Sociedad

Un documental y una exposición, dos nuevas formas de contar PorTodas

Cuatro años después, queremos dar un paso más y narrar lo que han supuesto estas historias con dos formatos que permitan llegar a más gente.

Foto: Kike Rincón

El proyecto periodístico PorTodas lleva cuatro años investigando qué sucede antes y después de un feminicidio. Hasta el momento, hemos documentado y estamos ultimando más de 40 casos de los 55 crímenes machistas registrados en 2014. Y además de conclusiones, son muchas las sensaciones y experiencias que, quienes hemos participado en él, periodistas, fotoperiodistas, especialistas, hemos tenido a lo largo de este trabajo. Ahora queremos ir un paso más allá y contar lo que han supuesto estas historias –desde el punto de vista del impacto en las familias, pero también desde la perspectiva periodística– con otros dos formatos: un documental y una exposición.

La fotografía ha sido una parte esencial –podemos decir, vital– de este proyecto. No es nada fácil, como explican en este artículo Álvaro Minguito y Elvira Megías, retratar la ausencia. Así, la muestra fotográfica, tendrá dos niveles: un homenaje a esas mujeres olvidadas después del titular del crimen y una toma de conciencia de lo que arrastra, de lo que conlleva un feminicidio, con la perspectiva del paso del tiempo, en las vidas de los hijos, de las hijas, del entorno, del vecindario, incluso del asesino.

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Las fotografías que podremos ver en esta exposición –que, además de por toda España, intentará recorrer específicamente los lugares donde se produjeron los crímenes– no deberían existir. Ahora, en este después, están aquí para hacernos reflexionar sobre lo que no vimos entonces, sobre lo que no se pudo o se entendió que había que prevenir. Están aquí para ilustrar esos detalles de la violencia machista que en un momento dado no percibimos: la soledad, la angustia, el dolor, el silencio, el miedo.

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En el documental, haremos un viaje audiovisual por todo ello. Volveremos a varios pueblos y ciudades donde se cometieron los crímenes machistas con el objetivo de que este trabajo llegue, mediante plataformas, a todo el mundo.

Como sabes, hemos conseguido el mínimo en nuestra campaña de crowdfunding en Goteo.org, pero todavía no ha concluido. Pero seguimos lejos del óptimo. Por ello, te presentamos dos recompensas concretas para estos dos proyectos. Con una aportación de 35 euros colaborarás en la producción de la exposición; con 100 euros en la del documental. En ambos casos, en los créditos de la película o en los agradecimientos en la exposición fotográfica, según tu elección.

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Comentarios
  1. MUJERES MACHISTAS, tambien haylas.
    Si mujeres y hombres nos formáramos en ideales y valores, en ese campo poco tiene que hacer la violencia o cualquiera otra pasión negativa.
    El sistema capitalista se alimenta de destrucción, desórdenes y bajos instintos y se ha empleado a fondo para destruir los valores y la cordura.

    «Nuestra sociedad está asentada sobre unas bases muy poco sólidas.
    En estos días asistimos perplejos al lamentable espectáculo de mujeres machistas teniendo a gala el proferir indignantes insultos a una mujer que, entre otras cosas, pertenece al grupo de aquellas que han luchado precisamente para que sus detractoras estén en los foros que ahora utilizan para menospreciarlas.
    Que haya hoy electorado tan poco preparado para dar alas a gente tan rastrera y peligrosa, denota que algo se ha hecho mal en nuestra sociedad.
    Millones de personas no conocen el fascismo que arrasó durante décadas a nuestro país, llevándose por delante miles de vidas y todas las libertades.
    Unos no tienen la culpa, nadie les ha enseñado esa parte de nuestra historia, los más jóvenes; otros están desencantados con los políticos, pues ven como se suceden en el poder las alternancias bipartidistas sin que sus vidas cotidianas mejoren.
    Está también la labor de muchos medios de comunicación, que más bien son semilleros propagandísticos de odio y desinformación.
    Hay que enseñar a las nuevas generaciones adonde llevan esas confrontaciones que, al final y casi sin darnos cuenta, llevan de las palabras a los hechos; y esto se hace con pedagogía, explicando nuestro reciente pasado traumático con profundidad y sin negligencias» (ARMHA).

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