Deportes | Feminisimo
El juez prohíbe a Rubiales acercarse a Jenni Hermoso y comunicarse con ella
El expresidente ha vuelto a negar los hechos. Mientras, las campeonas del mundo han ratificado su negativa a volver a la Selección.
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ha comparecido este viernes para declarar en la Audiencia Nacional por el beso no consentido a la futbolista de la Selección Jennifer Hermoso.
Tras la comparecencia, el juez ha decretado una orden de alejamiento de 200 metros de la jugadora y, además, le impide comunicarse con ella por cualquier vía durante la instrucción de la causa. La Fiscalía había solicitado una orden de 500 metros y la prohibición de comunicarse con ella.
Tal y como apuntan en EFE Deportes, Rubiales (que ha elegido como abogada a Olga Tubau, la letrada que defendió al major de los Mossos D´Esquadra, Josep Lluis Trapero, ha respondido a las preguntas del juez y de todas las partes, y ha vuelto a negar los hechos.
A la salida de la Audiencia Nacional, Carla Vall, la abogada de Jennifer Hermoso, ha asegurado sentirse “muy satisfecha” con la declaración.
Ha afirmado que pueden seguir sosteniendo que fue un beso no consentido: “Gracias a ese vídeo, todo el mundo pudo observar que no había consentimiento y lo vamos a demostrar”.
Las campeonas del mundo no vuelven a la Selección
La declaración de Luis Rubiales ha coincidido en el mismo día en el que la nueva seleccionadora nacional, Montse Tomé, debe dar la lista de convocadas para los próximos partidos, que se disputarán los próximos 22 y 26 de septiembre contra Suecia y Suiza, respectivamente, y que corresponden a la UEFA Nations League.
En un primer momento, la comparecencia de Tomé (en la que también se la iba a presentar oficialmente) estaba prevista para las 12.00 horas, pero se retrasó a las 16.00 para esperar a que las jugadoras dijeran si eran seleccionables, o no.
Finalmente, las campeonas del mundo han ratificado en su mayoría su decisión de no acudir a la llamada, puesto que consideran que no ha habido los cambios suficientes en la Federación.
La pelota ahora está en el tejado de la seleccionadora, que puede convocar a otras jugadoras o a las que se han negado a ir. En ese caso, la Ley del Deporte tipifica como falta muy grave “la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales”.
Dichas infracciones están castigadas con multas de entre 3.000,01 y 30.000 euros y, entre otras cosas, la suspensión de licencia federativa o habilitación equivalente de carácter temporal por un periodo comprendido entre los dos y los 15 años.
A la familia Borbón, herencia obligatoria de la dictadura, los poderes oligarcas patrios nos la meten por los ojos las 24 horas del día. No se si os habéis percatado de que hay una promoción insoportable de esa familia.
Así que debo recordar que PABLO HASEL, republicano, luchador y comprometido con los derechos del pueblo, lleva encarcelado en la prisión de Ponent (Lleida) 945 días por cantar la historia verídica de esa familia.
El pueblo con el futbol y con los reyes que fíjate si son magníficos que hasta saltaron con las jugadoras, los defensores del pueblo encarcelados y olvidados por sus beneficiarios.
LLIBERTAT PABLO HASEL, es de justicia.
¿Cúando vas a despertar, pueblo?
«El fútbol como terapia y adormidera social», Luís León Barreto.
El fútbol como deporte de masas, espléndido negocio para algunos, turbio tejemaneje para otros, opio para grandes públicos, una verdadera religión que incluso produce muertos.
¿Es el fútbol un instrumento de poder, el nirvana que hace olvidar el paro y las dificultades económicas en países como el nuestro, Brasil y Argentina, donde actúa como una anestesia social?.
El fútbol es también una maquinaria de integración que usa sabiamente el poder, y que sirve al interés de unos pocos.
Gente pusilánime, ciudadanos cumplidores, van los domingos al fútbol y descargan su adrenalina insultando al árbitro o a los jugadores rivales.
El fútbol es mucho más que un deporte, incluso apenas es ya un deporte. Los padres de los niños de medio mundo sueñan con que su hijo sea un Cristiano Ronaldo o un Messi, y con frecuencia estropean a sus criaturas, sometiéndolas a una presión tan descomunal. El fútbol genera muchos puestos de trabajo: jugadores, técnicos, médicos, representantes, periodistas, abogados, directivos, empresarios. Ser de un equipo o ser de otro genera un sentimiento de identificación tribal, y una rivalidad casi enfermiza entre seguidores de uno u otro once.
En una sociedad pseudodemocrática en la que el ciudadano de a pie no interviene en las grandes decisiones, refugiarse bajo la bandera de su equipo supone participar en una religión que eleva a la categoría de semidioses a los ídolos. En este deporte tan mercantilizado de nuestros días, las empresas, los bancos y las bolsas ven en el fútbol un nuevo producto de mercado, el interés económico.
Como Iker y Sara.