Sociedad

La evolución de la calidad de vida en España: pobreza, exclusión residencial y antidepresivos

Fuhem Educación + Ecosocial ha elaborado un estudio sobre la calidad de vida en España, basándose en parámetros como la alimentación, la movilidad, la vivienda, el empleo o la salud mental.

Dos albañiles en la obra/PxHere.

El 27% de la población española se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social y la pobreza infantil afecta en España a uno de cada tres niños menores de 16 años. Son, quizá, las dos conclusiones más preocupantes del I Informe Ecosocial sobre Calidad de Vida en España, elaborado por Fuhem Educación + Ecosocial, una fundación independiente que promueve la justicia social, la profundización de la democracia y la sostenibilidad ambiental, a través de la actividad educativa y del trabajo en temas ecosociales.

En un mundo, señalan, en el que “convive la ostentación más despilfarradora con la necesidad más apremiante, no parece que podamos asumir como bueno el modo de vida imperial, que niega a la mayoría un presente y a la humanidad su futuro”.

Por ello, “debemos cuestionárnoslo y preguntarnos: ¿qué cabe entender por bienestar, calidad de vida o vida buena en el contexto de crisis ecosocial en el que estamos?”.

Para medir la calidad de vida, recuerdan, se ha utilizado históricamente el PIB. Sin embargo, “éste sólo ofrece una aproximación a la medida del tamaño de una economía en términos monetarios. En ningún caso fue diseñado para evaluar el bienestar o el avance de una sociedad”.

Huyen de este baremo y focalizan la investigación en algunos indicadores fundamentales, como son, principalmente, la alimentación, la vivienda o la movilidad. Entre los tres suponen alrededor de la mitad del consumo de los españoles en términos de gasto.

Se gasta más en alimentación, pero se compran menos alimentos

El gasto alimentario ha ido aumentando debido al incremento de los precios. Por lo tanto, esto no ha supuesto un mayor volumen adquirido, sino todo lo contrario.

Las características generales de las costumbres alimentarias (organización de las comidas, dieta, etc.) se mantienen, aunque se está produciendo una cierta estandarización del modo de consumo (por ejemplo, aumento de compras en grandes superficies). Esto es muy relevante en los hogares más pobres, que pueden permitirse una dieta menos variada y de menor calidad, incluso en alimentos básicos.

La OCDE, subrayan, apunta a España como uno de los Estados europeos donde la obesidad se ha incrementado más en los últimos años (alrededor de un 7% entre 2010 y 2020). Especialmente entre aquellos colectivos que han experimentado un empeoramiento sustancial en sus condiciones materiales y derechos sociales.

En ese sentido, las mujeres españolas con un nivel educativo bajo y menos recursos tienen una probabilidad de tener sobrepeso 3,5 veces mayor que las mujeres con nivel educativo alto. En términos de actividad económica, las personas más obesas son las desempleadas, aquellas que no pueden trabajar o lo hacen en un ámbito doméstico.

La obesidad, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la principal epidemia no infecciosa del siglo XXI, constituye uno de los grandes problemas sanitarios en las sociedades de abundancia alimentaria. A lo que hay que añadir, exponen en el estudio, “los intereses de las grandes empresas de distribución, protagonistas crecientes de las cadenas alimentarias. Éstas contribuyen a la conformación de un entorno alimentario en el que predominan los alimentos altos en azúcares y grasas, más rentables, fuertemente publicitados y al alcance de todos los consumidores”.

No se apuesta por el transporte público

La movilidad y el transporte es la partida de gasto más importante. A pesar de que la mitad de los desplazamientos de la vida cotidiana todavía se producen a pie o en bicicleta, cuando se trata de recorrer cierta distancia el campeón es el coche privado. En la movilidad interior, representa el 78% de los desplazamientos, por el 22% del transporte colectivo. Con las directas consecuencias de esto en la calidad del aire de las ciudades.

La mayor parte del gasto en transporte está destinado al combustible y mantenimiento del vehículo (854 euros por persona). Una parte considerable también se gasta en la adquisición de nuevos vehículos (531 euros por persona).

Destacan en este apartado las inversiones públicas que se han hecho para la construcción de grandes infraestructuras (ferroviarias, autopistas, ampliación de aeropuertos). Que se ha traducido, sostienen, “en un sobredimensionamiento que responde más al interés privado –sobre todo del sector de la construcción– que a las necesidades reales de la ciudadanía”.

Vivienda: hacinamiento entre los pobres y exclusión residencial

El informe FOESSA, destacan en Fuhem, apunta a la vivienda como el determinante social más importante para explicar los procesos de exclusión social. Incluso tanto o más que el empleo.

Una de cada tres personas en España vive en una vivienda tipo apartamento, mientras que el resto lo hace en casas, adosadas o no. El grado de hacinamiento se muestra relativamente bajo en comparación con el promedio europeo, habiéndose mantenido estable —en torno al 5%— en la última década.

Lo que sí resulta especialmente reseñable aquí es la importante diferencia que existe en relación con la población en riesgo de pobreza, entre la que el grado de hacinamiento es mayor —12,2% en el último año del periodo estudiado—.

Más de tres cuartas partes de la vivienda se encuentra en régimen de propiedad, aunque en los últimos años se ha producido un aumento inusual de la demanda en el mercado del alquiler —correspondiente al 21% entre 2007 y 2019—. En el caso de la vivienda en propiedad, ha mostrado signos de descenso en los últimos 10 años.

Una parte importante de ese incremento de la demanda de alquiler ha venido de la mano de la población joven. La juventud que accedía a una vivienda en propiedad llegó a alcanzar el 58,1% en 2007, hoy apenas supera el 25%.

La sobrecarga de gasto debido a la vivienda, cuando es en propiedad, no llega al 9%. En el alquiler, cuatro de cada 10 destinan el 40% de sus ingresos y una quinta parte dedica más del 60%.

Pese a su importancia, enfatizan, la vivienda representa una de las partidas minoritarias del gasto público, en clara contracción desde finales de los años noventa y, sobre todo, a partir de 2008. Este reducido gasto público en vivienda tiene su reflejo en los bajos porcentajes de vivienda de alquiler social respecto al total de viviendas. En 2020, se situaba en apenas el 1,1%.

Según el Observatorio de Vivienda Asequible de la Asociación Provivienda, el problema de la vivienda asequible afecta en España a 4,5 millones de personas, que se encuentran en situación de exclusión residencial.

La brecha de género

La situación del mercado laboral, lógicamente, es otro de los aspectos basilares para calibrar la calidad de vida en un país. El análisis al respecto de Fuhem, por ser anterior, no tiene en cuenta los efectos de la reforma laboral. Sí determina, no obstante, una serie de rasgos que, quizá apocados, pero siguen estando presentes.

El trabajo remunerado en España, señalan, tiene un carácter muy estacional y una estrecha ligazón a la coyuntura de la crisis económica. Eso ha provocado un descenso en el número de horas extraordinarias y la prevalencia de las horas no pagadas frente a las pagadas a partir de ese momento.

La duración media de la vida laboral se viene incrementando, hasta los 35,2 años (2018), especialmente por el aumento de la vida laboral en las mujeres, así como el crecimiento de la edad media de jubilación.

Básico para escudriñar en la brecha de género es el trabajo no remunerado: lo realizan principalmente mujeres (20% del tiempo total frente al 10% de los varones). Se refleja especialmente en lo que tiene que ver con los trabajos rutinarios del hogar (11% femenino frente al 4% masculino), los cuidados (4% frente al 2%) y las compras (2,2% frente a 1,4%).

Los trabajadores pobres

Todo lo anterior, indican, provoca que el 27% de la población española se encuentre en riesgo de pobreza o exclusión social. Este porcentaje se ha incrementado un 16% desde 2008, superando el umbral de los 13 millones de personas afectadas.

La pobreza infantil afecta en España a uno de cada tres niños menores de 16 años, siendo ya el tercer país con mayor tasa de pobreza infantil de toda la UE.

La precariedad laboral, resaltan, «reduce derechos e impide garantizar una vida digna para amplios sectores de la población». En torno al 15% de la población ocupada de España, pese a tener trabajo, se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.

La desigualdad ha aumentado considerablemente en los últimos lustros, sobre todo por la concentración del ingreso y la riqueza en los más ricos. Entre 2012 y 2019, la participación en la renta nacional del 1% más rico se incrementó en casi cuatro puntos porcentuales, superando en 2019 en 2,7 puntos los ingresos salariales del 50% de la población con menor renta.

Salud mental: España, a la cabeza en el consumo de tranquilizantes y antidepresivos

¿Hay calidad de vida en España? Las cifras anteriores ponen muy en entredicho una respuesta afirmativa. Y una de las principales consecuencias de la (mala) calidad vital es su afección en la salud mental.

Como asevera Fuhem en uno de los últimos apartados del estudio, el modo predominante de producir y consumir ha puesto la vida bajo la tiranía de la eficiencia. Las pulsiones sociales terminan por socavar la soberanía temporal, menoscabando la autonomía y la salud de las personas.

Entre los síntomas de esta sociedad del rendimiento se encuentran el cansancio y el padecimiento de numerosos malestares sociales (ausencia de las condiciones adecuadas para un buen descanso, ansiedades, depresiones, etc.).

España se encuentra entre los países con un mayor nivel de consumo de tranquilizantes y antidepresivos. Esta tendencia que se muestra imparable en las dos últimas décadas. El 10,7% de la población española toma tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir (con mayor intensidad entre las mujeres). Lo mismo ocurre con el 5,6% de la población que ingiere antidepresivos o estimulantes.

La forma y ritmos de vida, continúan, están afectando a los vínculos sociales, aislando y fragilizando a las personas, de manera que está aumentando la soledad y el aislamiento social.

Se observa una creciente desconexión con el futuro “y su manifestación más extrema es la evolución creciente de las tasas de suicidio en las últimas seis décadas”.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Renta 2022: seguimos reclamando el derecho a la objeción de conciencia a los gastos militares.
    Cada día nos llegan informaciones de la guerra de Ucrania, que se desarrolla en Europa, olvidando los 38 conflictos armados restantes que existen en el mundo. Pese a que la historia de la humanidad demuestra que la solución de los conflictos no se resuelven con las armas, sino con el diálogo, España sigue apostando por incrementar el gasto militar utilizando nuestros impuestos, sin preguntarnos si queremos colaborar. Objetores y objetoras que no creemos en las armas ni en los ejércitos, en la declaración de renta seguimos haciendo uso de la herramienta que tenemos como sociedad civil para reclamar que nuestros impuestos no sean utilizados para el mantenimiento de la estructura militar y en detrimento de gasto social. La herramienta se llama objeción fiscal al gasto militar.
    Hasta el 30 de junio (el 27 de junio para las positivas) hay tiempo para realizar la declaración de la renta y objeción fiscal.
    Colectivos antimilitaristas y de paz de todo el Estado español promotores de la objeción fiscal al gasto militar, seguimos año tras año, denunciando el enorme gasto mundial, que según datos del SIPRI -Stockholm International Peace Research Institute-, sitúa a España en el 17º país en el ranking mundial en gasto militar y 7º en exportación de armas.
    Pese al aumento de la pobreza constante en el estado español, una inflación desbocada y una pérdida constante del poder adquisitivo de la clase trabajadora, el Estado ha elevado un 11,28 % el gasto militar respecto a 2022. Quizás (por supuesto de bueno) mañana se acabe la guerra en Ucrania, pero el problema no habrá terminado porque se seguirán fabricando y exportando armas.
    El armamentismo va contra la vida, y no sólo cuando se utiliza en conflictos, sino con su sola producción, dado que acelera el agotamiento de materiales y sumideros imprescindibles para el mantenimiento de la vida.
    Es la sociedad civil quien debe detener ese despropósito y determinar si quiere que España sigue estando en el ranking de exportaciones de armas.
    Como cada año, el Centre Delàs ha publicado una guía práctica para la objeción fiscal al gasto militar para la campaña 2023 (renta 2022)
    ¿en qué consiste?, ¿existe peligro de represalias?,¿cómo se hace?…
    https://www.ecologistasenaccion.org/evento/renda-2022-seguim-reclamant-el-dret-a-lobjeccio-de-consciencia-a-les-despeses-militars/

  2. EL DINERO DEBE DESTINARSE A LAS NECESIDADES MÁS APREMIANTES DE LA SOCIEDAD, TAL COMO AL MINISTERIO DE LA GUERRA/OTAN.
    NO SON TIEMPOS DE COOPERACION Y DE ACUERDOS DE PAZ, ESTO ES DEMODÉ, ESTO ES DE CARROZAS. HAY QUE SER MODERNOS, CHICOS.
    ¿y que opina el pueblo?: zzz. zzz. zzz. zzz.

    La OTAN comienza en Alemania las maniobras ofensivas más grandes de su historia
    Con el apoyo y participación del gobierno de Sánchez.
    La OTAN comienza en Alemania las maniobras ofensivas más grandes de su historia
    El ejercicio aéreo más grande de su historia, sirve para mostrar las capacidades de la alianza militar.
    Unos 10.000 participantes y 250 aviones de 25 naciones responderán a un ataque simulado contra un miembro de la OTAN. Solo Estados Unidos está enviando 2.000 efectivos y alrededor de 100 aviones. Suecia, que espera unirse a la alianza, y Japón también participan en el ejercicio.
    “Este es un ejercicio que sería absolutamente impresionante para cualquiera que esté mirando, y no hacemos que nadie lo mire”, dijo la semana pasada la embajadora de Estados Unidos en Alemania, Amy Gutmann.
    El jefe de la Luftwaffe, el teniente general Ingo Gerhartz, dijo a la televisión alemana: «El ejercicio es una señal sobre todo para nosotros, los países de la OTAN, pero también para nuestra población, de que estamos en condiciones de reaccionar muy rápidamente… que seríamos capaces de defendernos». la alianza en caso de ataque.”
    Eliminó las preocupaciones del sindicato de controladores de tráfico aéreo GdF de que el simulacro interrumpiría los vuelos civiles: “Espero que no haya cancelaciones; puede haber retrasos en el orden de los minutos aquí y allá”, dijo el teniente general Gerhartz.
    Mientras tanto, en el Pacífico, en un simulacro naval multinacional que probablemente agrave las tensiones chinas con Occidente, barcos de Japón, Francia y Canadá se unieron a dos portaaviones de la Marina de los EE. Fleet pregonó. (Insurgente.org)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.