Política
VOX también entra en el Gobierno de Extremadura
Guardiola ha cumplido con el guion establecido en el PP: el partido de ultraderecha ocupará la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural
Dijo que nunca entraría en su gobierno el «partido que niega la violencia machista», el partido que «deshumaniza a los migrantes». Mantuvo al partido, al suyo, con la boca abierta durante unos días. Y, finalmente, la candidata María Guardiola ha cumplido con el guion establecido en el PP y con el que la apremiaba su líder, Alberto Núñez Feijóo: VOX formará parte del Gobierno de Extremadura con ella como presidenta. Según el acuerdo alcanzado entre PP y VOX, el partido de ultraderecha ocupará la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural.
Según un comunicado de ambos partidos, las medidas pactadas «están centradas en las prioridades de las familias extremeñas, y en combatir el paro, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación».
Guardiola y el portavoz de VOX en la Asamblea de Extremadura, Ángel Pelayo, firmaron hoy el acuerdo en el Parlamento extremeño. Ambos presentaron juntos el pacto programático y confirmaron que no hay ninguna alusión a la «violencia machista» en el mismo. «Hemos preferido centrarnos en aquello que nos une y no en lo que nos separa», justificó la candidata del PP.
«Si le queda algo de palabra y algo de decencia, debería dimitir», reaccionó, por su parte, Irene de Miguel, líder de Unidas por Extremadura. «Por mentir, por no cumplir su palabra, por anteponer los sillones a sus valores. Esta es la perpetración de una absoluta traición al pueblo extremeño».
Días antes, la propia Guardiola llegó a deslizar que podría llegar a dimitir para no tener que pactar con la formación neofascista. Finalmente no llegó a ese extremo y explicó por qué: «Era una posibilidad y, después de haber reflexionado mucho, llegué a la conclusión de que esa hubiera sido una salida muy fácil que sólo beneficiaba a quienes quieren que todo siga igual».
«Por fin, la cordura y el cambio han llegado», decía Pelayo, satisfecho. Menos alegre, a su lado, se mostraba la candidata del PP, que llegó a calificar el proceso de llegar a este acuerdo como algo «doloroso». Superado el dolor, ayer acercaron posturas, precisamente el mismo día que Francisco Piñol, concejal de Vox en Mérida, pedía la retirada de la bandera LGTBI del ayuntamiento equiparando la homosexualidad con un delito: «Si seguimos saltándonos la ley, el día de mañana vamos a ver la bandera de los pedófilos y vuestros hijos y mis nietos pueden estar metidos en eso».
Con el pacto ratificado hoy, Extremadura se convierte en la tercera Comunidad Autónoma que incluye en sus gobiernos a políticos de extrema derecha después de Castilla y León y la Comunidad Valenciana.
No ha mentido, ha cambiado de opinión. PP/VOX = PSOE/UNIDAS VIOLEMOS.
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Europa Press Asturias