#UnaMareaDeLibros | Cultura
‘La intuición de la isla’ o la Pilar del Río reportera
"Más allá del universo Saramago, lo que me ha fascinado de 'La intuición de la isla' es cómo se cuenta ese universo (...). La que se intuye, sin ni una sola primera persona, es la Pilar del Río periodista", escribe Olivia Carballar.
Siempre me fascinó aquella historia que cuenta Pilar del Río sobre cómo conoció a José Saramago. Y supongo que no seré la única. Veo a una periodista joven, inteligente, inquieta, una de las pioneras del oficio en Sevilla –donde aún hoy hay que seguir explicando quién fue Queipo o qué significó, por ejemplo, el 4-D–, salir corriendo hacia Lisboa a conocer a ese hombre que había escrito Memorial del convento y El año de la muerte de Ricardo Reis. Cada vez que pienso en ello, automáticamente, me sale una sonrisa.
Me fascinó siempre la historia de amor que vendría después y ese coraje con el que se expresa Pilar del Río vaya donde vaya, esté delante quien esté. “Saramago tiene ideas para las novelas, yo tengo ideas para la vida”, decía más o menos con estas palabras en esas conversaciones que desembocaron en la película dirigida por Miguel Gonçalves Mendes, posteriormente trasladadas a un libro delicioso editado por Alfaguara.
Una vez, en un acto organizado por el Art Institute en Nueva York, hace ahora justo diez años, le hice esta pregunta tras la proyección del filme: “En la película dices que te niegas al llanto y a la depresión. ¿Sigues sin deprimirte con la que está cayendo en España y en el mundo?”.
Acababa de morir ahorcado un hombre llamado Miguel Domingo, en el barrio de La Chana, en Granada, poco antes de ser desahuciado. No conocíamos sus nombres, pero habían encontrado a 14 personas ahogadas, en busca de un poco de vida, en el mar de Alborán… “Lo que no vamos a hacer es suicidarnos todos, porque quizás eso es lo que quieren, que nos suicidemos. Que miles de millones de personas nos suicidemos. ¡Pues no, no nos vamos a suicidar!”, gritó Pilar del Río en el Angelica Film Center, donde se celebraba el evento.
“Si tenemos fuerza para combatir, si tenemos fuerza para que eso no ocurra, para denunciar que no puede seguir ocurriendo, evitaremos la depresión ante noticias tan tristes como las que nos está dejando la crisis económica, una crisis moral según Saramago”, añadió.
No sé si estamos peor diez años después. Diría que sí. Desde luego, para los más optimistas, no estamos mejor. Sea como sea, su reflexión, la de Pilar del Río, sirve igualmente para este momento. Y remarco la de Pilar del Río porque en este 2022, tras leer La intuición de la isla, y sin restarle valor a lo que significa para el mundo el pensamiento de José Saramago, sigo haciéndome una pregunta que me ronda desde siempre: ¿qué habría sido de José si Pilar no hubiera ido a verle aquel día a Lisboa? ¿Habríamos conocido todo lo que ese hombre y escritor encerraba en su universo Azinhaga? ¿Qué habría pasado si Pilar no hubiera leído Memorial del Convento? (Claro que para eso tenía que estar escrito) ¿Habrían venido después los maravillosos “¿y si…?” con los que comenzaba Saramago a idear sus novelas? ¿Habría habido un José sin Pilar?
Yo tengo mis dudas, aunque seguramente Pilar no esté de acuerdo conmigo. Pero sí estoy absolutamente segura de que habría habido una Pilar del Río sin José Saramago. Ya la había, de hecho. Y era esa periodista que se jugó el tipo con el franquismo. Era esa periodista que de pequeña quería ser misionera para ir más allá, suprimir las fronteras, ser libre. Era esa periodista que se indignaba cuando cortaban las programaciones radiofónicas los viernes santos. La periodista que lo fue a pesar de su padre y el entorno social, que no querían que lo fuera: “La curiosidad, hacerse preguntas y, peor aún, hacerlas, estaba muy mal visto en la época de Franco, esa época tan brillante para la derecha de hoy y de siempre”. Esa periodista que fue maestra de periodistas y que, con otras compañeras –como Nina Salvatierra o María Esperanza Sánchez, con Franco muy activo– nos abrieron generosamente las puertas de la Sevilla mariana, la Sevilla que acaba de exhumar a Queipo, a todas las demás.
Por eso, más allá del universo Saramago, lo que me ha fascinado de La intuición de la isla, es cómo se cuenta ese universo. En estas páginas, a pesar de estar en todas, no aparece Pilar por ninguna parte. La que sí está, la que se intuye, sin ni una sola primera persona, es la Pilar del Río periodista, la Pilar del Río reportera, la Pilar del Río que salió corriendo a investigar quién era, de dónde había salido ese hombre feminista.
El libro, por tanto, es un enorme reportaje sobre lo que significó Lanzarote para José Saramago, sobre lo que significó la amistad para él, la literatura, la infancia, el amor, la vida. Cómo contarlo todo con la distancia del oficio y la profundidad del conocimiento. Solo ha podido hacerlo una persona. Gracias, Pilar.
La intuición de la isla
Pilar del Río
Editorial Itineraria, 2022
Ay, Saramago, ¿Por qué será que muchxs hacen ese discreto viaje?
EL DISCRETO VIAJE HACIA LA OTRA ORILLA DE JOSÉ SARAMAGO (LO QUE NO TE CUENTAN EN EL CENTENARIO)
El escritor que acabó apoyando al PSOE y Polanco y «denunciando» a Cuba
El escritor portugués José Saramago, que vuelve a estar de actualidad por la celebración del centenario de su nacimiento, es considerado por la mayoría como un «referente»de la izquierda, e incluso de la intelectualidad «comunista». La realidad es, no obstante, que en la última etapa de su vida Saramago protagonizó una regresión política, que lo llevó a apoyar al partido socio liberal español PSOE, a pronunciarse contra la revolución cubana, defender al magnate de la comunicación Jesús de Polanco o descalificar a la resistencia colombiana en declaraciones efectuadas a la prensa oligárquica de ese país. En esta breve biografía se da cuenta, documentadamente, de esta involución política y moral del Nobel portugués (…).
https://canarias-semanal.org/art/28799/el-discreto-viaje-hacia-la-otra-orilla-de-jose-saramago