Opinión
La peli de la semana | ‘El pequeño Elon’ (‘Freedom to lie’)
HUMOR I "Lo que el magnate no esperaba era que muchos usuarios comenzasen a suplantar la identidad de sus progenitores. Pronto, la red social se llenó de papás y mamás Musk". El drama familiar más taquillero del año.
El pequeño Elon siempre hizo lo que quiso. En la mansión en la que creció no existían los límites. Cualquier deseo que se le pasaba por la cabeza era cumplido de inmediato por sus adinerados padres, el Sr. y la Sra. Musk. Solo había dos cosas que no le permitían: ofender a otras personas y mentir. Por ello, a pesar de ver saciadas todas sus apetencias, vivía frustrado y obsesionado por el hecho de que hubiese algo vetado para él.
Su carácter díscolo lo llevó a desobedecer a sus progenitores en incontables ocasiones, llegando a convertirse en un maestro de la manipulación y el desprestigio. Para intentar controlarlo, le compraron una empresa y lo nombraron director, a ver si así se calmaba. Pero no lo consiguieron. Movido por su obsesión de la infancia, adquirió una red social toda para él, en la que nadie le impidiese ofender ni mentir, imponiéndole, como venganza, una cuota mensual a sus padres para poder entrar.
Lo que el acaudalado magnate no esperaba era que muchos usuarios comenzasen a suplantar la identidad de sus progenitores. Pronto, la red social se llenó de papás y mamás Musk, reviviendo los viejos miedos de Elon, quien empezó a no conseguir distinguir qué era cierto y qué no. El pequeño Elon (Freedom to lie), el drama familiar más taquillero del año.