Análisis
Luces y sombras de la política de vivienda en Portugal
Con un mercado de la vivienda en Portugal descontrolado, el Gobierno ha tomado medidas correctoras como aumentar los impuestos a los pisos turísticos.
El Gobierno de Portugal trata de atajar el enorme problema de la vivienda que vive el país. Medidas como la aprobación de un impuesto extraordinario del 15% a propietarios de alojamientos turísticos son loadas y puestas como ejemplo de lo que se debería hacer en España.
Las drásticas normas correctoras que ahora han de aplicarse en la vivienda en Portugal son la respuesta a una política que ha permitido la especulación inmobiliaria hasta límites incontrolables.
El precio medio de un apartamento en Lisboa es casi tres veces mayor que el SMI en Portugal
Para entender a qué punto de deshumanización se ha llegado en el mercado de la vivienda en Portugal (sirva como aviso para navegantes en otros países del entorno), basta con ver algunas cifras.
Según el Índice Internacional de Alquileres del segundo trimestre de 2023 de Housing Anywhere (la mayor plataforma de alquiler de viviendas en Europa), que ha realizado este estudio analizando 64.000 propiedades, el precio medio de un apartamento en Lisboa es de 2.500 euros. Supone un aumento del 15,8% respecto al primer trimestre de este año y del 25% en la comparación interanual.
En Oporto, el coste medio de un apartamento es de 1.500 euros (+22,5% respecto al primer trimestre y +25% sobre 2022).
Por hacerse una idea: el precio en Madrid es de 1.295 euros, tras bajar un 1,4% respecto a los tres meses previos (aunque ha subido un 2,3% en comparación con el mismo periodo de 2022).
Oporto y Lisboa son la cuarta y la quinta ciudad, respectivamente, en la que más ha aumentado el precio de los apartamentos de un año a otro. Por delante están Budapest, La Haya y Utrecht.
En cuanto al precio de los estudios: son 1.134 euros en Lisboa (un 70,3% más que en 2022) y 925 en Oporto (+23,3%). La capital lusa es, con diferencia, donde más ha subido el precio (por detrás está Florencia con un 33,3%). Oporto es la quinta.
Y también lidera Lisboa el ranking interanual en cuanto al coste de una habitación. En el segundo trimestre de 2023 es de 550 euros, lo que implica un aumento del 29,4%.
Lo anterior denota con más crudeza el enorme problema que hay con la vivienda en Portugal, si se compara con el Salario Mínimo Interprofesional (886,7 euros al mes) o el salario medio (1.801 euros al mes), según datos de Expansión.
Coto a las viviendas turísticas
Se calcula que en Portugal hay más de 100.000 viviendas turísticas, lo que supone casi el 2% de los 5.981.482 alojamientos totales que hay en el país, según su Instituto Nacional de Estadística. Lisboa y Oporto, como era de prever, son las ciudades en las que más han aflorado este tipo de pisos en los últimos años.
Con la aprobación del programa Mais Habitação (Más Vivienda), los propietarios de estas viviendas deberán pagar un impuesto extraordinario del 15% (por debajo del 35% que se planteó en un primer momento). Además, se prohíbe la concesión de nuevas licencias (excepto en algunas zonas del interior) y las ya otorgadas serán revisadas en 2030.
Otra importante novedad es que las licencias en vigor se podrán revocar, si así lo deciden dos tercios de la comunidad de propietarios.
Adiós a los visados de oro
Los visados de oro, Golden Visa o Vistos Gold (que es su nombre oficial en portugués) son una autorización de entrada y residencia en Portugal otorgada a ciudadanos extranjeros, es decir, no pertenecientes a la Unión Europea o residentes fuera del Espacio Schengen, a cambio de una inversión financiera, explican en Transparencia Internacional Portugal.
Según datos del Servicio de Extranjería y Fronteras (SEF), desde que el programa se puso en marcha, en octubre de 2012, se han concedido 11.758 de estas visas, de las cuales 10.755 fueron a cambio de la compra de bienes inmuebles. Todo ello supuso una inversión de 6.118 millones de euros.
Las autoridades lusas entienden que estas visas han sido una gran puerta de entrada para especuladores inmobiliarios y han decidido paralizar nuevas concesiones.
Alquiler forzoso de pisos vacíos
El Instituto Nacional de Estadística cifra en 723.215 los pisos vacíos en Portugal. Ante ello, una de las medidas que más polémica suscitó, y que finalmente verá la luz absolutamente edulcorada, ha sido la del alquiler forzoso de pisos vacíos. Éste se articula a través del Programa Arrendar para Subarrendar, por el que el Estado propone a los propietarios el arrendamiento de sus inmuebles, para, posteriormente, ponerlos a disposición de los ciudadanos a un precio asequible.
En un primer momento, se proyectó que los dueños tendrían un plazo de 100 días, desde que recibieran la propuesta estatal, para alquiler el inmueble vacío. Finalmente, apuntan en El País, será una medida excepcional, sólo aplicable a los pisos que lleven más de dos años vacíos y que estén en zonas costeras.