Política

Sánchez, el improbable líder de la socialdemocracia europea

Mitterrand, Brandt, Soares, Papandréu, Palme... La Europa socialista va tornándose un páramo en el que ya solo brilla el presidente español, Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez, en el congreso del Partido Socialista Europeo celebrado en Málaga. PSOE

Castejón, uno de los apellidos de Pedro Sánchez, se parece a katejón. Es este un término bíblico, que significa «el que contiene», y que aparece en epístolas de san Pablo referido a un misterioso personaje, capaz de evitar la llegada del Anticristo: «Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo».

Carl Schmitt, más tarde, trasladó el concepto a la filosofía política. Hoy cuesta no ver un katejón en Sánchez: el que contiene, en España, la llegada del posmofascismo. Indudablemente, no solo la contiene él, sino la conciencia antifascista de todo un pueblo que acepta electoralmente, tapándose la nariz en ocasiones, que Sánchez sea el mascarón de proa de tal empresa; pero Sánchez atesora cualidades cruciales para su éxito. Es un killer en un país en el que proliferan los timoratos; y esa temeridad del apostante de riesgo está resultando valiosísima en esta desesperada batalla del siglo XXI, que allá donde se gana se vence como aquí: con goles, con triples baloncestísticos, en el último segundo del último minuto del partido

Pedro Sánchez, en la investidura. PSOE

Es Sánchez una suerte de centón de todos los presidentes españoles anteriores. Tiene la picaresca osada de Suárez, el hiperliderazgo intrapartidario de González, la vocación internacional de Aznar, el programa de Zapatero, la impasibilidad de Rajoy… y golpistas enfrente, amenazando su investidura, como Calvo-Sotelo. También, si se nos apura, la baraka de Franco. No hay muchos como él en el panorama internacional, y es por ello que ha acabado por convertirse en líder informal de una familia declinante: la socialdemocracia europea, para la que ya ni siquiera Iberia es toda ella una reserva espiritual, toda vez que hoy vemos caer a António Costa en Portugal, víctima de una extraña operación de tintes lawfarescos ante la cual hizo algo que Sánchez el pertinaz jamás haría: dimitir apresuradamente.

Por lo demás, crece a ojos vistas la impopularidad del anodino Scholz en Alemania, donde insurgen con fuerza los rojipardos de Sahra Wagenknecht; no hay katejón que valga en la Italia ya caída en las garras de los ultras; la izquierda francesa agoniza; Syriza entra en la barrena en la que ya estaba el PASOK; los laboristas arrasarán en Gran Bretaña según todas las encuestas, pero menos por los méritos del insustancial Starmer que por los calamitosos deméritos de los demenciados tories, y ayudados, también, por un sistema electoral irreal e injusto, etcétera. Sí hay líderes progresistas destacados en América, de Lula a Boric pasando por la dupla Biden/Sanders, pero la Europa socialista va tornándose un páramo en el que ya solo brilla el presidente español

El pasado día 10, un congreso del Partido Socialista Europeo celebrado en Málaga vino a consagrarlo definitivamente como ese líder inesperado del maltrecho socialismo europeo. Allá parecía Sánchez uno de esos casos que se dan a veces de gran futbolista condenado a brillar en una selección nacional mediocre: el Shevchenko de una Ucrania, el George Best de una Irlanda del Norte.

Ya apenas conocemos a los líderes socialdemócratas europeos, administradores concursales de una corporación antaño poderosa, cuyos nombres hay que buscar en Wikipedia; enanos incapaces de llenar el traje que un día se enfundaron François Mitterrand, Willy Brandt, Mário Soares, Andreas Papandréu u Olof Palme. Pero se va conociendo a Sánchez.

Estos días corre por Twitter, puesto en circulación por Bruno Maçães y pensado para el público estadounidense, uno de esos allignment charts en los que sendos ejes reparten cuatro cuadrantes, referente en este caso a las combinaciones posibles de posicionamientos en torno a la guerra en curso en Ucrania y la de la Franja de Gaza. Una sería el «antioccidentalismo», y allá aparece Lula da Silva como rostro ejemplar de la sensibilidad prorrusa y propalestina.

Otra, el «darwinismo» de los prorrusos y proisraelíes, representados aquí por la republicana estadounidense Marjorie Taylor Greene. Otra, el «occidentalismo» de los favorables a Ucrania y a Israel, representado en el gráfico por otra republicana estadounidense: Nikki Haley. Finalmente, el «universalismo» proucraniano y propalestino, y allá aparece Sánchez flanqueado por las banderas de esos dos países. El presidente del Gobierno español es ya, como puede verse, una referencia internacional.

Campa por sus respetos la iniquidad en un mundo que se precipita hacia el apocalipsis, pero, en España, disponemos, como tuitea Jónatham F. Moriche, de «un precioso tiempo comprado para apuntalar las defensas materiales, culturales y morales de nuestro país frente a la espiral geopolítica, económica y ecológicamente catastrófica que se va a tragar el mundo en las décadas por venir». Hay una lumbre en España.

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Comentarios
  1. EL ASESINATO DE OLOF PALME: ¿LA LARGA SOMBRA DE LA CIA? (VIDEO)
    Después del asesinato del ex primer ministro sueco Olof Palme, 37 años después, el misterio continúa. Con la emergencia de un nuevo testimonio por el psiquiatra Odd Greitz, surgen nuevas e inquietantes interrogantes: ¿Estuvo realmente Michael Townley, notorio agente de la CIA y asesino a sueldo de la dictadura pinochetista , involucrado en aquél crimen histórico? ¿Qué revelaciones surgen de este giro inesperado en una de las investigaciones más complejas y controvertidas de la historia moderna? ¿Cómo pudo llegar a convertirse un primer ministro socialdemócrata sueco en un auténtico peligro para determinados intereses políticos y económicos?
    Video documental «Michael Townley, confesiones de un asesino».
    https://canarias-semanal.org/art/35303/el-asesinato-de-olof-palme-la-larga-sombra-de-la-cia-video

  2. ¿Biden/Sanders? no me hagas reir, llamarles socialdemócratas a los sirvientes del capitalismo más inhumano, invasor, genocida, intervencionista, maestro en el juego sucio, los amos del mundo. A la peor dictadura de cuantas dictaduras se conocen.
    Que su partido se llame demócrata no quiere decir que ese partido tenga un ápice de demócrata. Para empezar: en USA son las grandes corporaciones, los lobbys económicos, los que financian la campaña electoral a los candidatos. Es decir, que ya suben comprados o vendidos.
    Si me hablas de Olof Palme, ya es harina de otro costal. Ya es muy distinto; pero la Suecia de hoy ya no tiene nada que ver con la de los tiempos de Olof. Como bien dices, Europa es un páramo.
    Yo no se si lo de Sánchez es temeridad, inconsciencia, valentia, o que le gusta estar en el ojo del huracán; sea lo que sea, y hasta que despierte el rebaño, entre los «pastores» que hay es el más aconsejable para los momentos que vivimos, porque aunque de socialismo solo tienen el nombre y a pesar de estar vendidos a la OTAN/USA, embarcarnos en sus guerras, como la guerra fascista de Ucrania, aumentar continuamente los presupuestos militares, no derogar la ley mordaza, sometimiento a la iglesia católica, ect., dios nos guarde de los «pastores» que están más a su derecha.
    En estos momentos de involución galopante y sin freno, parece que con él se ralentiza un poco.
    A ver si mientras tanto despierta el rebaño profundamente dormido por el sistema capitalista/consumista con su publicidad persuasiva, sus medios manipuladores, el entretenimiento vacío, despabilamos y nos ponemos a defender nuestros derechos y libertades, a luchar por un mundo más justo.

  3. Coincido en lo subyacente de la crónica. Sánchez como último baluarte de cierta socialdemocrácia en declive global. Recelo, por poco profundo y trabajado, la mención a la postcomunista Wagenknecht, más allá de interesados post y artículos provinientes tanto de la izquierda autoderrotada y fallida de DieLinke, como del SPD alemán y Afd, cuyas huestes la temen doblemente, por su procedencia, alemania oriental, donde ellos ahora se estaban fortaleciendo y Sara supone un giro de 180º. Conmino a que reviséis la propuestas – con la idiosincrasia alemana y sus peculiaridades-, su orientación, y su revulsivo para una izquierda real (DieLinke), hace tiempo tocada y hundida por su debilidad y lejanía de la defensa de valores y proyectos netamente a la izquierda del SPD. Gracias, sois un medio imprescindible. Saludos

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