Internacional

¿Qué votará (o no) la juventud italiana en el país europeo más envejecido?

La mayoría de la juventud no se siente apelada por una política que, dicen, no les habla de sus problemas ni les aporta soluciones.

Una joven se hace un 'selfie' con Salvini en un acto de la campaña electoral. Nicolò Campo / Sipa USA / Vía Reuters

La juventud italiana no se siente apelada por la política. Sus padres, sus madres, sus abuelos, las generaciones anteriores, comparten seguramente una gran decepción por la clase dirigente que ha gobernado el país en las últimas décadas –el fuerte abstencionismo siempre en crecimiento a nivel histórico lo demuestra, el termómetro en la calle lo confirma–. Pero los jóvenes, casi cinco millones de nuevos electores y electoras que componen la generación Z, no se sienten directamente invocados por una política que, dicen, no les habla, no les da soluciones, no los tiene en cuenta en sus programas electorales. Ni siquiera habla de uno de los grandes problemas de la sociedad en general, más cercano por cuestiones evidentes a la generación joven, el cambio climático, una de las grandes cuestiones olvidadas en la lucha por el voto.

En Italia, el país más envejecido de Europa según Eurostat y que tendrá que afrontar más pronto que tarde el grave problema de la despoblación, los diferentes partidos políticos se dirigen al gran músculo de su electorado, los mayores de 50 años. En 1992, la abstención de la ciudadanía de 18 a 34 años fue del 9%; en 2018, el 38% de las personas en esa franja de edad no acudieron a las urnas; y las encuestas indican que este domingo, el porcentaje superará ampliamente esa última cifra.

Una joven, que no llega a los 20 años, responde para este reportaje en la Garbatella, en el sur de Roma, en uno de los emblemáticos barrios obreros de la capital. “No tengo trabajo y el Estado no hace nada para ayudarme. Todos los políticos son iguales y ni tan siquiera quiero escucharles”, dice sentada en la terraza de un bar mientras guarda constantemente el teléfono. Esta chica, que prefiere no decir su nombre, forma parte de esa gran masa de personas descolgada por completo del sistema político italiano, que no se siente respaldada por ningún partido y no se plantea fiarse de nadie.

Unos pasos más allá, dos amigas, ambas en la veintena, pasean acercándose a un cartel del PD, el principal partido de centro izquierda italiano. Las dos reniegan. “No nos fiamos, no son la verdadera izquierda”, dice una de ellas. Aseguran que este domingo irán a votar pero aún no tienen claro a quién. 

Abstencionismo involuntario

En números generales, sin franjas de edad, se calcula que la abstención pueda superar estas elecciones incluso el 40%. Pero hay otro factor que influye, y es el abstencionismo involuntario derivado del sistema de votación del país transalpino. La población italiana que vive en el extranjero tiene la posibilidad de participar en los comicios a través del voto por correo, correspondientemente solicitado en el consulado. En cambio, los italianos e italianas que viven en un ayuntamiento distinto al que están censados tienen que viajar físicamente este 25 de septiembre a sus lugares de origen para poder ejercer el voto.

Las principales empresas de transporte, como Trenitalia, ofrecen descuentos que pueden llegar hasta el 60%, pero las plazas son limitadas. Esto impide que mucha gente pueda ir a votar, sea por la inversión económica que supone ese viaje, sea por el tiempo que conlleva hacerlo en una Italia que aún vive muchas desigualdades en relación con las infraestructuras. Si trabajas en Milán y este domingo tienes que votar, por ejemplo, en la región del sur de la Calabria, puedes perder todo el día para intentar llegar al colegio electoral. Se complica también la situación para quien trabaje este domingo, por ejemplo, en un bar en Roma, y no pueda pedir el día para ir a votar a su lugar de origen, por ejemplo, Sicilia. La mayoría de personas que se encuentran en esta tesitura son los llamados fuorisede, las personas que viven fuera por trabajo o por estudios, normalmente jóvenes. 

No es que las cosas con el voto desde el extranjero vayan mejor. Han sido muchas las quejas vinculadas a la lentitud o los problemas burocráticos de las personas que intentaban votar desde otro país en las elecciones italianas. Riccardo Paregiani, fotoperiodista italiano, ha vuelto a vivir a Roma desde Bruselas hace unos meses. Su solicitud para cambiar el tipo de voto, que ya no es el de un italiano viviendo en el extranjero a través del consulado, sino de vuelta a su colegio electoral correspondiente en la capital, está paralizado. “Para cambiar el listado de los electores, por la lentitud de la burocracia italiana, se tarda unos seis meses. ¿Cómo puede un ciudadano prever las crisis en Italia con esa antelación?”, se pregunta. «A pesar de las insistencias, incluidas las del Ayuntamiento de Roma, el consulado no contesta para resolver el problema del voto”, dice. Lo más probable es que, este domingo 25, Riccardo no pueda ir a votar y sea un caso de abstencionismo involuntario.

La generación de jóvenes asiste desencantada, aún más, a un resultado que se prevé muy lejos de los grandes temas de izquierdas para los Z: derechos LGTBI+, Friday for future o feminismo.

En el cierre de campaña, el centroderecha, que lidera las encuestas para dirigir el próximo gobierno italiano, reunió, sin embargo, a algunos jóvenes en una plaza en el centro de Roma. La organización se esmeró en ponerlos en primera fila, tal vez, como una forma de dejar ver que su músculo de campaña electoral también los había movilizado.

Dos españoles veinteañeros de Erasmus en Roma se colaron entre las banderas que apoyaban a la ultraderechista Giorgia Meloni –en las quinielas como la próxima primera ministra italiana con su partido Hermanos de Italia–. «Estamos aquí porque en España votamos a VOX y creíamos que teníamos que apoyar a esta gran mujer que se lo ha ganado por meritocracia”, dicen, sin querer dar sus nombres para este reportaje. A su lado, varios jóvenes romanos aplauden y corean con firmeza mientras esperan a que su grande donna salga al palco.

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Comentarios
  1. Hola buenos días. Creo que se han olvidado cosas muy importantes. En la década de los ochenta, tres personajes tan importantes y tan nefastos como Ronald Reagan Margaret Thatcher y el Papa Botija, se propusieron en dar por finalizado una sociedad más justa e igualitaria. Y de aquellos polvos vienen estos lodos… Italia no fue inmune a aquellos cambios (tampoco hay q olvidar la intromisión de la organización criminal de la CIA en la política italiana); en 1991un partido tan importante de la izquierda italiana como el PCI desapareció, dando paso a partidos políticos con una gran indefinición ideológica… Y ahora vemos sus consecuencias. Meditemos.

  2. ¿quién no ha oído hablar de la derechización y la penetración de Vox en los institutos?.
    Aunque no hace falta que Vox penetre en los IES pues las familias, manipuladas muchas y animalicos de costumbres otras tantas, de estos chavales y chavalas se habrán encargado de hablarles de las «bondades» de la dictadura.
    La vuelta al franquismo de la mano de la derecha y ultraderecha franquistas no es de extrañar en un país, España, en que los verdugos del pueblo decretaron que ya estábamos en democracia y siguieron, siguen, detectando el poder.
    ¿Veremos alguna vez VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION ?

    Historiadores e historiadoras alertan de la invisibilización y la tergiversación de la memoria histórica en los libros de texto. Reclaman para el alumnado, que sabe más del nazismo que del franquismo, un currículum estatal que incluya la represión del régimen o la lucha antifranquista.
    Enrique Díez Gutiérrez, profesor titular de la Facultad de Educación en la Universidad de León, asegura que se quedó atónito cuando llevó a sus alumnos de primero de carrera a ver el documental El silencio de otros. Y no tanto por lo que en él se cuenta, una pieza que navega por las historias de represaliados y represaliadas del franquismo y la lucha de las familias en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación, sino por los comentarios tras el visionado. “Nadie nos había explicado nada de esto”, le comentaron a este profesor, que, movido por esta frase y el déficit palpable sobre memoria histórica con el que el
    alumnado llega a la universidad, se ha dedicado a hacer un repaso de los libros de texto de Historia….
    https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/exhumando-historia-clase-memoria-historica-aula?utm_source=Semana%2020/05/2022&utm_medium=email&u

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