operación israelí finalice o prever cuáles serán las prioridades de la comunidad internacional: si reconstruir y seguir permitiendo el bloqueo israelí o poner fin a un proceso colonial en Palestina. Si ocurre lo primero, nadie está preparado para otros diez años en el infierno.

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Comentarios
  1. ISRAEL. Testimonio irrefutable de la quita de órganos a los palestinos (Video)
    La anatomista Meira Weiss admite que Israel se dedica a robar los órganos de los palestinos e inmigrantes: «No tocamos los cadáveres de los soldados israelíes, tomamos los órganos de otros, solían tomar los órganos de los cadáveres de palestinos y también de los inmigrantes y de los trabajadores extranjeros».
    La ONG Euro-Med Human Rights Monitor ha alertado este lunes de las «sospechas de robo de órganos» por parte de las Fuerzas Armadas israelíes y ha pedido una investigación internacional sobre la actuación de las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza. «La cuestión del posible robo de órganos de los cadáveres se basa en el testimonio de profesionales médicos de Gaza que han examinado algunos cuerpos después de haber sido entregados. Estos profesionales han encontrado pruebas de robo de órganos, tales como la falta de la cóclea o de córneas. También faltan otros órganos vitales como hígados, riñones o corazones», ha indicado la organización en un comunicado. La ONG asegura haber documentado la «confiscación» de «decenas» de cadáveres del Hospital Al Shifa y del Hospital Indonesio, en el norte de la Franja de Gaza, ahora bajo control israelí, así como de las inmediaciones de los «corredores seguros» señalados por las fuerzas israelíes como paso para que los civiles se desplacen hacia el sur del enclave. Además las fuerzas israelíes habrían desenterrado cuerpos de una fosa común que comenzó a utilizarse hace ahora diez días en el recinto del Hospital Al Shifa de ciudad de Gaza. Los propios sanitarios gazatíes han resaltado que la falta de determinados órganos constatada en un examen forense no certifica por sí mismo el robo de órganos, ya que esas personas podrían haber sido sometidas a cirugías antes de morir. Además, es imposible realizar un examen minucioso debido a la ofensiva militar israelí. Las propias autoridades sanitarias de Gaza han renunciado a realizar un recuento exhaustivo de los fallecidos ante el desmoronamiento de todo el sistema sanitario. No es la primera vez que acusan a Israel de utilizar cuerpos palestinos para extracción de órganos. La doctora israelí Meira Weiss escribió un libro que sostiene que los cuerpos palestinos eran utilizados para investigaciones médicas en universidades israelíes y se les extraían órganos para trasplantes para israelíes. En 2014 una investigación de una televisión israelí recogía la confesión de altos cargos sobre el uso de piel de palestinos e inmigrantes africanos para tratar a israelíes, incluidos militares israelíes con quemaduras. Una investigación de la cadena estadounidense CNN señaló a Israel en 2008 como uno de los principales centros mundiales de comercio de órganos humanos. La Cuarta Convención de Ginebra, de 1949, obliga a las partes en conflicto a respetar la dignidad de los fallecidos y prohíbe así el expolio, mutilación y trato irrespetuoso de sus cuerpos. Israel no es firmante de este tratado internacional. Euro-Med Human Rights Monitor sostiene que Israel retiene al menos 145 cuerpos de palestinos como resultado de la última escalada del conflicto y 255 cuerpos más en su Cementerio de Números, un cementerio situado cerca de la frontera con Jordania con acceso prohibido. La ONG destaca que es una práctica de castigo colectivo para las familias también prohibida por la Cuarta Convención de Ginebra. En particular para la cultura árabe-musulmana es fundamental enterrar a los muertos por su relevancia religiosa. (infobae)
    https://insurgente.org/israel-testimonio-irrefutable-de-la-quita-de-organos-a-los-palestinos-video/

  2. La necropolitica judeo- israeli- impulsada y financiada por Netanyahu, y el 80% de los israelies y Biden- contra el humilde pueblo palestino, debe ser llamada tambien, y mas correctamente: Genocidio, Guerra de Exterminio y Limpieza Etnica.
    Como dice la historiadora Agustine Branningam en su trabajo: «Criminology and the Holocaust:Xenofobia, Evolucion and Genocide», Crime and Delincuency, Vol. 44, La limpieza etnica es el mas letal de los crimenes. Y esos son los crimenes que Netanyahu y los suyos estan cometiendo, cualquier semejanza con los cometidos por los nazis no es casual. En efecto,como Nethanyahu ahora, Hitler, en 1934 promovio una campaña para crear ciudades » libres de
    judios». Ademas, los nazis crearon leyes para expropiar propiedades judias y pasarlas a manos Arias; cosa que es el fin ultimo de Netanyahu con Palestina. Al respecto, el Vocero del Parlamento Israeli- Knesset dijo hace poco que Israel debe quemar toda Gaza para terminar, de una buena vez, con los palestinos (y quedarse con su tierra). Los tipos como este, y los demas del partido de Netanyahu, han convencido a buena parte de los judios de que los palestinos DEBEN MORIR, que su aniquilacion es socialmente deseable, pues son inferiores, sub humanos y constituyen una molestia. Nazismo hitleriano- sionista- supremacista una vez mas.
    Es necesario aclarar que las politicas nazi- sionistas tipicas aplicadas contra niños, ancianos, mujeres y poblacion palestina, no se lleva a cabo por un capricho de Netanyahu, no. Lo que ocurre, es que,

    como buenos talibanes fundamentalistas religiosos, Netanyahu y sus judios sionistas -supremacistas, toman estas politicas destructivas como obligatorias, y se solazan con ellas, por que, esas son las instrucciones que les da su Dios Jehova al respecto. En efecto, Jehova, en el Antiguo Testamento, explicita y repetidamente, exhorta a los judios a la destruccion, a la muerte y al exterminio total, incluyendo niños, de los pueblos vecinos de Israel. El Antiguo Testamento es, pues, un tratado y la fuente del racismo, el supremacismo, la xenofobia, la intolerancia, el fanatismo, los discursos de odio y la justificacion plena de las operaciones de limpieza etnica practicadas por Adolf Netanyahu y los israelies contra el pueblo palestino (Juan Jose Sebreli, en » Dios en el Laberinto» Critica de las religiones, Ed. Sudamericana).
    Por tanto, podemos concluir que Netanyahu y sus judios- nazis son en realidad Talibanes del ISIS israeli y, como tales, han montado una Guerra Santa y de exterminio contra los palestinos, y si pudieran contra todos los demas arabes, Guerra Santa muy similar a la que monto Hitler contra los judios europeos.

  3. «Pedimos a todas las personas con conciencia viva que hagan gestos y que apoyen al servicio de Defensa Civil de Gaza»
    Es el nuevo mensaje del capitán Rami Al-Aidi, del parque de Bomberos de Deir Al-Balah en la zona central de la Franja de Gaza en respuesta a la denuncia colectiva que hicieron el pasado 31 de octubre las y los bomberos navarros. (vídeos)
    La semana pasada AraInfo se hizo eco de la campaña solidaria lanzada por cuatro bomberos de Zaragoza con el pueblo palestino y de la inmediata respuesta desde el parque de Bomberos de Deir Al-Balah, en la zona central de la Franja de Gaza. A raíz de estas publicaciones, han llegado decenas de mensajes a este Diario Libre d’Aragón, entre ellos el de la denuncia colectiva que hicieron el pasado 31 de octubre las y los bomberos navarros. En su mensaje, nos pidieron que hiciéramos llegar a Gaza el video que publicaron «para que sientan otro apoyo y que sepan que no nos olvidamos del pueblo palestino».
    La respuesta desde Gaza no ha tardado en llegar. «Pedimos a todas las personas con conciencia viva que hagan gestos y que apoyen al servicio de Defensa Civil de Gaza». Es el nuevo mensaje del capitán Rami Al-Aidi, del parque de Bomberos de Deir Al-Balah. «Nos falta de todo, incluso lo más sencillo, necesitamos material moderno para poder salvar el máximo posible de vidas. Hay personas que pasan más de 48 horas hasta que lleguemos a ellas. Si tuviéramos material nuevo podríamos salvar esas vidas», alerta el capitán de Bomberos.
    «Todo el material que tiene la Defensa Civil desde 2007 es material desgastado y antiguo. Desde el bloqueo hace casi dos décadas no hemos renovado el material. Hemos agotado y consumado el material, así que os puedo decir que a parte de los camiones estamos a cero. Pero nuestro personal está determinado y trabajamos en condiciones adversas para intentar salvar la vida de un niño o un anciano. Creo que el mundo ha visto las imágenes de nuestros equipos de bomberos, de rescate y primeros auxilios trabajando sin material, excavando con las manos o con material primitivo para salvar vidas por debajo de los escombros».
    «Trabajamos 24 horas al día. En los primeros días me fui con el equipo de primeros auxilios a la zona del este del campo de refugiados Al-Bureiy. Entre los muertos encontré mi hijo. Lo he portado y luego lo he enterrado. Ahora llevamos, no sé, 47 o 48 días, dormí en mi casa dos o tres noches, 4 o 5 horas solo cada vez. La situación es tremenda, es más grande que permitirme parar por la tristeza de la muerte de mi hijo», relata el bombero Ali Gaddumeh.
    «La última misión fue rescatar a gente debajo de los escombros de su casa. Necesitábamos excavadora, pero no podíamos traerla porque no hay gasoil. Ni siquiera hay gasoil para los generadores. La gente nos gritaba entre los escombros y no podíamos hacer nada. Nos pusimos a excavar con las manos, usando almádenas (martillos pesados) y cizallas. Es lo que hay. Hemos salvado a algunos, pero a otros no. Se murieron. No pudimos salvarles. Siguen debajo de los escombros y no podemos hacer nada. No tenemos ni electricidad ni material ni gasoil. No tenemos nada para romper el hormigón. Tampoco tenemos aparatos de teledetección. El material que tenemos es primitivo. ¡Es lo que hay!», añade Bara Abu Lebda, otro bombero.
    Muhammad Shishniya, responsable de logística en el parque de bomberos de Deir Al-Balah, cuenta a AraInfo que desde antes de la ofensiva de Israel que comenzó el pasado 7 de octubre, «estábamos haciendo llamamientos para ayudar con la escasez critica de material y maquinaria». «Necesitamos urgentemente vehículos especiales para el rescate, y para la extinción de fuego con el material pertinente. Nos faltan aparatos de teledetección para agilizar la localización de gente debajo de los escombros. Con grandísima dificultad intentamos localizar a las personas debajo de las casas destruidas. Necesitamos urgentemente espuma antincendios, camiones cisternas y grúas hidráulicas». «Agradecemos a todos los pueblos libres que apoyan al pueblo palestino, y especialmente a nuestros colegas bomberos», concluye.
    https://arainfo.org/pedimos-a-todas-las-personas-con-conciencia-viva-que-hagan-gestos-y-que-apoyen-al-servicio-de-defensa-civil-de-gaza/

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