Internacional
Pola Oloixarac: “Detrás de Milei están todos los peronistas”
La escritora, autora de 'Galería de celebridades argentinas', analiza a los candidatos para las elecciones del domingo.
Solo Pola Oloixarac podía haber dado a luz Galería de celebridades argentinas (Libros del Zorzal). Pocos mantienen como ella la lucidez y la mirada aviesa que requiere el momento actual en Argentina, y menos aún son capaces de darle forma periodística con ese nivel de corrosión que tanto ha picado a la clase política. Para nosotros, que vemos el panorama con la afición de equiparar personajes y partidos con los de aquí, el libro funge como un manual de uso, impagable a la hora de aclarar matices. Retratos publicados estos últimos meses en La Nación, en Perfil y El País, son un documento perfecto para aclarar qué se dirime en las elecciones del próximo domingo 22 de octubre.
Su libro parece replicar otra Galería de celebridades argentinas, la que redactó Bartolomé Mitre en los años en que ni siquiera se había gestado la Argentina moderna. ¿Funciona su libro como un espejo de aquel otro? ¿Podemos establecer un paralelismo entre aquel momento histórico y el actual?
Bartolomé Mitre publicó su libro en 1857 volviendo del exilio en Uruguay. Se había exiliado, porque era una de las personas perseguidas por La Mazorca [una organización parapolicial dirigida por Juan Manuel de Rosas, gobernador de la provincia de Buenos Aires]. De Rosas es un prócer que el peronismo actual reivindica como propio, como el primer experimento autoritario después de la colonia. Pues lo interesante de este libro, tal como lo publica Mitre, es que era el primer panteón patrio. A mí me llamaba la atención que el título utilizara la palabra celebridades, que es una palabra muy actual, y que tiene que ver con la forma con la que muchas personas narran su vida. Me sorprende cómo los políticos actuales utilizan el lenguaje de las celebridades para hacerse conocer. Me parecía que era un título muy bueno para enmarcar esa serie de retratos que empezaron como colaboraciones en el diario La Nación. Empecé haciendo retratos de distintos funcionarios del gobierno peronista, y lo agrandé retratando a toda la clase política contemporánea argentina.
El tópico dice que una imagen vale más que mil palabras, pero yo apuesto por las mil palabras de Pola Oloixarac, si me permiten espantar esa imagen que se fabrican los políticos en todas partes. ¿Cómo es el asunto de la imagen en Argentina?
Es muy interesante cómo lo miras, porque, en efecto, nosotros venimos de más de 20 años de crisis sostenida, en una situación de miseria social y nos tenemos que acostumbrar a una inflación del 120 por ciento. Argentina es un país con recursos, que tiene una clase media muy educada, que tiene agua, litio y un montón de lugares para que pasten nuestras vacas. Lo que pasa es que vivimos en una cleptocracia y naturalizamos vivir en una cleptocracia. Los que mejor manejan la cleptocracia son los peronistas y son los que están al control del Estado desde hace más de dos décadas, y por eso mismo es muy importante para ellos construir las imágenes, porque al final del día las imágenes son lo único que tienen. Cuando vos no tenés planes económicos más que conservar el poder, cuando no te interesa hacer cambios en las vidas de las personas más que conservar tu impunidad, en lo único que trabajas es en tu discurso: yo estoy con los buenos, etc. Es algo que interesa mucho a Cristina Kirchner y al kirchnerismo en general.
Los textos van directo a las verrugas, a las pústulas, a cada excrecencia que estropea los retratos, y la galería es extensa, pero de pronto son tres los personajes que sobresalen, los tres que este domingo se juegan el poder en Argentina. De todos ellos, Javier Milei es el que más desconcierta por aquí. Horroriza, más bien.
Creo que en el hecho nefasto de que Javier Milei sea elegido presidente –y espero que eso no ocurra–, tengo una novela espectacular para hacer [risas]. Esa sería la única cosa positiva que podría decir sobre él y su eventual reinado. Porque es un hombre que se plantea como un emperador que quiere estar 35 años en el poder. Es la definición de lo antiliberal. Lo que él mismo plantea es una reforma ideológica, porque lo único que nos dio el kirchnerismo fue discurso, una ideología que se instauró como forma de gobierno –aunque en lugar de ocuparse de ordenar la economía de la casa, lo único que hicieron fueron palabras–. Cuando lo único que te interesa es un ensayo social, Milei viene a traer otro ensayo social.
El retrato de Milei plantea juegos de palabras descacharrantes: ahí queda eso de que “el que se enfrenta a la casta es un hombre casto”.
Ese retrato fue muy interesante para mí. Yo primero miraba todo el material que había, y también al personaje, lo que me dice, cuál es el discurso público que me ofrece sobre sí mismo. Y lo que extraño en Milei, y que incluso desentona muchísimo con el discurso general de los medios en Argentina, es que es un hombre que sistemáticamente maltrata gente en vivo. Sobre todo a mujeres, de manera totalmente ridícula, y justamente entra en situaciones así con mujeres extremadamente lindas, que lo ponen muy nervioso. Pues cuando yo empecé a mirar esto que era tan raro, estuve averiguando con fuentes y supe que es un hombre que le tiene pavor al contacto físico. Es casto. Le da impresión el contacto. Tuvo unos traumas familiares muy espantosos. Él mismo contó que su padre abusaba de él con mucha violencia, le pegaba muchísimo, que además ejercía violencia psicológica con él. Es un hombre que no generó ningún vínculo fuera de su casa y su hermana. Es él y los perros. Es una persona increíblemente limitada en su bagaje psicoafectivo, si quieres. Ni siquiera tuvo nunca gente a su cargo. Es una especie de niño traumado, bulleado perpetuo, que veía que su madre era cómplice de esa violencia, que su padre ejercía sobre todos. Pero mira qué interesante, que él cuando termina el colegio va a una universidad privada, no va a la UBA. Se quedó en la casa de sus padres. Milei habla de la libertad, pero no la ejerce. Habla de la libertad, pero lo que ves es un hombre encadenado.
Interesante, porque habla del Estado como el padre que somete y humilla.
Tiene imágenes muy extrañas todo el tiempo cuando habla del Estado, por ejemplo, comparándolo con el pedófilo en el jardín de infantes, con los niños encadenados. ¡Y todo esto lo dice en prime time, algo que se normalizó como parte del discurso político! El que ve al Estado como el que te humilla ahora dice que te va a humillar. Es como el bulleado que quiere bullear. Y toda su campaña está organizada en torno a eso, incluso a los amigos que lo contradicen los bloquea. Conozco muchos economistas que han corrido esta suerte con Milei. Solamente se siente a gusto y a salvo con la hermana, que es quien también lo ha protegido de la violencia del padre. Este hombre está haciendo un psicodrama permanente en la televisión. En lugar de recibir atención médica, está recibiendo atención mediática.
El periodismo –tan en crisis en Argentina como aquí, y en todas partes– debería estar para interpretar, y poner su filtro. ¿Por qué los medios se lanzaron a ponerle sus micros?
Ahora sabemos qué fue lo que pasó. En un libro que se llama El loco, Juan González comenta que durante el gobierno de Macri, el jefe de Milei, Eurnekián, estaba enojado porque iban a sacar la concesión de los aeropuertos del país, y dijo: “Quiero que vayan economistas a limar a Macri por derecha”, es decir, había que ir a decirle que no estaba haciendo las cosas lo suficientemente bien. ¿Cuál era la idea? Dividir la oposición. Y eso es efectivamente lo que hicieron. Entonces vos tenés el peronismo, y por otro lado tenés Juntos por el Cambio [el partido de Patricia Bullrich]. Y como Eurnekián tiene medios, Milei empezó a ir a ellos a hacer su show con otros economistas. Una vez que se instala esto, los otros canales dicen “tú tienes al loco que grita y arma quilombo, nosotros también tenemos que tenerlo”. Ahí es donde se crea ese mercado de la tensión de Milei, donde Milei empieza a circular por todos los medios y así genera audiencia.
Hay que saber que hay muchos medios que reciben dinero de Sergio Massa desde hace mucho tiempo, y Massa es el que financió la marca de Miley. Tenés al tipo que te decía: “No, el peronismo no está tan mal”, que ahora te empieza decir “Milei es estupendo”. Entonces tenés tres opciones, cuando en realidad son dos: detrás de Milei están todos los peronistas, los sindicalistas [del peronismo] y con Massa se quedó el oficialismo, el kirchnerismo; en el medio tenés Juntos por el Cambio, que sí es un partido que tiene otro plan. Será bueno o será malo, pero por lo menos es honesto en relación con lo que hace.
Pues ya que ha aparecido Patricia Bullrich, hablamos de tautologías: se llama Patricia y es una patricia.
Patricia pertenece a ese grupo de familias que son como una especie de Mayflower argentino, que estaban en Argentina antes de que se llamara Argentina, cuando todavía era el virreinato del Río de la Plata. La mayoría de familias importantes, como los Pueyrredón y otras, desembocan en Patricia. Ella está como en la fundación de la patria. Su antepasado es el que pone la plata para que San Martín cruce los andes. Me parece interesante este vínculo con la historia porque Argentina ha sido diezmada por esta idea populista de la democracia, y ella es la persona que está más vinculada con los orígenes liberales de Argentina. Ella sí es una persona honesta, que no se ha enriquecido, aunque ha estado desde muy chica en la política.
El hecho de que haya estado la Juventud Peronista, primero marca una cosa que yo siempre sospeché (y lo dice V. S. Naipaul), y es que la mayoría de los que estaban en Montoneros era gente muy pituca, eran los hijos de los patricios. Esa era la forma en la que ellos se rebelaban contra sus padres, contra los valores burgueses, abrazando esa revolución, la idea de las armas, etc. Lo que cuenta Patricia es que ella se mete ahí como aventurera. Ella iba a cazar y a tirar con los hombres, desde muy chica ya había una construcción de ella para no ser una chica bien. Hace todo para irse de ese entorno, y de alguna manera se descasta uniéndose a esas organizaciones, como la Juventud Peronista. No es admitida en Montoneros, aunque su novio sí es es un cargo importante. Patricia era amiga de Galimberti, que era el novio de su hermana Julieta –que muere en un accidente de auto, se piensa que fue la triple A la que la mató–. Julieta era la hermana Linda y Patricia era la rea, la independiente. Me parece muy interesante la forma en que la que ella le gana a Larreta, el alcalde de Buenos Aires, porque le gana haciendo política como la de antes, convenciendo a la gente, casi sin plata.
A veces Pola O. replica técnicas de ‘dribbling‘ que se diría dignas de Messi. Por ejemplo, cuando en un giro inesperado una frase se queda ahí, vibrando al aire, sin comentario que la cierre. Pongo un botón de muestra: “Montoneros vio en la Argentina del pleno empleo el escenario perfecto para levantar las armas”.
Con un 4% de pobres, Montoneros estaba haciendo atentados contra un gobierno elegido democráticamente, como había sido el de Perón. Ahora estamos en un 50% de pobreza. Perón vuelve de Madrid en el 72, y en el 73 lo eligen, y es entonces cuando matan a Rucci, y otros diciendo “nosotros somos importantes porque estamos matando a los sindicalistas de derechas” como en una especie de sistema lingüístico a través de muertos, algo totalmente horroroso. Era injustificada esa guerra.
A Patricia la llaman Pato por…
A las patricias en Argentina le decimos Pato siempre, pero en ella es lindo porque se apropió de eso y siempre pone un patito que aparece por todos lados. Incluso está el hecho de que se construye como una persona fuerte: fue ministra de seguridad, se convierte en candidato posible y empieza a llamar la atención por su trabajo. En el caso Maldonado, como una mujer que no le teme a nada. Ya antes había estado en el Ministerio de Trabajo, que es el lugar del conflicto en Argentina, porque es donde tenés que pelear con los sindicatos, que están todos manejados por el peronismo, y los sindicalistas son todos millonarios. El problema de Argentina es un poco ese, que tenés sindicalistas que son millonarios mientras los trabajadores son cada vez más pobres. Esta es la situación que se viene dando desde la vuelta de la democracia.
Patricia quiso que la llamaran Kali, que en el hinduismno es la diosa de la guerra. Las encuestas la dejan descolgada de las opciones al poder, pero ¿dará lucha?
Una aclaración: Patricia tiene dos nombres de guerra. Uno es Carolina Serrano, y el otro es Kali. A mí me fascinó que fuera Kali, por la diosa de la guerra. No sé. Hay muchas encuestas y es difícil saber. Massa tiene tanto dinero invertido en medios, y está más interesado en que el ballotage sea entre Milei, su bestia controlada, y él mismo. Es una situación espectacular para él: imagínate: es el ministro con una inflación de más del 120% y tiene la posibilidad de ser reelegido. Es muy fuerte. Además hay consenso de que, si Milei no gana en primera vuelta, el que entre como segundo gana la elección general, porque Milei tiene mucha imagen negativa. Su imagen negativa es enorme. Hay mucha gente que lo ve como el mal y estaría dispuesta a votar lo que fuera para que no llegue al poder.
A Sergio Massa, sin embargo, le concede un texto muy breve. Eso sí, queda claro que responde a un arquetipo: el del traidor.
Es verdad que me quedó corto el artículo, pero es que siempre me aburrió Sergio Massa. Lo estudié un montón, quería que me gustara, pero a mí la corrupción y ese tipo de trama policial de búsqueda del dinero no me divierte como escritora. ¿Cómo puedo hacer que me interese este hombre? Y yo creo que lo que lo define más es eso de traidor. En Argentina se hizo una encuesta y algo así como el 70% decía que no le compraría un auto a Sergio Massa, porque la gente lo ve como uno que te va a traicionar. Él es el chantre argentino total, que con una sonrisa te miente en la cara sin ningún problema. Tiene un costado entrañable, en el sentido de que es nacional, pero para mí es una figura repetida. Y hay otro problema que yo tengo con Massa: si bien yo nunca me metí en política, siempre fui gorila, nunca fui peronista. No es algo que yo disfrute, criticar al peronismo, me parece ramplón porque me parece obvio que es un desastre. Me aburro. Pero lo que sí que es interesante de Massa es esta noción de que es un traidor todoterreno. Traicionó a todo el mundo, pero tiene tanto invertido en la presa que nunca te vas a enterar de eso. Por eso es una opción viable: es un traidor que se proyecta como héroe. Kirchner le dijo: “Tú vas a ser presidente, pero no por ser bueno, porque eres un hijo de puta”. Esa es la forma de respeto entre políticos peronistas.
Otra de esas jugadas descabalantes: en el retrato de Sergio Massa explica que Cristina Kirchner carga con sus vencidos y los va promoviendo. ¿Cómo, por qué?
Eso es espectacular, porque Cristina está en el poder todo el tiempo. Sin embargo, el gobierno no es de ella, trata de promover las ideas a través de sus adláteres. Hay un control muy fuerte del discurso por parte del kirchnerismo. El discurso de ella es que en realidad está cautiva, pobrecita que es la vicepresidenta que se la pasa haciendo cartas, como si tuviera el rol femenino, de decir no es no: “A mí no me gustó esto que hiciste, Alberto”. Ella no tiene ninguna idea, ningún plan. Pone a Alberto porque es una estratagema válida. Alberto le sirvió en cuatro años para mantener su impunidad, y ahora tiene a Massa, a quien ella también lo valida. Lo hizo en un acto en que presentaba la compra de un avión de la muerte que había sido usado por los militares. Y le pareció que ese era el toque teatral que necesitaba para lanzar su candidatura.
Se me pasaba: antes se ha definido como gorila, y no todo el mundo en España va a entender de qué habla.
Me encanta que me preguntes eso que en Argentina es algo muy fresco. Allí sería la mayor obviedad, porque desde los años 50 un gorila es el que no es peronista, es decir, o vos estás con el partido o sos un animal. Esta idea de animalizar al enemigo ya la normalizamos. Es una de las formas que tiene el peronismo para disciplinarte, para que no hables, para que no formes parte del colectivo indeseable que dice cosas malas de ellos. Es tan cansadora la dinámica que los que escribimos tratamos de salir por arriba del enfrentamiento directo con el peronismo para agarrarlo como un fenómeno general. Por supuesto, gorila a mucha honra.
En el país que consagró el psicoanálisis, pregunto: ¿será necesario matar al peronismo para que la sociedad madure?
Ay, sí, por lo menos un rato, y que dejen de robar tanto por un tiempo. Hay un sindicalista muy famoso, Luis Barrionuevo, que decía: “Hay que dejar de robar por dos años, y se arregla Argentina”. Para mí la opción es pensar quiénes son las personas que son honestas, por eso para mí el retrato era importante, porque necesitamos pensar en las personas más allá de los credos, que es algo que cualquiera te puede vender. La forma en la que veo actuar a una persona, en que la veo manejarse: ahí está la honestidad. Creo que es lo único que nos puede salvar en este punto. Estamos muy mal.
El misterio sin resolver es el de la riqueza del país: en los años 20 del siglo pasado se llegó a decir que Argentina se bastaba para alimentar a todo el planeta: ¿Dónde quedó toda esa riqueza, cómo puede haber hambre en un país que puede ser la despensa del mundo?
Argentina tuvo muy poca industrialización. Buenos Aires, una ciudad muy elegante, descubriría los dones de los nuevos ricos que podían exportar carne (a los que no pertenece, por ejemplo, Patricia Bullrich). Son ellos los que se reparten las tierras, los que empiezan a viajar por París, tirando manteca al techo. Eso es más bien el retrato de una clase social y de Buenos Aires. Argentina es un país casi despoblado y si no tenés industrialización no puedes decir que tenés tanta riqueza. No tenemos una gran burguesía industrial. Brasil sí la tiene, y me parece que por eso Brasil siempre tiene un horizonte de crecimiento estable y una diplomacia que también es estable. Piensa que Perón fue aliado de Hitler. Capituló el día previo a la renuncia de Hitler. Luego Argentina no se pudo aprovechar del Plan Marshall, pero Brasil, aliado de Estados Unidos recibió el Plan Marshall, como Europa. Argentina quedó al lado del Eje y recibió nazis.
Echo en falta un último retrato: el del votante argentino.
Es un votante que está desesperado, que ha sido tan despreciado, tan humillado, que se ha sentido tantas veces traicionado que está desolado, pero a la vez, cuando ve que el precio del café se multiplica por 10, no puede tener la apatía, tiene que ir a votar. Realmente vas a unir esa indignación y esa ira con una opción más razonable. No solamente estás canalizando tu futuro en forma de grito y agitando una motosierra, como Milei. (Risas; cansancio) Acabo de decir algo parecido a lo que dijo el Papa (otro argentino en el mundo: de a poco nos vamos moviendo así en los estamentos: tenemos a Messi, a Máxima en Holanda, al Príncipe del Cristianismo en el Vaticano…).
…La invasión silenciosa de los argentinos…
…Y no tan silenciosa, porque somos muy ruidosos. No sé si lo viste, pero Milei llamó al papa “el representante del Maligno en la tierra”. Está totalmente loco. Ahora dice que quiere ser judío, ¿qué querrá decir en su mente ser judío? Para mí es como hablar de su pito: ahora está si se lo va a cortar o no, si se va a circuncidar, como una forma de seguir compartiendo su intimidad, que por algún motivo extraño la sigue compartiendo en prime time. Es un hombre que habla de sus preferencias eyaculatorias en público, que es una cosa que no vi en mi vida, pero mucho menos en un político. Y es un hombre que dice que el sexo le parece espantoso. Ahí se empieza a ver su identidad, lo dañada que está su alma. Y no es algo que le deseo a mi país, tener un emperador con el alma dañada como otro Calígula.
Raro que publiquen a una escritora Macrista, alineada con el super endeudador de Argentina que tiene su fortuna habida durante la Dictadura de lis 30.000 desaparecidos en paraiso fiscales denunciados por Panama Papers…
El intelectual frances Andre Malraux, corrigio un viejo dicho acerca de las elecciones de politicos. Se acostumbraba a decir: » los pueblos siempre eligen a los politicos que se merecen». Malraux, en cambio, no opinaba asi y expreso que, en realidad, » los pueblos eligen a los politicos que se les parecen». Esta apreciacion, es especialmente correcta, y representa en forma exacta, la relacion entre el fenomeno Milei y la Argentina.
En efecto, en lineas generales, se puede decir que la Argentina, esto es, una buena parte de los argentinos (muy especialmente los de Buenos Aires, los llamados » porteños») carecen de toda seriedad. Que tiene que ver esto con ese Milei? Pues, que solo asi, los que somos normales, nos podemos explicar que haya miles de argentinos que aplaudan y acepten que un esquizofrenico- psicopata como Milei sea el Presidente de su pais. En efecto, su biografo contratado, despues de meses de entrevistas con Milei, publico su biografia y llamo » El Loco» al libro.
En realidad, Milei no es otra cosa que el parto anal de unos anormales, desde todo punto de vista: los supremacistas porteños. Ellos lo han promovido para que divulgue sus absurdas pretensiones de » genialidad», sus delirios de grandeza ( puñetas puras y duras) y su pataneria, » cualidades» por las cuales son conocidos, y detestados, en todas partes. Por ejemplo, Milei – que, entre otras imbecilidades dice: hablar con sus perros muertos y no bañarse nunca – afirma que estimulara que los pobres vendan sus organos para salir de la pobreza. Dice tambien que solo el puede hacer que la Argentina vuelva a ser una «potencia economico- industrial» , como si lo hubiera sido alguna vez y otras mentiras de ese calibre.
Como otros paises de LA, la Argentina esta agonizante, pero, si triunfa el Loco Milei, quedara muerta y enterrada. Y todo por culpa de los porteños, sobre todo. En efecto , salvo Menem, los demas presidentes de la Argentina del siglo XX y XXI, han sido dos cosas: porteños y absolutamente inservibles. Milei es, justamente, no solamente su excremento mas maloliente sino tambien el mayor alcahuete de los sionistas y de los yanquis que hay en la Argentina.