Sociedad
Un decálogo de medios independientes
Estos son diez factores imprescindibles que miden el nivel de independencia de un medio de comunicación, según diversos especialistas.
¿Qué es un medio independiente? ¿Qué requisitos debe cumplir? ¿Existen los medios independientes? Estos son diez factores imprescindibles que miden el nivel de independencia de un medio de comunicación, según las consideraciones aportadas por distintos especialistas universitarios que han participado en la elaboración de este dossier en #LaMarea90.
Según el grado de cumplimiento, el medio será más o menos independiente. La financiación, la transparencia y, sobre todo, la propiedad de las empresas periodísticas marcan la frontera entre unos y otros. Puedes leer en profundidad todos los detalles aquí.
- El medio no tiene accionistas o propietarios/as con intereses en grandes grupos empresariales o el poder político.
- Los/as periodistas del medio no tienen intereses en grandes grupos empresariales o el poder político.
- El medio no depende de la publicidad para financiarse.
- El medio no supera un porcentaje limitado de publicidad institucional.
- El medio no publica contenidos patrocinados o, en el caso de publicarlos de manera esporádica, lo indica de manera clara.
- El medio publica sus cuentas e identifica claramente el destino de los gastos y el origen de los ingresos.
- El medio tiene vocación de servicio público y de transformación.
- El medio nunca veta, tergiversa o manipula noticias por ninguna cuestión.
- Las/los periodistas del medio no se autocensuran por ninguna cuestión, incluido el posible temor a la pérdida de lectores/as afines a su línea editorial.
- Las/los periodistas del medio trabajan en unas condiciones laborales dignas.
El discurso de la mentira: Guerra y medios de comunicación.
En estos tiempos estamos asistiendo -escribe Amelia Hernández Prado – al discurso más malintencionado de todos los tiempos, orquestado por los medios de desinformación masiva.
Hoy, la mentira y la manipulación mandan, pues todo aquel que se cuestione la supuesta veracidad de los medios, será acusado de negacionista, conspiranoico o fascista.
El lavado de cerebro está servido. La manipulación mental es vital para mantener a las masas quietas y evitar una posible rebelión.
Pero todo esto no sería posible sin la colaboración de las instituciones políticas de esta nuestra España cañí.
Al circo político y bochornoso que tenemos le siguen creciendo los enanos.
Un ejemplo claro de manipulación lo vemos con la guerra Rusia – Ucrania de la que se nos da una información totalmente sesgada.
Si bien es cierto que condenamos las guerras, también es cierto que Ucrania lleva masacrando a la población prorusa en las repúblicas independientes Donetsk y Lugansk durante 8 años. Zelenski, el presidente de Ucrania, utiliza a los batallones nazis, entre ellos al Batallón Azov, para que hagan el trabajo sucio. Tampoco dicen los falsimedia que Putin advirtió que no admitiría a las fuerzas de la OTAN en Ucrania y se la han querido meter por las narices.
Por último, pero no menos importante, los medios ya no mencionan las guerras que a día de hoy continúan como Siria, Libia, Yemen, Palestina, Sáhara, Afganistán, etc, etc.
A ver quiénes son los «negacionistas», señores.
Las/los periodistas del medio no se autocensuran por ninguna cuestión, incluido el posible temor a la pérdida de lectores/as afines a su línea editorial.
Creo que sí que se autocensuran, saben que según lo que publiquen el sistema irá a por ellos.
Periodistas, sindicalistas, ecologistas son las piezas cinegéticas más buscadas por el sistema.
Sólo pondré dos ejemplos:
EL ASESINATO LEGAL DE JULIAN ASSANGE
«El sistema jurídico del Reino Unido ha sido el foro ideal para ejecutar los deseos de Washington»
Realmente – escribe Binoy Kampmark – quieren matarlo. Tal vez ya es hora de que sus detractores y escépticos, que han demostrado estar equivocados esencialmente desde el principio, admitan que el imperio estadounidense, junto con sus estados clientes, está deseando ver a Julian Assange perecer en prisión.
«Estados Unidos quiere vengarse y, durante mucho tiempo, el Reino Unido y Australia se han contentado con seguir el juego porque han antepuesto las relaciones bilaterales con Washington a los derechos de un hombre decente». Es preciso mantener la rabia, dijo Andrew Wilkie, diputado australiano independiente.
PABLO GONZALEZ, SECUESTRADO POR POLONIA, «OLVIDADO» POR EL GOBIERNO ESPAÑOL. Periodista independiente, ha escrito en diversos medios de izquierdas.
Fue detenido el pasado 28 de febrero en Polonia mientras cubría los efectos de la invasión rusa en Ucrania, bajo la acusación de realizar actividades para la inteligencia militar rusa, por lo que podría enfrentarse a hasta diez años de prisión.
A día de hoy permanece incomunicado en la práctica. Su familia ha solicitado autorización para visitarle en la cárcel, pero hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta oficial, y tampoco se ha permitido contacto telefónico durante estos seis meses. Desde la detención de Pablo González, tan solo ha recibido cinco cartas de la familia y todas ellas con mucho retraso.
Los sindicatos que reclamamos su liberación, tal y como manifestaron la Federación Internacional y la Federación Europea de Periodistas y el Instituto Internacional de Prensa, estamos profundamente preocupados con la situación del periodista Pablo González; una situación profundamente anti-democrática e injusta, que se convierte más crítica cada día que pasa.
Nos parece inaceptable que un estado detenga a un periodista de una forma tan arbitraria y sin prueba alguna. Es un ataque a la libertad de prensa y a la democracia y por lo tanto instamos tanto al Estado Español como a la Unión Europea a que hagan todo lo que está en sus manos para acabar de una vez por todas con esta injusticia.
Polonia vulnera 18 artículos de la Carta de Derechos Fundamentales de la U.E. con la detención de Pablo González.
«Es inaceptable que un Estado detenga a un periodista de una forma arbitraria y sin prueba alguna»