Internacional
Cautivos del término “antisemita”
Los ejemplos usados por la IHRA abren la puerta a la acusación de «antisemita» a quien critique las políticas israelíes. Paradójicamente, muchos judíos también las critican. El Gobierno de España asumió la doctrina de la IHRA en 2020.
El pasado mes de abril, más de un centenar de organizaciones de derechos humanos de todo el mundo remitieron una carta a las Naciones Unidas alertando sobre los peligros de asumir la definición de antisemitismo propuesta por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). Esta organización intergubernamental fundada en 1998, de la que forman parte 34 países, entre ellos España, señalaba en su definición que «las críticas contra Israel, similares a las dirigidas contra cualquier otro país, no pueden considerarse antisemitismo». Esta afirmación, sin embargo, entra en colisión con lo que después denomina «ejemplos contemporáneos» de antisemitismo. Uno de los más problemáticos subraya que no se debe aplicar a Israel «un doble rasero exigiéndole un comportamiento que no se espera ni se exige de ninguna otra nación democrática».
Las organizaciones que lanzaron la alerta a la ONU consideran que ejemplos como éste abren «la puerta a etiquetar como antisemita a cualquiera que critique los abusos israelíes, siempre y cuando se considere que están ocurriendo abusos peores en otros lugares». Estas críticas, entienden, son legítimas y están plenamente protegidas por la libertad de expresión en virtud del derecho internacional. Entre los firmantes de esta carta, además de organizaciones de ámbito global como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, hay también hay otras de nacionalidad israelí, como B’Tselem y Breaking the Silence, así como numerosos grupos judíos, como Jewish Voice for Peace y Jewish Network for Palestine.
Estas organizaciones y muchas otras formadas por judíos, como IfNotNow, llevan años pidiendo que no se use el nombre del pueblo judío para cometer crímenes en Palestina, ni se use al Estado de Israel como representación de todas las personas judías, pues ni todas viven allí, ni todas apoyan sus políticas.
Durante la reciente ofensiva contra Gaza, la actividad de estos grupos judíos contrarios a la ocupación de Palestina y a lo que hasta la ONU califica ya como «apartheid israelí» se han multiplicado, sobre todo en Estados Unidos, donde varios de estos activistas fueron detenidos durante sus acciones de protesta.
La carta remitida a la ONU advertía de que «los objetivos de las acusaciones de antisemitismo basadas en la definición de la IHRA han incluido a estudiantes y profesores universitarios, organizadores de base, organizaciones de derechos humanos y de derechos civiles», y ponen como ejemplo las cancelaciones de varias actividades en universidades de Reino Unido y Estados Unidos. En estos casos, como en los acaecidos en Francia o Alemania, donde se han ilegalizado organizaciones y se han prohibido manifestaciones y hasta banderas palestinas, se alude de manera explícita a la supuesta relación entre antisemitismo y crítica al Estado de Israel.
El pasado octubre, el gobierno de Tel Aviv acusó en un comunicado a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (Podemos), de «alinearse con este de terrorismo tipo ISIS» por criticar los presumibles crímenes de guerra cometidos por Israel contra la población palestina. El mismo texto advertía del «peligro» en el que pone Belarra a la comunidad judía cuando critica a Israel, a la que dice, expone a ataques antisemitas.
Libertad de expresión
Las acusaciones de la embajada israelí, que involucran a los judíos de todo el mundo en las políticas de Tel Aviv, conectan directamente con los puntos más controvertidos del marco promovido por la IHRA, marco que este mismo gobierno español adoptó: el 22 de julio de 2020, la entonces vicepresidenta Carmen Calvo, durante su reunión con la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), anunció que España refrendaría la definición operativa de antisemitismo que propone la IHRA.
A propósito de este anuncio, la formación Más País planteó al Gobierno varias preguntas en una carta remitida a la mesa del Congreso el 25 de febrero de 2021. En la misiva, la formación recordaba que los ejemplos que plantea la IHRA para definir el antisemitismo, «podrían entrar en colisión con el derecho a la libertad de expresión y opinión, en tanto estos derechos protegen la manifestación pública de opiniones políticas, incluidas las relativas al conflicto palestino-israelí».
Y recordaba que diversos gobiernos europeos así lo habían advertido, y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos considera los debates relacionados con este conflicto como temas de interés público, los cuales gozan del mayor grado de protección bajo la Convención Europea de Derechos Humanos. La formación preguntaba entonces si la adopción de esta definición de la IHRA «introduce modificación alguna en nuestro ordenamiento jurídico», y si «está de acuerdo el Gobierno de España en que la manifestación de posiciones críticas con las políticas del Estado de Israel y la defensa pública de los derechos humanos de la población palestina se encuentran protegidos por el derecho a la libertad de expresión en nuestro país».
El Gobierno respondió en abril del mismo año que la adopción de la definición de antisemitismo de la IHRA «no es vinculante jurídicamente», sino que se trata de una «herramienta útil de orientación en la educación y la formación». La respuesta añadía que «la legislación española garantiza el legítimo derecho al debate y a la crítica política, amparados ambos por el derecho a la libertad de expresión».
La asunción de los marcos de la IHRA se plasma en varios documentos del actual gobierno, tales como el Protocolo y sistema de indicadores para la detección del discurso de odio en las redes, un informe del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), dependiente de la Secretaría de Estado de Migraciones. En el punto 2 del citado informe, referido al marco conceptual del discurso de odio, se usa la definición de la IHRA cuando se cita el antisemitismo. Este mismo trabajo ya fue objeto de críticas por la inclusión de palabras relacionadas con la defensa de Palestina o las críticas a Israel como parte del supuesto lenguaje racista que se monitoriza.
Definición ratificada
Más recientemente, en enero de 2023, el Consejo de Ministros aprobó el Plan Nacional para la Implementación de la Estrategia Europea de Lucha contra el Antisemitismo y el fomento del modo de vida judío 2023-2030. En el documento publicado se explica que el Gobierno español refrendó, en julio de 2020, la definición de trabajo, no vinculante jurídicamente, de antisemitismo de la IHRA.
El documento explica las medidas a adoptar, tales como «organizar encuentros y seminarios sobre antisemitismo que cuenten con la voz de personas expertas nacionales e internacionales en el marco del estudio e interpretación de la definición actual de antisemitismo de la IHRA para promover un enfoque centrado en los derechos y en las víctimas». También se comprometen a traducir al español y a difundir una guía para un uso práctico de la definición de antisemitismo de la IHRA editada por la Comisión Europea, «que presenta un catálogo de las buenas prácticas seguidas en toda Europa en lo que respecta al uso de la definición». Para todo esto, el plan determina la elección como coordinador/a al Centro Sefarad-Israel, en la persona de su director/a general.
Esta asunción por parte del Gobierno de España de los marcos de la IHRA podría suponer en un futuro que se prohibieran o se sancionaran declaraciones o actividades relacionadas con la defensa de Palestina o la denuncia de las políticas israelíes, como ya ocurre en Francia o Alemania, donde el derecho a la protesta y a la libre asociación se han visto restringidos cuando el sujeto de las críticas es el Estado de Israel. Una aplicación similar en España dependerá ahora de lo que consideren jueces, fiscales y funcionarios públicos, que decidirán hasta dónde afectará este marco que pretende restringir la crítica a un Estado en particular.
entender que antisemitas son los sionistas, porque asesinan a los palestinos, únicos semitas hoy de la zona, y los privan del derecho a retornar a su patria, de donde fueron expulsados hace 75 años.
Los sionistas no son ni hebreos ni judíos, recalcó: son colonizadores nacidos en Europa, quienes tratan de tergiversar la historia con mitos falsarios para justificar la abominación que cometen en Palestina, la expulsión de sus habitantes y el asesinato de niños,mujeres,ancianos,enfermos,…..
Nicola Hadwa.
B.D.S. (Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel)
Algo hay que hacer de una vez por Palestina; difundamos.
Boicotear marcas que mantienen vínculos con el apartheid israelí.
Estas son algunas de ellas:
EXPEDIA, BARCLAYS, CHEVRON, HP, CARREFOUR, AIRBNB, CAF, PUMA, CAT, BOOKING.COM, SIEMENS, AXA…
Los que montaron esa Alianza para recordar el Holocausto (que mas parece una Alianza para perdonar todas las barbaridades que hacen, o quieran hacer, a los sionistas), estudiaron bien todo lo referente al Holocausto? No lo parece, pues no parecen estar enterados (o no quieren enterarse) de algo substancial acerca del mismo.
El Holocausto se decreto en una reunion de nazis de alto nivel, que tuvo lugar en un palacio a orillas del lago Wan, en Alemania. Hitler ordeno que se reunan, pero, no participo en ella.
En esa reunion, los 11 o 12 participantes decidieron que la unica solucion posible para sacarse de encima a los judios de Europa, era exterminarlos a todos una monstruosidad, claro. Tan monstruosa como la desicion de Nethanyahu y su gabinete de exterminar a todo el pueblo palestino. Pues bien, resulta que entre los 11 o 12 criminales que en el lago Wan decidieron la atrocidad de matar a todos los judios de Europa, habia 2 judios, Rhosemberg uno y otro mas, cuyo nombre no recuerdo.
Por otra parte, hace unos 5 años, un periodista de Rumania publico la noticia de que en el cementerio judio de Bucarest hay una tumba donde el apellido del cadaver es Hitler. Como los judios ni muertos quieren estar junto a los goyims, es imposible que hubieran permitido que un no judio sea enterrado en un cementerio judio. Ademas, la Torah, la Biblia judia, no lo permite tampoco. Por tanto, parece que Hitler tambien era judio. El mismo Hitler se preocupo por esto y pago a un historiador para que investigue.
Hitler y los intelectuales nazis, como Heiddeger, tomaron sus teorias ultra racistas de Gobinou, pero, sobretodo del antropologo Rhosemberg.
La historia registra otros genocidios. Por ejemplo, el de Viet Nam, planificado y ordenado por Kissinger, el de Irak, ordenado por Marylin Albraigth, judia de Chekia, y el que esta ocurriendo hoy mismo: el de Palestina y Gaza, ordenado por Netanyahu, sus yihadistas hebreos, apoyado por mas del 80% de los israelies. Nethanyahu y su gente justifican plenamente el exterminio del pueblo palestino porque asi lo ordena su libro de cabecera y fuente de su «grandeza», el Antiguo Testamento. Eso lo dijeron explicitamente, publicamente, en la TV israeli, Nethanyahu y sus ministros, no es invencion mia.
Gracias Miquel Ramos y Chorche por explicarnos desde una prespectiva más objetiva y con conocimientos, sobre este » conflicto» , por llamarlo de algún modo. No llegó a vuestro nivel de conocimiento, pero como humano racional, y leyendo el artículo, y comentario ,no logro entender, porque , decir la verdad sobre Israel y sus actos( me alegro mucho de no tener que generalizar porque hay muchos israelíes, que no están de acuerdo con lo cometido por su gobierno ), tendrá que ver , y no estar de acuerdo con la masacre que están cometiendo sobre el pueblo palestino, con ser antisemita. Hay mas pueblos semitas que los judios, no entiendo porque se arrogan ellos, en exclusividad el uso, de ir en contra de su opinión, en ser antisemita .
Uno es judío ,por la religión que practica, no por los actos cometidos como ser humano. Un asesino es asesino, independiente del partido político que milite, sexo, raza, país o religión . Y no hay duda ninguna, acerca de lo que hacen, aunque esgrimiendo, en principio , el derecho a la defensa, ahora ,y ya desde hace tiempo, se convirtió en un ataque y genocidio, en toda regla, en contra del pueblo palestino. Y por mucho que lo defiendan algunos en «Yankilandia «.
Y nunca, la gente del mundo , que estamos en contra de la violencia, pratique quien la practique, no nos van a hacer «comulgar con ruedas de molino», por mucho, que países, que se hacen llamar demócratas, o declaraciones grandilocuentes escritas, como la IHRA, que cuando les interesa , se las pasan por el forro, nos va a hacer cambiar el código ético, que mantenemos.
Ya sabemos que las políticas de muchos países, no tienen nada que ver con lo que piensan sus habitantes. Y como decía Groucho Marx, » si no le gustan estos principios, tengo otros «.
Y por mucho que diga Europa, Alemania, Francia o cualquier otro país, u organización, sobre hablar alto y claro, y declarar delincuentes a las personas que opinan, sobre la realidad que está ocurriendo, no es nada más ni nada menos, que ir contra la Libertad de Expresión, que tan ufanamente, defiende la UE y que poco la practica. O como dicen en mi tierra » chámalle burro ó cabalo «.
EL OPERATIVO DE HAMÁS: LA INCURSIÓN QUE TRASTOCÓ MEDIO ORIENTE
«La equiparación de Hamas con Netanyahu es un frecuente error de algunos exponentes del progresismo»
https://canarias-semanal.org/art/35231/el-operativo-de-hamas-la-incursion-que-trastoco-medio-oriente
El expansionismo sionista exige una limpieza étnica en el caso de Gaza. Esa política fue desafiada por un operativo espectacular, que demolió la imagen de Israel como potencia invulnerable. La derechización de ese país desestabiliza la contraofensiva imperial estadounidense. Hamas ejerce su legítimo derecho a la resistencia, frente a un Estado terrorista que actúa como agresor. La solidaridad internacional será efectiva si supera la ambigüedad de muchos pronunciamientos.
El operativo de Hamas fue un legítimo intento de corroer la prisión que Israel ha construido en torno a Gaza. Ejerció su derecho a la resistencia armada, venciendo la resignación que impera en la ANP.
Esa valiente actitud ha desatado numerosas polémicas en el progresismo y la izquierda, cuya clarificación exige recordar, ante todo, que Israel es un Estado terrorista responsable de incontables crímenes. Por el contrario, Hamas actúa como una organización político-militar de la resistencia palestina y no incluye los rasgos que podrían situarla en el universo del terrorismo. Su metodología evita ataques deliberados contra los civiles y rehúye los sacrificios individuales de los suicidas, que se autodestruyen en las cercanías del enemigo.
Hamas cuenta con el sostén masivo de la población y ha convalidado su primacía en las urnas. No actúa en soledad. Su espectacular incursión fue acompañada por otras organizaciones (Jihad, FPLP, FDLP) que aprobaron públicamente el operativo. Ese cúmulo de evidencias confirma la raigambre de Hamas en los habitantes de Gaza y torna ridícula su comparación con Bin Laden.
Con su operativo en la frontera buscó tomar rehenes para viabilizar un intercambio de prisioneros. No hay nada original, ni novedoso en esa práctica usual de la guerra. Hamas propuso de inmediato el canje de detenidos, recordando que hasta la fecha se han concertado 38 acuerdos de ese tipo.
La equiparación de Hamas con Netanyahu es un frecuente error de algunos exponentes del progresismo. Retoma el equívoco de los ¨dos demonios¨, olvidando el abismo que separa a un opresor de un oprimido y a un Estado colonialista de un pueblo despojado. No es cierto que ambos bandos tienen el mismo derecho a la defensa, puesto que uno de ellos actúa como atacante. No hay equivalencia en Gaza entre victimarios y víctimas, ni paridad en Cisjordania entre carceleros y encarcelados.
En otras evaluaciones, la similitud entre los resistentes palestinos y la derecha israelí es justificada señalando que ambas partes optan por la violencia, en desmedro de una solución política. Pero se omite que Hamas acepta la solución de los dos Estados, que los gobiernos israelíes han pulverizado para forzar la anexión de Cisjordania.
También se cuestiona que Hamas incurra en operativos militares contra civiles, desconociendo la abismal diferencia que en ese terreno lo separa de Israel. El número de víctimas inocentes provocado por los milicianos palestinos es irrisorio, en comparación con las matanzas consumadas por el Estado sionista. Además, la división entre civiles y uniformados es muy borrosa en Israel, dada la militarización general de la población y el mortífero protagonismo de los colonos que asumen los dos perfiles en forma simultánea.
Algunos pensadores también destacan que Hamas es una filial de los Hermanos Musulmanes y que actúa como organización religioso-fundamentalista, propiciando proyectos perniciosos para el anhelo de igualdad o democracia. Este señalamiento es cierto y contribuye a recordar el nefasto efecto de las políticas confesionales que dividen a los oprimidos. Ese curso puede desembocar en la gestación de Estados teocrático-reaccionarios como el imperante en Irán. No hay que silenciar las regresivas consecuencias de una impronta que corroe a tantas sociedades del mundo árabe.
Pero ese negativo perfil de Hamas no altera la legitimidad de su resistencia anticolonial. Es una de las principales organizaciones de los palestinos que confronta con la opresión sionista. Para retomar una comparación muy señalada (pero poco conceptualizada), en la gesta del gueto de Varsovia participaron sionistas, socialistas, religiosos y apartidarios. Esa diversidad de militantes compartió el mismo heroísmo y la filiación de cada resistente no fue relevante en la batalla contra los nazis. La misma evaluación se extiende en la actualidad a todas corrientes del universo palestino…