Política
El Gobierno elimina dos privilegios fiscales de la Iglesia
Desde Europa Laica consideran que el acuerdo es "una cortina de humo totalmente insuficiente que no entra en el fondo del problema"
Hasta ahora, la Iglesia estaba exenta de pagar las Contribuciones Especiales y el Impuesto sobre Consutrcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Tras un acuerdo entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal Española (CEE), la institución religiosa perderá estos privilegios fiscales, según ha anunciado el Minsiterio de Presidencia a través de un comunicado conjunto con la CEE.
El objetivo, explican desde el Gobierno, es «equiparar el régimen fiscal de la Iglesia católica con las entidades sin ánimo de lucro, conforme al principio de no privilegio y no discriminación». De esta manera, el Ejecutivo derogará la Orden Ministerial de 5 de junio de 2001 del Ministerio de Economía y Hacienda, donde se regula la inclusión del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICO) en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos.
Según Presidencia, el acuerdo ha sido posible gracias a la «voluntad compartida» de la Administración central y la Conferencia Episcopal. Hoy mismo se hará efectivo dicho pacto «mediante el correspondiente canje de notas entre el Gobierno y la Nunciatura Apostólica».
Una «cortina de humo» para Europa Laica
La Iglesia seguirá manteniendo exenciones fiscales en el pago, entre otros, del Impuesto de Bienes Inmubles (IBI). Ante esto, desde Europa Laica consideran que el anuncio es una «cortina de humo totalmente insuficiente que no entra en el fondo del problema». Juanjo Picó, representante de la organización, denuncia que se trata de «una contraprestación pobre si se compara con todos los privilegios fiscales que tiene la Iglesia».
Para Picó, «el meollo» son los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 1979, entre los que se incluyen la asignación tributaria a través de la casilla en la declaración de la renta o la exención en impuestos de calado como es el IBI, incluso en el caso de los edificios con rendimiento mercantil: «También habría que hablar de las inmatriculaciones de la Iglesia», explica.
De acuerdo con los datos de Europa Laica, estos diferentes acuerdos permiten a la Iglesia católica en España ahorrar unos 2.000 millones de euros al año. Ante esto, aseguran que el acuerdo supondrá un desembolso mínimo para la institución religiosa y piden al Gobierno que dé los datos exactos. En una entrevista en la Cadena Ser, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha asegurado que la eliminación de ambas exenciones supondrá más de 16 millones de euros para los ayuntamientos cada año.
La Iglesia no renuncia a ningún privilegio, es una exigencia europea.
Europa Laica denuncia una vez más este tipo de escenografías gatopardianas que no son sino una cortina de humo que ocultan los temas más importantes a resolver en la relación Iglesia-Estado.
– El 11 de abril comienza la Campaña de la Declaración de la Renta. Como todos los años, Europa Laica informará y dará argumentos para NO MARCAR NINGUNA DE LAS DOS CASILLAS DEL IRPF. Tampoco la casilla de Fines Sociales ya que más del 50% de lo que se recauda va a organizaciones del entorno de la Iglesia. Todos los impuestos deben ir a la hucha común y la Iglesia Católica se debe autofinanciar.
Efectivamente las inmatriculaciones tienen que volver a ser públicas, deben de cotizar cuando cobran por entrar en los recintos por ellos gestionados.
Quien marca la casilla de la iglesia también debe de obtener el descuento al igual que cualquier donación cultural o a ONG.
Los religiosos deben dejar de cobrar del estado al igual que cualquier religión.
Lo que tienen que eliminar
todos los gobiernos del mundo catolico, es ésa aberración juridico- moral llamada » Derecho Canonico», inventada por los Papas más inmorales . En efecto lo que el Vaticano llama «Derecho Canonico», debía llamarse Derecho a la Absoluta Impunidad Clerical, pues, de éso, y de nada más, trata ése seudo Derecho. En efecto, como institución el Derecho Canonico es sólo un artilugio carente de toda legitimidad, inventado por Papas y cardenales la mar de pecadores para escapar de la legítima Justicia civil. O sea, para escapar del trullo cuando comenten delitos tan aberrantes cómo violar niños.
En Latinoamerica, donde la Iglesia es todavía muy fuerte, la pedofilia clerical es pan de cada día, en especial en el campo y en barrios pobres de ciudades. Sin embargo, con la ayuda del Derecho Canonico, los obispos bloquean la acción
de la justicia ordinaria y de ese modo resulta casi imposible meter en la carcel a los curas pedófilos. Lo que hacen los obispos es mudar a los curas pedofilos a otras parroquias donde, generalmente reinciden y así con los años se convierten en pedofilos seriales.
Inclusive desde el punto de vista teológico y doctrinal, el Derecho Canonico es una aberración y constituye una blasfemia. Efectivamente, supone poner «leyes» inventadas por la alta jerarquía catolica (con fines no santos) por encima de la Ley Divina y esto equivale a negar la infinita perfección, omnipotencia y omniciencia de Dios, lo cual constituye una clara blasfemia. La moral y la Justicia divinas estan corporizadas, según los propios teólogos, en los Diez Mandamientos y en las enseñanzas de Jesús. Por tanto, la Iglesia no debería necesitar de ningun Derecho Canonico para practicar la Justicia.