Cultura
‘Barbie’: apoteosis de la sátira feminista
Greta Gerwig firma una comedia arrolladora que descolocará a gran parte de su público: no es una película sobre una muñeca, es un luminoso y divertido manifiesto político.
Homer Simpson tenía una frase, genial en su sencillez, para explicar cierto tipo de humor con vocación de denuncia: «Es gracioso porque es verdad». Greta Gerwig ha usado este procedimiento para hacer en Barbie un análisis cultural, tan despiadado como justo, tan exhaustivo como tronchante, del patriarcado dominante. Y lo ha hecho resignificando un icono verdaderamente difícil de redimir: el de la muñeca que representa la imposible mujer perfecta, epítome de toda la toxicidad asociada a la dictadura de la estética. La esencia de su drama, trasladado aquí en clave de comedia, es que Barbie entiende lo que significa ser una mujer de verdad en el mundo real. La película trata, más allá de cualquier otra consideración, del acto de tomar conciencia. Conciencia feminista, por si no ha quedado lo suficientemente claro.
Esto es importante porque mucha gente acudirá a ver Barbie sin saber lo que realmente recibirá: un sanísimo, crítico, revelador y divertido manifiesto político. No es una película infantil sobre un muñeco, como se ha hecho con los G.I. Joe o los Transformers. Su fenomenal campaña de marketing atraerá a los cines a una masa ingente de papás y mamás conservadores, con su numerosa prole de la mano, y realizarán un importante gasto en entradas, refrescos y palomitas. A cambio, estos disciplinados votantes de derechas obtendrán una maravillosa fábula feminista y anticapitalista. Y aunque los tráilers ya daban alguna pista, no lo verán venir. Sólo hay un adjetivo para definir semejante nivel de troleo: épico.
Alguien contaba en Twitter que Carmen Lomana, en el preestreno, se largó de la sala a mitad de la proyección. Claro, Carmen, que será facha pero no es tonta, entendió que la impugnación política del «universo Barbie» no encajaba para nada con su ideología. Queda la duda de si lo entendieron igual de bien quienes acudieron al evento haciendo un despliegue de plastiquete y purpurina que queda claramente ridiculizado en la película.
En la mejor tradición de la sátira, Barbie establece una yuxtaposición entre todo lo que está mal en el mundo real y su chirriante correlación con el discurso capitalista oficial. Hay gente que cree que el capitalismo se nutre de dinero, y hasta cierto punto es así, pero su verdadero combustible son nuestros sueños. Lo importante es soñar. Y la siempre postergada materialización de estos sueños es lo que mantiene su estructura en pie. El «universo Barbie», con sus cuerpos perfectos y su felicidad exterior, es una ensoñación. Ese mundo, de repente, se agrieta cuando la Barbie Estereotípica (Margot Robbie) empieza a experimentar nuevos y desagradables sentimientos. Alguien, en el mundo real, está jugando con ella e imaginando modelos insólitos: la Barbie con Pensamientos Irreprimibles sobre la Muerte o la Barbie con Celulitis.
De bruces contra la realidad
Cuando Barbie viaje al mundo real establecerá un nexo solidario con las mujeres que lo habitan. Este proceso de iluminación adquiere cotas realmente conmovedoras en el rostro de Robbie, una actriz formidable que va transformando poco a poco su personaje, derribando el abominable cliché de la rubia tonta y maciza y convirtiéndolo, a través de su inteligencia, su sensibilidad y su aguda percepción de la realidad, en una activista del feminismo. Todo esto lo realiza, además, dando una clase magistral de comedia. En ese contexto, la cantidad de matices que es capaz de aportar es sencillamente genial. El público ríe, llora y se educa con ella. Lo de Robbie es, en efecto, de otro mundo.
En cambio, el conocimiento del mundo real producirá en Ken (Ryan Gosling) el efecto contrario. Condenado a ser un personaje subalterno en Barbielandia, en nuestro entorno terrenal experimentará una epifanía de tipo machocapitalista. Como el musculitos ignorante que es, encontrará aquí un paraíso para el hombre: el patriarcado. «Es gracioso porque es verdad», diría Homer.
Si un día Simone de Beauvoir y Bertolt Brecht hubieran quedado para escribir un vodevil a cuatro manos les hubiera salido algo parecido a Barbie. Greta Gerwig, en un momento de la película, incluso se permite romper la cuarta pared y jugar la carta del efecto de distanciamiento brechtiano. El público, que se está riendo a carcajadas, no deja en ningún momento de ser consciente como sujeto político. Desde el feminismo, Barbie trabaja en la misma longitud de onda satírica en que lo hacía, desde el antifascismo, El gran dictador. Y ambas, por cierto, hablan de los grandes temas de su tiempo (que desgraciadamente no están tan alejados).
Resulta muy estimulante anticipar todas las críticas que recibirá Barbie por su posicionamiento político: que si el buenismo woke, que si la matraca de la ideología de género, que si el feminazismo… Conocemos a sus artífices, y si nos importara lo más mínimo su enmascarada y lastimosa existencia, hasta disfrutaríamos viéndolos rabiar. Pero no, no nos importa. Digan lo que digan un puñado de incels llorones, Barbie es una película estupenda. Además, rara vez pueden verse los cines llenos hasta los topes y, más raro todavía, ver al público aplaudir al final de la proyección. La experiencia, en esta época de plataformas y aislamiento social, merece mucho la pena.
De feminista nada. Es patriarcal a tope y supercapitalista.
Por favor, no utilicen la palabra feminismo hasta que no se hayan formado bien en la teoría y práctica feminista.
Desde que a Irene Montero se le llenó la boca con esta palabra que no sabe ni lo que significa, ni tiene ninguna formación al respecto, ahora todo el mundo la utiliza y confunden feminismo con los roles de género femenino.
Ya sólo que sea todo rosa y tacones y uñas discapacitantes NO ES FEMINISMO
Que absurda es la pelicula Barbie. Además de un empoderamiento de la mujer sobre el hombre brutal donde al hombre en general lo dejan como un panoli.
Me quedo con el enfoque de Barbie que le dieron en Toy Story 3, esto es una bazofia.
Dicho esto, lo único destacable es la puesta en escena y los decorados. La película en sí es un truño.
Pelicula para progres comunistas y perroflautas.
La película es una batidora de estereotipos y perpetua de roles de género. Presenta datos y como dice otra chica aquí, manipula a los hombres usando su físico, yo no se si intentaron hacer que eso es una sátira, pero desde luego no lo parece, por otra parte con el discurso que despierta Barbie, lo único que es algo crítico en toda la película, despierta o vuelve a manipular a las muñecas, por lo que las posibles lecturas de la gente son numerosas. Es una película absurda, que han usado para amasar dinero y demostrarte como dicen ellos que si la normalidad vende haz una muñeca y que si el feminismo o la lucha por los derechos vende haz una película en la que se mezcle todo sin argumentos y sin una conexión. Si queréis ver una película realmente crítica con el capitalismo y el machismo a lo largo de los años, entonces ver la de la bomba atómica. Una película que si tiene argumento y que es una gran crítica.
«BARBIE» O EL»FEMINISMO» DE HOLLYWOOD DISFRAZADO DE»EMPODERAMIENTO»
Un film que perpetua los peores estereotipos machistas
La película ‘Barbie’, estrenada recientemente y aclamada por la crítica, desvela una realidad inquietante más allá del brillo de su trama. Esta supuesta comedia, «faro del feminismo» según su directora Greta Gerwig, se desviste en un minucioso análisis, mostrándose como un reflejo del sistema capitalista en su máxima expresión. Abrazando estereotipos y roles de género, promueve un consumismo desenfrenado y una obsesión enfermiza por la imagen personal, bajo la bandera de la «superación individual».
El cine, como toda forma de arte, refleja la sociedad en la que se produce. Por ende, no sorprende que películas como «Barbie», aparentemente inocentes y lúdicas, estén impregnadas de la ideología del sistema dominante. Desde la perspectiva de una interpretación política, esta película es más que una historia de una muñeca viviente. Es un espejo que refleja las contradicciones y la alienación inherente al complejo sistema económico y social que ha ayudado a producirla….
https://canarias-semanal.org/art/34746/barbie-o-elfeminismo-de-holywood-disfrazado-de-empoderamiento
Creo que a ninguna luchadora, con valores, le interesa Barbie alguna.
Pérdida de tiempo en estos tiempos más que conflictivos, tiempos de guerra fría, cuando hace falta toda nuestra energía para ir a lo esencial y defenderlo con uñas y dientes.
¿En qué parte de la película has visto que ocurra eso? Es todo lo contrario: Se aprovechan de la simpleza de los Kens, que al final están representando lo que sería la masculinidad frágil y el mansplaining. Las Barbies fingen sentir interés mientras liberan a sus compañeras con un discurso de empoderamiento.
Lo único que puede tener algo de relación con lo que has dicho es cuando les «lavan el cerebro» y ellas están encantadas de ser mujer florero, pero no deja de ser otro cliché y otra crítica de la película.
Anticapitalista? Lo cierto es que gracias a esta película se dispararán las ventas de Mattel….
Y ahora amiguit@s : tod@s a comprar y a coleccionar como loc@s las muñecas de los coj*nes.
Salud.
En la película, lo único físico que usaron fue el cerebro…
Sólo deseo hacer ésta pregunta, si en tu artículo dices:
» [una actriz formidable que va transformando poco a poco su personaje, ]… derribando el abominable cliché de la rubia tonta y maciza y convirtiéndolo, a través de su INTELIGENCIA, su sensibilidad y su aguda percepción de la realidad, en una activista del feminismo «…
¿Por qué el único recurso que le quedó a las Barbies para derrocar a los Kens fue el utilizar su físico y seducirlos para distraerlos?
¿Acaso las mujeres no pueden aspirar a tener otros recursos mas que su cuerpo para conseguir equidad, justicia?
…