Medio ambiente | Sociedad
Zaragoza tiene una zona de bajas emisiones provisional, a pesar de haber tenido dos años para crearla
Todas las grandes ciudades españolas sobrepasan los umbrales de contaminación del aire recomendados por la OMS, aunque no los de la Unión Europea. Repasamos los datos de algunas de ellas. Hoy: Zaragoza.
Este artículo sobre Zaragoza forma parte de un dossier más amplio titulado ‘Ciudades inhabitables’ y se publicó originalmente en #LaMarea93. Puedes conseguir la revista aquí.
Zaragoza cuenta con una Estrategia de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud que se aprobó en 2019. El 1 de enero de 2023 se puso en marcha una zona de bajas emisiones provisional en el casco histórico, que se irá completando a lo largo de todo el año. La creación de la misma se estipuló en la Ley de cambio climático y transición energética -aprobada en mayo de 2021- y debía estar en funcionamiento antes de 2023.
En este espacio, solo podrán circular vehículos con etiqueta ambiental B, C, ECO y CERO. Durante la primera fase, advierten, no se aplicarán sanciones. Tendrá “un marcado carácter didáctico y se trabajará en la concienciación progresiva hasta la aprobación de una nueva ordenanza”.
Es una de las pocas ciudades españolas que cuentan con una Red de Calidad del Aire propia e independientes de la comunidad autónoma, validada por el Instituto Carlos III, dispone de ocho estaciones de medición, cuatro meteorológicas, un centro de coordinación y cinco paneles informativos.
Siete de los medidores se colocaron en 1990. En 2002, se realizó un estudio de zonificación en el que se establecieron tres tipos de zonas diferentes, según las condiciones establecidas en la Directiva europea 1999/30/CE: zona de tráfico, zona industrial y zona de fondo. En ese momento, se modificó la ubicación de las anteriores y en 2018 se instaló la octava.
Hubo dos cambios más, que afectaron a cuatro de las ocho estaciones: se hicieron, informan fuentes consistoriales, para adaptar las estaciones a las directivas europeas y a los reales decretos del Gobierno central. En 2022 no se superaron los umbrales para los distintos contaminantes en ningún momento y, por tanto, no hizo falta activar el único protocolo de actuación ante episodios de alta contaminación que posee la capital del Ebro: el que afecta al NO2. Para saber qué hubiera pasado con unos límites menos laxos, hay que irse al detalle de las estaciones de medición, y este aparece en el último informe sobre la calidad del aire que se ha publicado, el correspondiente a 2021.
Zaragoza sobrepasa algunos límites
En dicha anualidad solo se superaron los límites para el O3, aunque en menor número de veces que el permitido por la legislación. Respecto al NO2 (que se mide en las ocho estaciones), con las recomendaciones (que serán exigencias) de Europa, se habría superado, en cuanto al promedio anual, en cuatro de ellas. Y, como es habitual, en todas con base en lo recomendado por la OMS. Siete estaciones miden las partículas PM10 y en una se hubiera rebasado la cifra marcada por Bruselas. En cinco, según la OMS. Solo hay dos medidores para las PM2,5 y en ambos la media anual fue más alta que la petición de la OMS, aunque estuvo por debajo de lo que reclamará la CE a finales de 2023.
De los 350 autobuses que forman la flota, 21 son eléctricos y 111 híbridos. Al principio de la actual legislatura había 76 híbridos y ningún eléctrico. En los próximos meses, afirman, se incorporarán otros 51 eléctricos.
Respecto a las zonas verdes, hay más de 11 millones de metros cuadrados (7,5 millones de jardines, 170.000 árboles y más de 90 parques). A ello hay que sumar el proyecto El Bosque de los Zaragozanos, que consiste en la plantación de 700.000 árboles en los años venideros. Y en cuanto a la red de carriles bici, discurre por unos 200 kilómetros, tras ejecutarse alrededor de 70 desde 2019.
Actualización: 24 mayo de 2023, 19h