Sociedad
Rubiales se coloca en posición de víctima y anuncia que no va a dimitir
El presidente de la RFEF asegura tenía el consentimiento de Jennifer Hermoso para darle "un pico" pese a que la jugadora ha pedido "medidas ejemplares" contra él.
Autocrítica vacía y perdones a medias. Así ha sido el discurso de Luis Rubiales en la Asamblea General Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en el que con una chulería impropia del momento, y a gritos, ha anunciado que no va a dimitir como presidente del órgano rector del fútbol en España. Lejos de reconocer sus errores (e incluso presuntos delitos), Rubiales ha justificado su beso forzado a la jugadora Jennifer Hermoso durante la celebración del Mundial de Fútbol Femenino asegurando que tenía el consentimiento de la deportista: «Yo le dije, ¿un piquito? y ella me dijo ‘vale'», ha asegurado.
La posición de Hermoso, que ha pedido a través del sindicato FUTPRO a la Federación que active los protocolos y adopte “medidas ejemplares” contra el presidente, contradice esta versión. A pesar de ello, Rubiales se ha colocado en todo momento en una posición victimista y ha atacado al «falso feminismo», acusándolo de ser «una gran lacra en este país» y de intentar defenestrarle: «No buscan la justicia, me quieren matar socialmente». Los asistentes al discurso y a la asamblea, mayoritariamente hombres, han aplaudido en repetidas ocasiones al mandatario, incluidos los seleccionadores nacionales de los equipos masculino y femenino, Luis de la Fuente y Jorge Vilda.
Rubiales, asimismo, ha aprovechado el momento para anunciar acciones judiciales contra la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Yolanda Díaz, las ministras en funciones de Igualdad y Derechos Sociales, Irene Montero e Ione Belarra, y el exdiputado de Podemos Pablo Echenique por referirse al beso con la palabra «vejar», «violencia sexual», «sin consentimiento» o «agredir»: «Qué pensarán las mujeres de verdad que han sido agredidas sexualmente», ha dicho Rubiales.
Por el contrario, el presidente de la RFEF sí ha pedido disculpas a la reina Letizia, a la infanta Sofía y a la Casa Real por su acción «poco edificante» de llevarse las manos a los genitales tras el pitido de final de partido que convirtió a la selección femenina de fútbol en campeonas del mundo.
Echemos más pienso al rebaño para que siga entretenido en cosas secundarias mientras se nos cae la casa común.
Un piquito?
Mejor dimite, bonito.
Te vas a arrepentir, te vas a arrepentir, te vas a arrepentir, te vas a arrepentir, te vas a arrepentir.