Economía | Laboral

Un 1% de subida salarial para periodistas, única propuesta de la patronal de prensa diaria

El sueldo de periodista cae desde hace años. Tanto que algunos han tenido que esperar a la última subida del SMI para verse beneficiados. Ahora negocian un nuevo convenio. Los sindicatos piden un aumento mínimo del 4%.

Los trabajadores de la prensa diaria han perdido un 25% de poder adquisitivo en la última década, según los sindicatos. BANK PHROM / UNSPLASH

Se buscan hombres para un viaje peligroso. Paga reducida. Frío intenso. Largos meses en la más completa oscuridad. Peligro constante. Es dudoso que puedan regresar a salvo. En caso de éxito, recibirán honores y reconocimiento.

Este es el párrafo que el explorador irlandés Ernest Shackleton utilizó en un diario británico para atraer a quien le acompañase en su expedición a la Antártida en el barco Endurance, que terminaría hundiéndose entre placas de hielo en 1915. El periodismo descubrió hace ya décadas la falsedad del anuncio, aunque este quedó en el imaginario cultural colectivo como una llamada épica a embarcarse en una  aventura desconocida y peligrosa. Y es precisamente el periodismo quien podría reclamar este texto como definitorio de su oficio.

A modo de tormentas y monstruos marinos, se podrían añadir la pérdida de credibilidad del sector entre la población, el descalabro publicitario en las empresas derivadas de la transformación digital, y last but not least, la crisis provocada por la guerra de Ucrania. Estos días se está librando una batalla en la negociación del convenio colectivo sectorial de prensa diaria, que caducó el 31 de diciembre del año pasado y, debido a la ultraactividad recuperada en la reforma laboral de marzo, sigue automáticamente en vigor hasta que se acuerde un texto nuevo. El problema de esta automatización es que los salarios han quedado congelados en un contexto de inflación disparada, y que este convenio sectorial, que es la base bajo la que los salarios serían ilegales, se está acercando peligrosamente a las paredes de hielo que, siguiendo el juego de la narración, sería el Salario Mínimo Interprofesional.

La prensa diaria, en caída salarial

Este convenio del sector es el utilizado por los grupos mediáticos que poseen el suyo propio como base de negociación. En general, los salarios de estos acuerdos de empresa son bastante más altos que lo estipulado en el convenio sectorial. Podría parecer, por tanto, que lo que ocurra con este poco interesará a quienes disfrutan de convenio de empresa, y eso dificulta la movilización. Actualmente hay 3.767 puestos de trabajo en prensa diaria si se suman los ocho convenios empresariales de tirada nacional, en vigor o prorrogados, los quince en diez regiones, y los dieciocho de ámbito provincial. 

Los dos últimos son, en teoría, los más perjudicados de forma directa. Muchos digitales locales aparecen en el registro público de convenios, pero con fechas antiguas y sin renovar, de lo que se deduciría que han pasado a estar suscritos al convenio sectorial de prensa diaria, perdiendo al mismo tiempo fuerza sindical. Sería el caso de las 92 trabajadoras y trabajadores computados en 2017 en el digital La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria, o los 67 del Diario de Girona (sin convenio propio desde 2014), los 63 del Diario de León, (sin acuerdo desde 2020), también los 48 del Diario de Burgos, que contaban con acuerdo en vigor hasta 2019. Son cuatro cabeceras que siguen publicando hoy en día, y que aparecían con convenio propio en años anteriores. Han ido decayendo entre 2014 y hasta 2021.

Con más peso numérico, lo mismo habría ocurrido con los 126 miembros de la redacción del Deia en Euskadi, siempre de acuerdo a la información del registro público, que habrían dejado de tener convenio de empresa en 2019 o, más recientemente, los 138 del digital Noticias de Navarra, en la misma situación desde mediados de 2021. Tampoco está registrada ninguna prórroga de convenio para El Correo Vasco y sus 160 trabajadores más allá de diciembre de 2020, cuyo plazo para ampliarlo acababa en marzo pasado. 

«Han caído muchos convenios de empresa en regionales que acabaron durante la crisis económica anterior y se han ido acogiendo al diario estatal», apunta Cristina Bermejo, secretaria general del Sector Medios de Comunicación en FSC-CCOO. «O han congelado durante tanto tiempo los salarios que les ha pillado el de prensa diaria». Desde 2019 y hasta 2021 hubo una revisión del 2% al alza en el sectorial. «Muchos estaban tan desactualizados económicamente que se han visto absorbidos». Para los representantes sindicales sentados a la mesa de negociación, lo que ocurra con el convenio sectorial sí afectará a quienes aún estén bajo convenio propio. «Se usa de referencia, también en las negociaciones allí donde hay convenio», apunta Agustín Yanel, secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas. «Lo ponen encima de la mesa para presionar, con sus malas condiciones».

Asimismo, la mayoría de los diarios nativos o reconvertidos a digitales están bajo la cobertura de este convenio sectorial de prensa diaria, tal como han confirmado eldiario.es, El Periódico de España y Público. Esto no significa que apliquen la tabla salarial básica: cada empresa puede tener subidas que se negocian bilateralmente, aun en ausencia de convenio propio.

Varios de estos digitales se encuentran precisamente estas semanas finales del año en medio de conversaciones con sus directivas correspondientes para intentar mejorar la situación de sus trabajadores ante el actual IPC, que ha quedado fijado en noviembre en un 6,8%. Desde la representación de trabajadores de Público explican que «la última subida general, al margen del convenio de prensa diaria, fue acordada en 2017 para los años 2017 y 2018. Actualmente se está cerrando un acuerdo en su fase final que contempla subidas salariales, aunque se quedan lejos de compensar la inflación».

Un 25% de pérdida de poder adquisitivo en 10 años

En España, las y los trabajadores en todos los sectores están sufriendo esta merma en su capacidad económica. Hasta noviembre, los sueldos han subido un 2,6% en lo que va de año, casi cinco puntos menos que el IPC, de acuerdo a los datos del Ministerio de Trabajo. 

España está en los puestos europeos más bajos en subidas salariales y solo dos de cada diez empleados cuentan con una cláusula de actualización en su contrato. 

«Hemos constatado que entre la inflación de los últimos años, las congelaciones salariales más las reducciones en algunos casos, hemos perdido en una década alrededor de un 25% de poder adquisitivo en el sector», apunta Bermejo. La plataforma de sindicatos que negocian el nuevo convenio fijó en un 4% la subida salarial solicitada para 2022 y otra igual en 2023, siguiendo la estrategia de otros sectores industriales que están sumando un 8 o un 10% de subida en toda la vigencia del convenio. «Es una línea que empresas y sindicatos estamos explorando. Como la inflación es tan alta, de repente decirle a una empresa que debe repercutir un 8% de golpe y porrazo para el año que viene es bastante fuerte, y probablemente destroce sus cálculos para sus presupuestos».

Lo que se está acordando es subir esa cantidad en varios años de vigencia, repartiendo las subidas salariales. Es el caso de los acuerdos recientemente firmados por Prisa Radio. «En la SER acaban de firmar una media de un 3% de aumento escalonado de los sueldos: un 5% a las categorías más bajas y uno con algo en las más altas. Esa es la vía que estamos intentando mover para todos», explica desde CCOO. Fuera del sector, esta es también la línea seguida en los acuerdos recién firmados de empresas como San Miguel en bebidas, con un incremento del 5,4% en sus salarios en tres años, o un 12% para los trabajadores de los supermercados Lidl en el mismo periodo, entre otras empresas del sector servicios.

En este contexto de negociaciones generales, destaca singularmente la cifra de 1% como única propuesta de la patronal de medios de prensa diaria, en la que están incluidos los 26 grupos editoriales mayoritarios del país. Añadido al bajo índice, este se ofrece sin carácter retroactivo. Esto significa que no se resarciría en los salarios, de acordarse, desde enero de 2022, sino desde el momento en que se firmase. Esta única propuesta de mejora salarial se hizo a finales de octubre y llevó a la paralización de las negociaciones a principios de noviembre. La Marea ha intentado en varias ocasiones contactar con la patronal de prensa diaria, la Asociación de Medios de Información, y recabar así su valoración sobre estas comparativas, así como sobre las peticiones de los sindicatos en la mesa de negociación, sin obtener respuesta.

Propuesta subida salarial vs. convenios propios

Flexibilidad ante la situación actual

La crisis de la publicidad y la de la transformación digital de los medios de comunicación (en la que lleva inmersa más de 15 años) hace difícil imaginar situaciones comparables a las de los supermercados, que han registrado un aumento de beneficios notable derivado de la repercusión de la crisis energética en los precios de los productos. Los representantes de los trabajadores lo saben. Yanel lo aclara: «No estamos locos, sabemos que para las empresas pequeñas no es asumible una subida alta de los salarios, pero no asumimos que la gente pague el pato. Hay empresas donde está incluida una subida salarial para este año y hemos renegociado. En algunos casos, por ejemplo, se ha retenido la paga extraordinaria de común acuerdo. Sabemos ser flexibles».

La propuesta sindical de subida del 4% para este año fue hecha en enero, cuando comenzaron las negociaciones. «Ahora podríamos haber peleado para que, después de nueve meses, se ampliase al 8% y ajustarnos así a la subida del IPC desbocado, y no lo hicimos», asegura el representante del Sindicato de Periodistas, también en la comisión negociadora, junto con FSC-CCOO y UGT. «Ante su propuesta del 1% de la reunión del 2 de noviembre, les dijimos que si no hacían propuestas mínimamente serias tomaríamos medidas». Cuenta que fue entonces cuando, por primera vez, se decidieron a hacer un comunicado. «Durante todo el año no habíamos dicho nada, en señal de buena voluntad en la negociación. Es la tercera vez que participo en la negociación de este convenio, y nunca he visto una posición de la patronal tan dura», revela Yanel. Incluso en estas fechas complicadas del calendario, están intentando hacer asambleas entre trabajadores.

Disparidad de sueldos en los medios de información diaria

Es importante señalar que la retribución completa es el total de la suma de varios conceptos: el salario mínimo de grupo o salario base, más los complementos, que pueden ser personales, incluyendo la antigüedad, o por puesto de trabajo: libre disposición o dedicación especial, nocturnidad, trabajo en domingos, guardias de fin de semana, entre otros. En este apartado hay mucha variedad.

Hay un patrón que se suele repetir: en los convenios de mayor salario base hay menos complementos tipificados en el convenio, y viceversa. Por ejemplo, las 375 trabajadoras y trabajadores actuales en El País solo tienen un complemento personal, además de los obligatorios por nocturnidad o fin de semana. A pesar de llevar con las tablas salariales congeladas desde 2012, y con una reducción desde 2019 de las retribuciones más altas, el puesto de jefe de sección, por ejemplo, multiplica en 2022 en 2,7 veces el de la propuesta de la patronal para el convenio sectorial, ya calculado con su propuesta del 1% de incremento. Un redactor medio de este periódico cobra más del doble de lo tipificado en el acuerdo sectorial. Siempre sin contar los posibles extras en la nómina. Fuentes del comité de esta redacción explican esta semana que sí han iniciado conversaciones para intentar ajustar sueldos en este contexto inflacionista, aún sin resultado: «Hemos reclamado una negociación para ir actualizando nuestros sueldos, aunque sea de forma paulatina. La respuesta de la empresa es que es inviable».

Asimismo, La Vanguardia, cabecera de tirada diaria del Grupo Godó, tiene las segundas tablas salariales más altas, tras las de PRISA. Su convenio es más reciente y no se encuentra prorrogado, es de 2021. Se les aplican los complementos más básicos más otro llamado personal consolidado, y un ad person, ambos de retribución muy variada. Sin tener nada de esto en cuenta, por lo tanto con cifras muy conservadoras, un redactor sénior en esta redacción cobra un 110% más que si estuviera bajo el convenio del sector. Desde su comité reconocen conocer esta diferencia, aunque afirman a La Marea haber decidido impugnar el acuerdo actual, ya que se está incumpliendo el compromiso rubricado de promoción para este año de categoría  B a A en redacción, en un año de bastante pérdida de capacidad adquisitiva de sus trabajadoras y trabajadores.  Del mismo estilo es el convenio de empresa de El Periódico, propiedad del grupo Zeta y Prensa Ibérica. Cuentan con altas tablas salariales y pocos pluses, además de los habituales, en su reciente acuerdo firmado en mayo y para dos años, a excepción de unos especiales para directivos (redactora/or jefe, jefes y subjefes de sección) que aparecen especificados de forma concreta

El ejemplo opuesto de construcción de nóminas sería el del ABC, del grupo Vocento, con los salarios base más bajos en sus tablas, de entre los grupos mediáticos de más tamaño. Sin embargo, y en contraposición a los anteriores, aumenta los sueldos con más de siete tipos distintos de pluses. Es de las pocas cabeceras  que mantienen el complemento de antigüedad, e incorpora algunos como individuales, de permanencia,  o variables que son unilaterales y negociados directamente por la dirección a cada trabajador. 

Menos poder sindical con la pérdida de pluses de antigüedad y cláusulas de revisión salarial 

«Lo mejor siempre es que el salario base sea fuerte, pero muchas veces cuesta mucho y terminas negociando los complementos», apunta Cristina Bermejo. Considera la pérdida del plus de antigüedad como la gran derrota de la última década. «Ahí estaba la verdadera revalorización del salario. Ahora lo han convertido en un ad person y el que está de antes lo cobra, y el que llega nuevo, no. Ahora los nuevos entran con salario base, que además es bajo, y sin posibilidad de mejorarlos con pluses».

El ajuste automático de salarios al IPC anual (la llamada cláusula de revisión salarial), también ha ido desapareciendo de los acuerdos entre trabajadores y patronal en todos los grupos de ocupación, y no solo en prensa, al igual que el plus de antigüedad. Los sindicatos reconocen que en años de bajo incremento del índice dejaron de pelearlo, a cambio de otros beneficios puntuales. «La tortilla se ha dado la vuelta desde la pandemia. Aquellos que lo han mantenido se encuentran en situación de ganar, pero la gente que no ha podido hacerlo ahora está en una situación muy complicada», reflexiona Bermejo, que también apunta a que esa otra pérdida aumenta el debilitamiento del poder de negociación sindical.

Desde fuera de la mesa de negociación, el sindicato CNT quiere poner el foco precisamente en la juventud. Para estas siglas la propuesta del 4% de los sindicatos negociantes es insuficiente. «Nosotros pedimos un 8%. Esa es nuestra propuesta de máximos», dice Javier Martínez, secretario de Prensa y Comunicación de CNT Madrid. Además de una mayor subida de salarios, piden, como el resto de representantes sindicales, la desaparición de las categorías de auxiliar y ayudante de redacción (a eliminar la primera sí habría accedido la patronal), para «compensar el esfuerzo de formación  y de conocimiento de aquellos que han sufrido situaciones en los convenios anteriores en que se encontraban por debajo del salario mínimo». Esto ocurrió con el convenio sectorial de prensa diaria ahora vigente, que fue alcanzado en estas dos categorías cuando el Gobierno de coalición subió el Salario Mínimo Interprofesional en 2019. También reivindican que se mejoren los cuidados de salud mental en las redacciones y que se estipule más vigilancia a los horarios de los becarios, entre otros puntos.

Pero, ¿cuántos periodistas hay en España?

Resulta muy complicado saber la cifra de trabajadoras y trabajadores del sector en España. No hay indicador o institución que proporcione una cifra clara: los 17.000 socios de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), a mayo de 2022, parecen un registro muy bajo si se compara con los 18.842 contratos en este sector registrados en el Servicio de Empleo desde octubre del año pasado. Otra de las entidades representativas del gremio, la Asociación de Prensa de Madrid (APM), publica anualmente un informe en base a una encuesta propia. La última, de 2021, se realizó a 1.212 trabajadoras y trabajadores. De acuerdo a esta muestra, el 8% del total estaría en paro a finales de año, y comparando esta cifra con los 7.322 que sí están contabilizados de forma real en los servicios de empleo estatales, se podría calcular una cifra de 91.000 periodistas en España, aunque con prudencia, ya que es una estimación sobre una encuesta y no un censo.

Oficialmente es una tarea imposible, ya que el Instituto Nacional de Estadística disgrega las ocupaciones por grandes grupos: agricultura, industria, construcción y servicios. Lo que sí se puede saber es que, hasta octubre de este año, en 29 provincias se activaron menos contratos a periodistas que en 2021. Las que menos, Illes Balears, Castellón, Palencia, La Rioja y Segovia. En el otro extremo, Cantabria, Huesca, Lugo, Valladolid y Zaragoza, aunque en números absolutos los números palidecen: la que más contratos activó fue la última provincia, con 66 nuevos empleos. Es imposible saber cuántos de estos trabajadores fueron a parar a medios de comunicación ni en qué condiciones. Una pista es que, en octubre, se formalizaron 1.792 contratos a 1.026 periodistas de todo el país, por lo que el índice de temporalidad se deduce alto: tocan a 1,7 por persona. El año pasado, previo a la reforma laboral que frenó los contratos temporales y fomentó la contratación indefinida, este índice estaba en 2,2.

En cuanto al destino de los contratos, no es fácil saberlo: únicamente se puede llegar a conocer que la edición de periódicos es la segunda actividad dentro de esta cifra, por detrás de las actividades cinematográficas y audiovisuales y por delante de programación de radio y televisión, y de la publicidad.

Situación en La Marea

La Marea está editada por una cooperativa integral formada por socios usuarios trabajadores y socios usuarios (lectores). La plantilla está formada por nueve trabajadores, de los cuales tres son cooperativistas. La retribución de toda la redacción es la misma, independientemente de las funciones que desempeñen y de si están contratados o si son socios de la cooperativa. Desde los inicios de la revista, la referencia para calcular las retribuciones ha sido el convenio de prensa no diaria. Tras alcanzar el objetivo mínimo en la campaña de crowdfunding -que terminará el 18 de diciembre- se han ampliado dos jornadas y se ha contratado a un trabajador. Si se superan los 300.000 euros en dicha campaña, se podrán ampliar otras dos jornadas e implementar mejoras para toda la plantilla.

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Comentarios
  1. Haceros del opus, a éstos, a listos no los gana nadie:
    Dos colegios del Opus que segregan por sexo cobran más de 11 millones en seis años por clases que no imparten.
    Los tribunales condenan año tras año al Gobierno de Aragón a indemnizar a los dos centros de enseñanza por negarles los conciertos educativos que solicita, un ingreso millonario que en la práctica reciben años después y sin la obligación de prestar el servicio.
    Dos colegios del Opus Dei de Zaragoza que segregan a sus alumnos por sexo, Montearagón y Sansueña, que respectivamente no aceptan a niñas ni a niños en sus aulas a partir de Primaria, llevan seis años recibiendo alrededor de dos millones de euros del Gobierno de Aragón por unos conciertos educativos que en la práctica no prestan, lo que convierte ese dinero en ganancias limpias tras detraer los gastos de los pleitos en los que los acaban obteniendo.
    https://laicismo.org/dos-colegios-del-opus-que-segregan-por-sexo-cobran-mas-de-11-millones-en-seis-anos-por-clases-que-no-imparten/273981

  2. Enfadado, enfadado Como siempre los salarios bajos.un país con salarios bajos igual a ,economía pobre.
    Que la Marea no alcanzara los 300.00€,es triste muy triste.se tendría que haber movido más.como cuando se alcanzó los 250.000.€, como se hizo en Telegram.
    El uno por ciento de subida una auténtica miseria.

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