Política
Murcia, el último ‘sacrificio’ del PP con VOX por los españoles
López Miras volvió a tirar de "responsabilidad" como justificación de los pactos y acuerdos entre la derecha y la ultraderecha en diferentes comunidades autónomas
Bajo el paraguas de la “responsabilidad”. Esta es la justificación que vienen dando los diferentes cargos del PP que, con más o menos celeridad, han terminado pactando con VOX tras las últimas elecciones municipales y autonómicas. El último en pronunciar estas palabras ha sido el presidente de Murcia, Fernando López Miras, quien lanzó este miércoles su segundo discurso de investidura tras sus desencuentros con el partido de ultraderecha.
“Hoy sigo pensando que un gobierno en solitario era lo más adecuado, pero no fue posible”, ha insistido. Sus expresiones recuerdan inevitablemente a aquel otro discurso lanzado por su compañera de partido y ahora presidenta de Extremadura, María Guardiola, quien, como dijo el mismo presidente andaluz, Juanma Moreno, –compañero de ambos y receptor del partido de Abascal por primera vez en Andalucía–, se “tuvo que tragar sus palabras” al pasar de decir un día que no iba a pactar con un partido homófobo y xenófobo a sentarlo en su gobierno. “Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños”.
Desde aquella convocatoria de elecciones, el pasado 28 de mayo, en la que el PSOE vio cómo el PP le arrebataba feudos históricos en toda su cara, la derecha y la ultraderecha han extendido el poder autonómico que ya tenían en Castilla y León a cinco comunidades más: Comunitat Valenciana, Extremadura, Aragón, Baleares –sin cargos de VOX en el gobierno– y Murcia.
En prácticamente todos los casos, en apenas estos dos meses transcurridos desde las municipales y autonómicas, han sido publicadas informaciones escandalosas –alejadas de esa supuesta responsabilidad a la que los dirigentes del PP apelan cuando estampan sus pactos–, relacionadas con los diferentes cargos que asumen responsabilidades de gobierno: desde el vicepresidente torero y consejero de Cultura y Deporte valenciano, Vicente Barrera, quien aseguraba que su padre le habla maravillas de la dictadura y quien negaba que la violencia tuviera género; hasta la consejera de Gestión Forestal y Mundo Rural, Camino Limia, la ganadera acusada de lanzar bulos y falsedades. Desde los directores generales del Gobierno de Aragón acusados de apología del franquismo hasta los acuerdos firmados en Baleares y Murcia, que van desde el detrimento de las lenguas cooficiales a la actividad sindical o la vuelta del pin parental. López Miras, no obstante, ha intentado dejar claras algunas cuestiones en su discurso: «Ni un paso atrás en la lucha contra la violencia de género y en la defensa de la igualdad entre todos».
Algunos cargos en el PP han considerado, de puertas para adentro, que los pactos con la ultraderecha les impidieron conseguir una mayoría suficiente en las generales para poder gobernar. Y desde la noche del 23J, con una Ayuso flamante en el balcón de Génova jaleada por simpatizantes, la estrategia del PP –o de Feijóo– se mueve de un día para otro como pollo sin cabeza.
La foto del dirigente gallego, este mismo martes, con Santiago Abascal, que en otro momento habría generado ríos de tinta, desprendía un aire caricaturesco en mitad de la actualidad: las condiciones de Puigdemont para negociar la investidura de Pedro Sánchez. “Lo que propone Puigdemont es inaceptable y yo ni puedo ni quiero pagar ese precio para ser presidente del Gobierno”, dijo Feijóo en una comparecencia caduca, como si aún tuviera posibilidades de presidir España.
Abascal da a entender que la entrada en el gobierno murciano es el precio que ha pagado Feijóo por el apoyo ultra a su investidura El desacuerdo entre los socios de la derecha en torno a la protección del Mar Menor se queda en una declaración genérica sin contenido.
Primero los sillones y después el programa….
-iNFOLIBRE-
La pinta de » fanegas…… » que tiene el pájaro del tal López Miras ; describe » casi » a la perfección toda esa zona del levante » egpaño «.
Salud .