Internacional
La herida abierta en el Sáhara Occidental
El festival de cine FiSahara se ha celebrado en los campamentos de refugiados en Argelia para dar visibilidad a la lucha del pueblo saharaui para volver a sus tierras ocupadas por Marruecos
Cada golpe que le dieron
era una cuenta atrás
Y ahora corre hacia el bosque
Su fortaleza, su nuevo hogar
Y en los árboles escucha
voces de tiempos remotos
Ha elegido caminar
hacia lo salvaje…
Uh uh uh
Uh uh uh
Al pueblo saharaui no le sobran los motivos para celebrar, pero hay momentos en los que es inherente al ser humano sucumbir a la alegría. Amaral está acabando su concierto de clausura del festival FiSahara cuando una niña se lanza al escenario a bailar. Le sigue otra que se acerca tímida y sonriente a cantar con Eva. Se les une una docena más y el público estalla en gritos de júbilo. “Que alguien grabe esto que se lo vamos a enviar a la televisión española para que lo vea Pedro Sánchez”, pide Juan Aguirre. Su guitarra suena en medio del desierto en el campo de refugiados de Auserd, cerca de la ciudad argelina de Tinduf.
Bajo el lema ¡Descolonicemos!, la XVII edición del FiSahara* ha reunido durante cinco días unas 200 personas procedentes de varios países con habitantes de este desierto. Todo un acontecimiento que proyecta películas bajo las estrellas y consigue que durante unos instantes los saharauis olviden la ocupación, la guerra y la geopolítica que les atrapa en esta hamada. Los visitantes conviven durante su estancia con la población saharaui que les dan cobijo, comida y conversación mientras les ofrecen el té.
Unos 170.000 saharauis sobreviven aquí. Llegaron en 1976 cuando el Sáhara Occidental fue abandonado por España después de haberlo colonizado desde 1884. El territorio era una provincia española desde 1958 y Marruecos aprovechó la retirada española en 1976 para ocupar el territorio. Los campos o wilayas reproducen los nombres de las ciudades que quedaron en el territorio hoy controlado por los marroquíes: El Aaiún, Smara, Dajla, Auserd y Bojador. Los saharauis son un pueblo atravesado por el exilio y el muro construido a lo largo de 2.700 kilómetros por Marruecos para aislar gran parte del Sáhara Occidental. Por eso aprovechan cada actividad del festival para pedir a los participantes que sean altavoces de su causa.
“Aspiro a tener una tierra donde enterrar a mis muertos”
Tiba Chagaf, director del FiSahara
“No queremos nuestra independencia para tener grandes casas. Aspiro a tener una tierra donde enterrar a mis muertos. Y a no tener que dar clases de historia y geografía cada vez que digo que soy del Sáhara Occidental, somos un pueblo y una cultura distinta de la marroquí”, explica Tiba Chagaf, director del FiSahara y de la escuela de cine de los campos, la EFA Abidin Kaid Saleh. “Los saharauis estamos cansados de estar aquí. Queremos un referéndum que nos permita volver a nuestra tierra, queremos ser la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)”, indica el poeta Mustafa Bar Abida.
Este sentimiento de hartazgo es generalizado entre los saharauis de los campos. Sus condiciones de vida han mejorado en los últimos años gracias a la llegada de la red eléctrica e internet. La mayoría de las pequeñas construcciones o tiendas de campaña cuentan con paneles solares que les proveen de energía. Pero llevan 47 años atrapados en este desierto argelino. La población de los campos no dispone de agua en sus casas. El agua les llega en depósitos y se distribuye en estancias como el baño o la cocina mediante cubos. Se alimentan gracias a las remesas de familiares que han emigrado y a la cesta básica de alimentos que reparte Naciones Unidas. Una ayuda humanitaria que se ha reducido en un 20% desde que empezó la invasión rusa de Ucrania, según los datos del Consorcio de ONG. El incremento de los precios pone en jaque la seguridad alimentaria y la geopolítica juega en su contra. “Ahora tenemos menos leche porque venía de Francia, que es un aliado de Marruecos”, asegura Maina, una joven que acoge estos días a un grupo de periodistas en su jaima.
“El gobierno español ha clavado el cuchillo en la misma herida que dejó en 1975”
Brahim Ghali, presidente de la RASD
El apoyo de líderes como Trump o Sánchez a las aspiraciones de Marruecos de convertir el Sáhara Occidental en una província del reino alauí indignan al pueblo saharaui. “El gobierno español ha clavado el cuchillo en la misma herida que dejó en 1975”, manifiesta Brahim Ghali. La visita del secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática no estaba prevista en la programación del festival, pero el político no ha querido dirigirse a los periodistas extranjeros. Ghali pide una solución pacífica para el conflicto armado que se reanudó el 13 de noviembre de 2020 tras 30 años de alto al fuego. “Las Naciones Unidas no han mostrado ninguna preocupación por nuestra situación, es una vergüenza. Los saharauis se preguntan de qué planeta vienen para ser una excepción en materia de derechos humanos”, lamenta el presidente.
“Quien defienda que Rusia no puede invadir Ucrania debe explicar por qué acepta lo que hizo Marruecos con el Sáhara”
Bachir Mustafa, ministro de Exteriores
Uno de los objetivos del festival también es visibilizar las violaciones de derechos humanos que sufren los saharauis en las tierras ocupadas. No hay libertad de expresión ni de manifestación, la prensa es perseguida y diferentes activistas han sido encarcelados y torturados, según ha reconocido en numerosas ocasiones la ONU. “La ocupación marroquí trata a los saharauis como animales”, exclama Bachir Mustafa Seyad, ministro de Exteriores. Exigen coherencia. “Quien defienda que Rusia no puede invadir Ucrania debe explicar por qué acepta lo que hizo Marruecos con el Sáhara”, añade Mustafa Seyad. El ministro señala que Rusia ha alegado que sus operaciones han sido motivadas para garantizar su seguridad y afirma que ellos no suponen “ningún peligro para la seguridad Marruecos”.
A pesar del enfado que ha despertado el giro del gobierno de Pedro Sánchez en su posición respecto al conflicto, el pueblo saharaui se siente hermanado con España. “Nosotros vemos la solidaridad del pueblo español y agradecemos su apoyo”, asegura Ghali. Participan en distintas mesas redondas activistas y artistas españoles como Willy Toledo o la actriz Itziar Ituño para denunciar su disconformidad con los políticos españoles. “Nos ha ayudado a pisar el terreno, llorar y reír con los saharauis, y nos vamos con las pilas cargadas para seguir luchando para que el referéndum de autodeterminación sea una realidad”, destacó Laura Celià, directora de Cooperación del Govern de les Illes Balears y miembro de una amplia delegación balear que ha disfrutado del FiSahara.
“Marruecos utiliza recursos como el fosfato o la pesca como elementos de chantaje para condicionar posicionamientos políticos”
Abdulah Arabi, delegado del Frente Polisario en España
“Me avergüenza que los distintos gobiernos de España hayan traicionado al pueblo saharaui. No hay razones de peso para que España siga con este crimen internacional”, afirma en su intervención Pepe Taboada, cofundador del festival FiSahara y presidente honorífico de CEAS. Para el ministro Bachir Mustafa Seyad, una razón posible es que Pedro Sánchez haya “cedido al chantaje de Marruecos” tras las supuestas escuchas con el programa de espionaje Pegasus al ejecutivo. Abdulah Arabi, delegado del Frente Polisario en España, apunta al expolio del reino de Mohamed VI de los recursos del Sáhara Occidental como las minas de fosfatos y la abundante pesca. “Quienes firman acuerdos comerciales con Marruecos, como la Unión Europea y principalmente España, son cómplices de la ocupación. Gracias a ellos Marruecos se siente protegido y utiliza esos recursos como elementos de chantaje para condicionar posicionamientos políticos”, indica Arabi a lamarea.com.
“El feminismo y el antirracismo han quedado relegados por la guerra”
Tesh Sidi, creadora de Saharauis Today
Tesh Sidi coincide en que el conflicto es un “tema económico y de expolio”. Esta joven ingeniera nacida en los campos de refugiados reside actualmente en Madrid y ha impulsado la plataforma Saharawis Today. Aprovecha su presencia en el FiSahara para visitar a su familia y comprueba que la situación sigue estancada. Por eso reivindica la necesidad de “dejar de romantizar el conflicto saharaui” y de volver a poner el foco en la política. En su opinión, los jóvenes saharauis deben hacer incidencia política y abordar todos los temas que les afectan. “El feminismo y el antirracismo han quedado relegados por la guerra”, lamenta la ingeniera.
La resistencia saharaui en la gran pantalla
La población de los campos saharauis vive preocupada por los familiares que en los últimos dos años se han desplazado a la frontera con Marruecos para volver a la lucha armada. Entre el público hay mujeres y niños que han perdido a sus maridos y padres. Esta inquietud se ve reflejada en sus propias creaciones. En el festival de cine FiSahara no solo han visto proyectadas en una pantalla improvisada en el lateral de un camión películas extranjeras, también han conocido las producciones locales. Los cineastas y periodistas saharauis centran sus ficciones y documentales en explicar cómo viven y sufren el exilio o la guerra. El centro EFA Abidin Kaid Saleh lleva una década ofreciendo formación audiovisual a los jóvenes saharauis en el campamento de Bojador y este año ha sido reconocida con el Premio González Sinde 2022 de la Academia de Cine española.
En esta escuela ha estudiado Rabah Slimani, el realizador que ha ganado el primer premio del festival con Wanibik, el pueblo que vive frente a su tierra. El galardón es una camella blanca de carne y hueso, ya que este animal es un símbolo de paz para el pueblo saharaui. Su película ha sido rodada en los campos y relata la historia de un grupo de alumnos que decide rodar en el “muro de la vergüenza levantado y minado por Marruecos”. “El primer gran premio ha sido proyectar la película en la pantalla del desierto porque las sonrisas del público saharaui en los campos de refugiados cuando la veía me hacen sentir muy orgulloso”, dijo el realizador al recoger su premio. Maria Carrión, directora ejecutiva del FiSahara, ha alabado la labor de los cineastas por conservar la cultura saharaui y ha destacado que “lo más importante es descolonizar mentes porque si colonizan tu mente ya no eres nadie”.
El festival de cine FiSahara ha llegado a su fin. Los proyectores se han desmontado y la música de Amaral ya no suena en la Wilaya. En los campos se quedan miles de saharauis con la esperanza puesta en que aquellos a los que han abierto sus humildes hogares se hagan eco de sus anhelos. Pepe Taboada lo resume así: “El pueblo saharaui nos ha enseñado que no ganará todas las batallas, pero nunca se rendirá”. Un pueblo que se mantiene unido, quiere derribar los muros y cerrar la herida de la última colonia de África.
*FiSahara ha sufragado los gastos del viaje -Madrid-Tinduf (Argelia)- y logística para elaborar este reportaje. La Marea ha costeado el trayecto Barcelona-Madrid de la reportera y 75 euros por la manutención durante la estancia en los campamentos).
Las traiciónes cometidas por Sánchez, y su PSOE, en contra del humilde y valiente Pueblo Saharahui son de una suciedad y una bajeza tales, que sólo se pueden comparar con las cometidas por algunos de los mas despreciables criminales de la historia, cómo Hitler y Stalin.
Pero, Sánchez no sólo ha herido de muerte al pueblo saharaui (con el unico fin de complacer a un cerdo), sino tambien ha herido a todos los españoles decentes y de buena voluntad.
ARRANCA EL FORO SINDICAL INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SAHARAUI
En los campamentos de refugiados.
En su discurso de apertura, el gobernador de Auserd, lugar donde se celebra el Foro, Mohamed Sheij Mohamed Lahbib, dio la bienvenida a los asistentes y elogió la firmeza del gobierno y pueblo argelinos en su apoyo a la justa lucha del pueblo saharaui durante los 47 años del conflicto. Agradeció a las delegaciones extranjeras y la organización que organiza ese Foro, UGTSARIO.
Además de una delegación de mujeres saharauis procedente de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, asisten al foro unas 85 delegados de 36 sindicatos de 18 países de cuatro los continentes (Argelia, Mauritania, Sudáfrica, Túnez, Botsuana, Nigeria, Níger, Mali, Senegal, Benin, España, Francia, Portugal, Cuba, Venezuela, Colombia, EE.UU y Canadá).
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PALESTINA, OTRO PUEBLO MARTIR, SILENCIADO POR LOS MEDIOS OCCIDENTALES Y OLVIDADO.
DIOS LOS CRIA Y ELLOS SE JUNTAN: CAPITALISMO Y GENOCIDA EXTREMA DERECHA.
LLAMAN AL BOICOT A «ZARA» POR SU APOYO A LA EXTREMA DERECHA DE ISRAEL.
La campaña se extiende entre los palestinos de los territorios ocupados y aquellos con ciudadanía israelí.
Líderes palestinos llamaron a boicotear a Zara, tras conocerse que el dueño de la franquicia de la empresa en Israel organizó un evento político en su residencia junto al parlamentario ultraderechista Itamar Ben Gvir, conocido por su retórica racista antiárabe (…).
Ben Gvir, que integraría un potencial Gobierno junto al exmandatario Benjamín Netanyahu, es conocido por su violenta retórica contra los palestinos y entre sus propuestas figuran la revocación de ciudadanía o deportación de aquellos ciudadanos que no demuestren lealtad al Estado de Israel.
¿GASOLINA PARA APAGAR EL INCENDIO?
NO A PUTIN NI A LA OTAN. NO A LA GUERRA: NI A ESTA NI A NINGUNA.
La invasión de Palestina y Gaza por el imperialismo judío, la invasión del Sáhara Occidental por Marruecos respaldada por los EEUU, los despiadados bombardeos del Yemen por la aviación de Arabia Saudí con la connivencia de EEUU, la invasión de Chechenia por el imperialismo ruso, la guerra de Irak por el trío de las Azores con cientos de miles de muertos tras una mentira tan grande como veces propagada: «armas de destrucción masiva»: O la guerra de Siria en la que multitud de actores, americanos, rusos, europeos, turcos, iraníes, han desestabilizado a toda una región y ocasionado medio millón de muertos y cinco millones de desplazados …
Podemos seguir hasta cansarnos y relatar, uno por uno, el centenar de grandes conflictos que, a lo largo de los últimos 80 años han asolado al mundo y causado docenas de millones de muertos: Vietnam, Afganistán, Yugoeslavia, Colombia, Panamá, Congo, Chad, Sierra Leona, Somalia, Etiopia, Libia, Filipinas, Myanmar…. La lista es interminable y, en casi todos, hay un invasor y un pueblo invadido y que es, al final, el que sufre las muertes, las violaciones, los robos…
Como dato curioso y «casual» casi todas las guerras están producidas por el mismo actor. Curioso, ¿no?.
En todas estas guerras, siguiendo el argumento de la OTAN, de USA y de Bruselas, se debería proveer de armas al agredido, se debería cargar de sanciones al agresor, se debería apoyar con hechos al débil. ¿Dónde están esos hechos?. Ni siquiera, en la mayoría de ellos, se defiende al agredido, al débil, con palabras.
Cuando el débil es el Polisario, el yemení, el palestino, y no tienen grandes lobbies con los que presionar, inmensas fortunas con las que sobornar, grandes ejércitos con los que intimidar, aquello de la razón, de las invasiones, de los robos o las muertes son soplos que apenas despeinan las cuidadas cabelleras de los que mandan en el concierto mundial….
«Ucrania, aproximación a una guerra falseada». Carlos Tundidor.