Miles de personas han salido a la calle este domingo –30.000, según la Delegación del Gobierno– contra la política sanitaria del Gobierno madrileño. «Ayuso dimisión» ha sido una de las principales reivindicaciones junto a «Sanidad pública«.
«En unos momentos críticos que afectan considerablemente a la salud de toda la población y, tras casi tres años del cierre, señalamos que el caos vivido en el comienzo de los nuevos Puntos de Atención Continuada y todo lo que concierne a atención primaria es reflejo de un proyecto que ha sido diseñado sin previsión, ni rigor y a espaldas de vecinos, vecinas, personas usuarias y pacientes, que para nada les importan», denuncia la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública en Madrid.
La protesta coincide con las urgencias saturadas en varios hospitales y la huelga en atención primaria de la capital. A ella han acudido las dirigentes de Más Madrid y Unidas Podemos, Mónica García y Alejandra Jacinto, quienes han recurrido a versos de la nueva canción de Shakira para denunciar la gestión privatizadora de Ayuso.
El pasado noviembre, miles de personas –200.000, según Delegación de Gobierno– ya salieron a la calle para denunciar las mismas cuestiones.
Puedes leer más abajo las claves de las deficiencias en Madrid y el análisis del estado de la sanidad en el resto de comunidades autónomas.
Perturbación mental extrema y aguda + extremismo radical + ansias por saquear y robar lo ajeno y lo público……. ; ¿de verdad que es esto lo que quieren seguir teniendo l@s madrileñ@s ?.
Aunque el penoso y agonizante reino de Españistan también apesta a podrido……….
Salud.
Gastos militares para políticas de salud pública y sanidad. Contra la guerra y el militarismo.
CAS Estatal (Coordinadora antiprivatización de la Sanidad), 8 enero 2023.
La guerra de Ucrania y las presiones de la OTAN han provocado en todos los países de nuestro entorno, un incremento del gasto militar, la ruptura de las cadenas de suministro tradicionales, y el brutal incremento de los costes energéticos alternativos, arrastrando a Europa a una profunda depresión industrial. Esta situación,en la que los principales beneficiarios son los dos imperios en lucha, está provocando el rearme de los Estados, con el consiguiente incremento del gasto militar, acompañado de una reducción del gasto social, lo que está acelerando aún más el deterioro de los “servicios públicos”.
En lo que respecta al Estado español, nuestro sistema sanitario, muy debilitado tras dos décadas de privatizaciones y la nefasta gestión realizada durante la crisis del Covid, se resiente en todos los territorios. Durante la primera ola, en pleno confinamiento, el Gobierno elevó a la categoría de héroes a los sanitarios, azuzó los aplausos de las tardes, y hasta anunció la posibilidad de blindar la sanidad en la Constitución. Poco después PP, Unidas Podemos y PSOE aprobaron en el Parlamento el Acuerdo de Reconstrucción de la Sanidad. Hoy sabemos en que consistían las promesas y los acuerdos: cierre de centros, abandono de las zonas rurales y de los barrios marginales, precarización aún mayor de los profesionales, listas de espera en máximos históricos, graves retrasos en la atención a los pacientes más vulnerables, colapso de la atención primaria, pacto de silencio frente a la situación de las residencias y la masacre de los ancianos, sobremortalidad que ninguna institución quiere estudiar, etc.
Mientras esto ocurre, en medio de la peor crisis social en décadas, con niveles de inflación desconocidos desde hace 30 años, el “gobierno de izquierdas” se ha aliado hasta con la extrema derecha, para financiar con nuestros impuestos armas para atizar la continuidad de la guerra. Sus organizaciones satélites han cerrado filas, y con el cinismo que les caracteriza, mientras con la mano izquierda movilizan a la población reclamando “sanidad pública”, con la derecha no solo ocultan las causas y los responsables del deterioro sanitario, sino que callan ante el brutal incremento del gasto militar para alimentar la carnicería de jóvenes ucranianos y rusos que se está llevando a cabo1. Para no romper el consenso, hasta el Borbón Felipe VI acaba de hacer un llamamiento al rearme y al aumento de la inversión militar, mientras no pide lo mismo para evitar la quiebra del sistema sanitario para poder garantizar una atención sanitaria digna de la población.
Están claras las prioridades del “gobierno de izquierdas”. Frente a los 10.000 millones de € anunciados para el paquete anticrisis, se presupuestan 48.000 millones de € para gasto militar. Gasto militar que se debería dedicar a rescatar el sistema, reforzando los centros de gestión directa del Sistema Nacional de Salud (SNS), sin que un solo euro acabase en manos de las decenas de empresas que parasitan el SNS. Esa cantidad supone mucho más que el gasto anual en sueldos de los trabajadores del SNS (35.000 millones de €/año). Dinero con el que se podría contratar durante los próximos 5 años a 100.000 médicos y 100.000 sanitarios más, en lugar de expulsarles del país tras haber invertido en su formación cientos de miles de euros. En la misma línea, se destinarán a la investigación militar cinco veces más fondos que a la investigación sanitaria.
Prácticamente todo el arco parlamentario ha elegido avanzar en la destrucción de los sistemas de protección social (sanidad, pensiones, educación, atención a los mayores, etc.) mientras alimentan la guerra entre dos bloques imperialistas….
Basta ya de silencios: contra las guerras, por la negociación y un alto el fuego inmediato.
Esta guerra no es nuestra guerra, es una guerra de los poderosos contra los trabajadores/as y los excluidos. ¡Que se maten entre ellos!
Como defienden los zapatistas, “no apoyamos a uno ni a otro Estado, sino a quienes luchan por la vida en contra del sistema”.
Atención Primaria ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Crónica de un colapso anunciado.
CAS Estatal (Coordinadora antiprivatización de la Sanidad), 18/12/2022.
El conflicto de los médicos de Atención Primaria de Madrid no puede analizarse sin hacer un repaso de lo ocurrido en los últimos años.
La desastrosa situación de la atención primaria viene de lejos
Es una huelga médica exclusivamente
La paz social de las últimas décadas pasa factura
Los servicios públicos solo se han de defender entre todos
Sí hay dinero, pero está comprometido… hasta 2040
La Atención Primaria esta infrafinanciada… en todo el Estado
Las plantillas soportan cada vez mayor presión
A ver si se consigue que esta SINVERGÜENZA dimita como presidenta de la Comunidad de Madrid, menuda desgracia le ha caído a la Comunidad de Madrid