Política
Me corresponde intentarlo: el discurso de Feijóo
Sergio Pascual recrea los pensamientos de Alberto Núñez Feijóo en el balcón de Génova tras su amarga victoria en las elecciones
El hombre sale. Paso sobre paso; estoy aquí. Frente a la luz, las luces. Salgo y agradezco; lo de siempre brazo derecho e izquierdo en movimiento, sonrisa contenida y frase ritual de victoria. Mismo lugar que hace menos de un mes y victoria. Puede ser que, pese a todo, este escenario no sea un espacio seguro. Silencio, espero silencio ¿Hemos ganado? Hemos ganado. Gritos. Gritos sobre ella. El hombre agradece. Sabe a quién lo hace. Debe. Mueve las manos y sigue. Reivindica lo suyo. “Me corresponde intentarlo”. Es un deber, afirma inseguro. Es un triple pisando la línea. Puede que no sirva. «¿Hemos ganado?», podría preguntarse.
“¿Por qué está tan satisfecha la izquierda si ha perdido?”, pregunta el presentador a la izquierda. “Ganar no significa gobernar”, sonríe la izquierda. Vuelvo a lo mío. Sin digresiones. «Me corresponde intentarlo». Mira a la izquierda; la suya. Debe y miedo, manifiesta. Miedo a lo que pasará. Les pasará. A lo que pueda pasar -o no pasar- de no ser yo presidente, plantea.
Da datos. Doy datos. Ahora toco yo. “Me hago cargo”, entona mientas templa los ánimos. Hemos ganado al pasado. Tres millones de votos más que el pasado. Ahora, yo. Ahora el futuro y yo. Es mi deber, yo soy el deber.
Incertidumbre. Incertidumbre, tú; yo, la respuesta. Hablemos, conversemos. Diálogo. Quiero hablar. Con todos. Luego, ya veremos. Yo soy el veremos.
Yo soy el candidato. El más votado. Yo quiero. Deseo. Decido: abrir diálogo. Miro a la izquierda. A mi izquierda. Ella, seria. Yo, atento.
Hablan de mi tristeza. Y gritos. Gritos para ella. Gritos sobre ella. Retomo lo mío; me corresponde. Gobernar. Dialogar para gobernar. Dialogar, gobernar, yo. Liderar a los españoles, que han hablado. Votar. Españoles se han expresado: somos la mayoría. Mirada. Izquierda, la mía. Bloqueo, sí. Yo, desbloqueo. Bloqueo de los demás o yo.
Bloqueo de los demás o yo. ¿Nosferatu o Frankenstein?, se pregunta la cronista argentina sobre el futuro de España.
Europa y la historia; presidente es, primer ministro es: el más votado. Me corresponde intentarlo. «Con toda humildad y determinación», solicita gobernar. Nunca fue presidente el que no ganó. Todo eso salvo que yo… Salve, yo. Agradezco, sí. Gracias, todo el mundo. Va a tocar remar. Rema, rema; canta Drexler. Por ahora, estoy a este lado del río. Remo. Remo y despido. Mientras tanto, yo en el centro. Yo, lo que dure, candidato.
Yo, candidato.
Me corresponde intentarlo.
Hemos ganado.
¿Hemos ganado?
Yo, Feijóo.
¡¡¡Ayuso!!! , ¡¡¡Ayuso!!! , ¡¡¡Ayuso!!! ………. , y el Feijóo no se ha enterado todavía je , je .
Salud y Republica .
CUARENTA Y CINCO AÑOS ATRAS
A mis 73 años siento que quieren hacernos retroceder 45 años. Llevarnos a finales de los años 70. Más de la mitad de quienes van a votar, y muchos y muchas que dicen que van a abstenerse, no saben bien lo que hubo, ni lo que pasó para llegar hasta aquí. A finales de los 70 teníamos recién estrenada la Constitución, pero aún no habíamos estrenado la «democracia».
Seguro que si les digo que no podíamos ir por la calle hablando más de tres personas, que no nos dejaban ver según qué películas, ni oír según que canciones, que estuvimos 40 años sin poder votar, que los colegios no eran mixtos por el horror y el terror de esas mentes taradas que el nacionalcatolicismo había creado a que niños y niñas jugasen juntos y juntas… Que podían multarte por dar un beso en la calle, que no podías amar libremente a quien te diese la gana, que organizar una huelga podía llevarte a la cárcel, que las mujeres eran la parte sometida de una sociedad machista y patriarcal que le negó, incluso, su derecho a ser persona. Porque una mujer casada necesitaba el permiso de su marido para abrir una cuenta bancaria, para vender sus propios bienes, para firmar un contrato laboral o para sacar el carnet de conducir.
Seguro que muchos y muchas pensarán que eso son “batallitas de abuelo”. Ya ven que Feijóo ha llegado a decir que lo que pasó hace apenas 80 años eran “peleas de abuelos”. Pero no, así estábamos. Pregunten a sus abuelas y abuelos, incluso a sus padres y madres si, como yo, nacieron en las décadas de 1940 y 1950 del siglo pasado.
Salir de aquello, salir de la dictadura franquista, costó años y años de lucha, decenas de muertos, miles de personas encarceladas. Hoy la extrema derecha, esa que el PP de Feijóo lleva a los gobiernos, quiere devolvernos a esa época.
Quieren que la ciudadanía vuelva a ser esa sociedad domesticada, acrítica, obediente y sumisa que crea que lo fundamental, aunque no tenga sanidad o educación públicas, es la patria y la bandera.
No puede olvidarse ese pasado. Hay que conocer, recuperar la memoria histórica, esa que algunos y algunas pretenden obviar con el argumento de que “hay que pasar página” y abrir un proceso de “reconciliación nacional” que siga dejando el franquismo sin condena y decenas de miles de personas asesinadas y abandonadas por barrancos y cunetas. Es necesario que, quienes no lo vivieron, quienes piensan que la democracia llegó por generación espontánea, sepan que estas cosas, que pasaban en nuestro país no hace mucho, pueden volver.
Apenas conformados ayuntamientos y gobiernos de comunidades autónomas y ya hemos visto, otra vez, los mordiscos y patadas que las derechas dan a derechos y libertades conseguidos tras años y años de lucha y movilización. Apenas llegados instalan la censura en las expresiones artísticas y coartan la libertad de expresión y creación, defienden un trasnochado y patriarcal modelo de familia, niegan y banalizan el machismo cobarde y asesino que mata mujeres, niegan el cambio climático y hacen proclamas patrioteras y populistas. Exhiben, sin pudor alguno, su racismo, su xenofobia y su odio a quienes son diferentes. Quiero confiar en que, el próximo 23 de Julio, aprovecharemos la oportunidad para frenarles. Nuestro voto, que es libre y soberano, va decidir el próximo gobierno.
Más allá de bulos, mentiras, fake news, telebasuras varias, encuestas capciosas y esas “redes sociales” colonizadas por bots difusores de engaños, tenemos elementos suficientes como para saber las opciones y propuestas de quienes se presentan a las elecciones….
https://arainfo.org/45-anos-atras/
Estupendo artículo. Yo yo yo… Sin ver más allá de sus narices. Engreído y mentiroso.
La mentira tiene las patas cortas aunque lo virtual se las alargue.
La gente parece que se estaba aburriendo sin corrupción, la echaba de menos…
La iglesia, como siempre, y hasta algún sindicato, el gran granero de la derecha.
Dios los cría y ellos se juntan.
CSIF pide en Castilla-La Mancha forzar que haya catequistas en todos los centros a jornada completa.
CSIF, sindicado conservador del ámbito funcionarial, solicitó por carta el 21 de junio de 2023 a las directoras y directores de los centros de enseñanza que tomen medidas como no unir al alumnado de diferentes clases para formar un único grupo de religión, de esta forma. Incitan así a tomar medidas contrarias a la racionalización de recursos, multiplicando el gasto de forma innecesaria, y logrando con ello que existan más grupos de religión y por tanto haciéndose necesario contar con más horas que asignar a los catequistas.
También propone el sindicato que en la configuración de los horarios de clase se asignen los que se consideren mejores a las clases de religión, para incentivar la matriculación.
De esta manera, CSIF pone de manifiesto su ánimo de refuerzo del confesionalismo escolar, y de salvaguarda de los intereses de los catequistas. Según indica en su misiva, “la mayoría de los profesores y profesoras tienen JORNADA PARCIALES”.
Esperemos que un nuevo gobierno progresista pueda gobernar y aprendiendo de los errores anteriores,se hagan todas las leyes que se quedaron en el tintero.