Política
El anuncio de Sánchez que anuló sus propios anuncios
Hay descontento e incertidumbre entre las personas que habían recibido como agua de mayo los anuncios de Pedro Sánchez que ahora quedan en el aire tras la convocatoria de elecciones.
La campaña de las municipales y autonómicas fue tomada prácticamente por todas las fuerzas políticas como el ensayo de las generales, previstas, hasta este lunes, para final de año. El mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no paró de lanzar anuncios allá por donde iba. «A ver si vamos a llegar antes a la Luna que a Torreblanca con el Tussam«, dijo con mucho arte la candidata de Adelante Andalucía para el Ayuntamiento de Sevilla, Sandra Heredia, al candidato socialista, Antonio Muñoz, tras la visita de Sánchez, el pasado 13 de mayo. El presidente había contado en un mitin que había hablado de la capital andaluza, sede de la Agencia Espacial Española, en su último encuentro con el presidente norteamericano, Joe Biden, del que había arrancado una colaboración con la NASA. «Antonio, de Sevilla a Marte pasando por la luna”, presumió Sánchez. Dos semanas después, las urnas han dado la alcaldía al candidato del PP, José Luis Sanz.
Prácticamente nada, ni siquiera los nefastos resultados electorales de este domingo para el PSOE y para las formaciones a su izquierda, hicieron prever que Sánchez anunciaría una convocatoria de elecciones anticipadas apenas unas horas después. Las redes sociales se han llenado de comentarios y memes. «Pedro Sánchez es ese amigo que ve cómo la fiesta va decayendo y de repente aparece con unos chupitos de Jäger», fue uno de los tuits más difundidos. «En cuanto a golpes de efecto, giros de guion, no hay quién le gane», escribió, a modo de resumen, el conocido periodista Jordi Évole.
Y aunque nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá el próximo 23 de julio –teniendo en cuenta, además, el manual de resistencia del líder socialista–, sí hay descontento en colectivos afectados por leyes que se quedarán sin aprobar y bastante incertidumbre entre personas que habían recibido como agua de mayo –nunca mejor dicho– esos anuncios a golpe de mitin.
«Yo espero que esto se pueda aprobar; si no, me quedo sin hipoteca», comenta una mujer de unos 40 años a la salida de unas extraescolares. Se refiere al aval anunciado por el Gobierno para jóvenes de menos de 35 años y familias con hijos menores. Ella ya temía, antes del adelanto electoral, que se pudiera aprobar en lo que quedaba de legislatura. «Voy a ver un piso esta semana, pero no sé. Aunque, bueno, sigo confiando», continúa su reflexión. La Ley de Vivienda, que tanto enfrentamiento generó entre los socios de gobierno, se ha salvado por unos días y está por ver cómo se aplica en las comunidades gobernadas por el PP.
Del olvido oncológico a la ley de economía social
«El derecho al olvido oncológico será una realidad de aplicación inmediata. Para dejar atrás la enfermedad y avanzar en igualdad de oportunidades. Porque las personas que han superado un cáncer no deben ser discriminadas en la búsqueda de un empleo, un seguro o una casa», anunció Sánchez en el mismo mitin en Sevilla. El objetivo era declarar nulas todas las cláusulas basadas en los antecedentes oncológicos que excluyan o que discriminen a la hora de contratar productos o servicios. Sí ha entrado en vigor la medida para los conductores que han superado un cáncer. Pero ya no hay margen para hacer realidad un anuncio muy esperado por las personas que han sufrido estas discriminaciones y las asociaciones afectadas. Este mismo miércoles estaba prevista una reunión en el Senado con ellas.
«Hola. Sólo vengo a decir que la Ley del Olvido Oncológico no se va a aprobar y puede que mucha gente acabe de perder aquí su oportunidad de tener una vida normal si consiguen recuperarse del cáncer, de la pobreza que provoca y de sus secuelas», escribe Alex en Twitter. «A vosotros, muchos, estas leyes os importan un pimiento, pero a otros nos importaban mucho… ¿Y ahora qué?», lamenta Sonia.
No es la única ley o medida que se queda en el aire. Según han recopilado diversos medios, el anticipo de elecciones dejará sin aprobar unas 60 normas. Entre ellas, se encuentra también la Ley de Salud Mental, la Ley de Familia –que, entre otros avances, preveía que las familias monomarentales tuvieran los mismos beneficios y derechos que las numerosas–; la Ley de Economía Social, que pretendía impulsar un sector que aporta el 10% del PIB; la Ley del Cine y el Audiovisual; la Ley del Desperdicio Alimentario; la Ley de Movilidad Sostenible; y el decreto de sequía, que incluía ayudas a los agricultores. Tampoco se aprobará el descuento del 50% del Interrail europeo para jóvenes este mismo verano.
En Sevilla, como denunciaba la candidata Heredia –que no ha obtenido representación en el Ayuntamiento–, trasladarte en autobús público desde el centro al barrio de Torreblanca, seguirá llevando una media de 45 minutos a una hora. El próximo alcalde de la capital andaluza, al final de la campaña, sorteó un patinete entre quienes lo siguieran en su cuenta de TikTok y contaran qué les preocupaba.
EL FIN DEL CICLO MUNICIPALISTA, Juán Mérida Conde.
El fin del ciclo municipalista (y de la llamada “nueva política”, dicho sea de paso) supone el freno de políticas en favor de la movilidad sostenible, la remunicipalización de servicios, el apoyo a la vivienda social, las ayudas sociales…y en cambio se evidencia una recomposición del Régimen anterior a 2015 con el añadido de la llegada al gobierno de la extrema derecha: fuerzas que promoverán el modelo de ciudad negocio, negarán el cambio climático y fortalecerán los discursos de odio hacia el diferente.
A nadie se le escapa que desde que las confluencias llegaron al gobierno en 2015, estuvieron sometidas a un constante ataque de desestabilización orquestado por los grandes poderes a «solysombra»: medios de comunicación, funcionariado del stablishment (ley y orden), representantes políto-sociales y grandes empresas. Toda una estructura bien engrasada desde las altas esferas estatales dedicada a construir los relatos y las condiciones de acción del tablero político local. No importa que todas las imputaciones fueran archivadas: “todos los políticos son iguales”. No importa que la okupación fuese residual y el problema real sea el acceso a la vivienda: “la propiedad está en peligro”. No importa que ETA ya no exista: “los terroristas están en las instituciones”. No importa que se garanticen mayores derechos a las mujeres, “todos los violadores a la calle”. Bajo este marco impuesto, se esconden los verdaderos problemas de la ciudadanía: trabajo, vivienda, salud, educación, alimentación …aquellos que deberían ser tema central de debate público y que los poderes a «solysombra» quieren evitar. De hecho, una nueva ola de privatización está en camino….
La crisis del capitalismo avanza inexorablemente, y no será fácil para la derecha gestionar un contexto de inflación galopante, escasez de recursos por la crisis climática y exclusión en aumento. Este cóctel debe generar respuestas articuladas, democráticas y contundentes desde todos los frentes progresistas. Si no, la alternativa es un fascismo ecosocial basado en “la escasez para los míos”. El fin del ciclo no es el fin del municipalismo, ni mucho menos las ideas que se promovieron entonces: participación, proximidad, cuidados, arraigo, común… habrá que seguir la lucha.
https://arainfo.org/fin-del-ciclo-municipalista/
Por suerte existen Canal Red y el CIS de Tezanos para informarse verazmente…
Luis Gonzalo Segura:
«Pero ¿Cómo es posible?», es la pregunta que cualquiera que se acerque a la realidad española de vez en cuando se formulará. ¿Cómo es posible que haya ganado en Madrid el Partido Popular tras los múltiples casos de corrupción, las huelgas de sanitarios y docentes o las comisiones del hermano de Ayuso o los amigotes de Almeida? ¿Cómo es posible que ganase en Valencia, donde las consecuencias de la corrupción del PP todavía desangran a la comunidad? …
En primer lugar, habría que señalar a los medios de comunicación. La mayoría de los altavoces españoles están en manos de un poder fáctico (BIEN CEBADO) que siente comodidad con el Partido Popular y su corrupción y acepta con agrado la alternancia con el PSOE, un partido prosistema, siempre que este no se apoye en la centroizquierda.