Política
El bipartidismo ensaya un debate electoral en el Senado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, criticó la falta de “rigor técnico” de las medidas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
La excusa eran las medidas de ahorro energético; la finalidad, un cara a cara entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. El escenario: un Senado en el que cargos públicos y trabajadores y trabajadoras de la Cámara Alta mostraban sorpresa por la afluencia de prensa, que abarrotaba el pasillo que daba acceso al hemiciclo.
El dirigente socialista acudía al Senado tras coger el guante lanzado por Feijóo, rompió el guion previsto y, tras una primera intervención de más de una hora, replicó al líder del PP de forma individual en lugar de hacerlo al final, tras el turno de palabra de todos los grupos parlamentarios que tienen silla en el Senado. Esto convirtió el Pleno en una suerte de debate preelectoral entre ambos líderes, en el que las medidas para hacer frente a la crisis energética fueron un elemento más.
En su primer turno de palabra, que alargó más de una hora, el presidente del Gobierno se dirigió directamente a la ciudadanía: desglosó las principales “incertidumbres” a las que se enfrenta el país y las posibles “soluciones”, como la diversificación de las fuentes de suministro energético para minimizar la dependencia de Rusia, el aumento de la capacidad de producción renovable o el fomento del ahorro y la eficiencia en el consumo. Tuvo tiempo para dirigirse a la “bancada de la derecha y la ultraderecha” para asegurar que no se llevarán a cabo “esas medidas apocalípticas” y “dramáticas” que vaticinan desde la oposición: no habrá ni “cortes de suministro” ni “racionamientos”, aseguró.
Aprovechó también esta primera intervención para sacar pecho con algunas de las medidas adoptadas, como la reducción del IVA en la factura de la luz y el gas, la bonificación en el precio de la gasolina o el aumento de la cuantía de pensiones o becas, entre otras. Asimismo, anunció una excepción “temporal” para que las centrales de cogeneración industrial se encuentren bajo el paraguas de la excepción ibérica.
Los 15 –laxos– minutos de la primera réplica de Alberto Núñez Feijóo, quien se quejó del poco tiempo que tenía– estuvieron centrados en los “problemas para los que no ha tenido tiempo”, en referencia a Sánchez. El líder de la oposición enumeró las consecuencias económicas y laborales de la inflación o el aumento de la deuda pública para pasar al ataque y criticar las medidas de las que antes se había vanagloriado el presidente, como la excepción ibérica: “Le regalamos 580 millones de euros a los consumidores franceses”, dijo el dirigente del PP.
Feijóo insistió en su plan alternativo para el ahorro energético, que incluye “consejos y recomendaciones” para el sector privado y “obligaciones” para el ámbito público: “No sancione, premie a quienes ahorren con descuentos en la factura”, añadió. Asimismo, pidió “desburocratizar” la producción de energía renovable y aprovechar “todas las fuentes de energía”.
La segunda intervención de Pedro Sánchez fue mucho más dura que la anterior y se centró en confrontar de manera directa con Núñez Feijóo. El presidente del Gobierno criticó la falta de “rigor técnico” de sus medidas y el “desconocimiento” del funcionamiento de la Comisión Europea: “Le recomiendo que empiece a estudiar un poco más”, le espetó desde la tribuna. Aparentemente cómodo, el líder del PSOE finalizaba sus ataques al político gallego con la misma coletilla en forma de pregunta irónica: “¿Insolvencia o mala fe?”.
En su última intervención, Núñez Feijóo, en una pirueta política imposible, pidió a Sánchez romper el Gobierno con Unidas Podemos: “Rompa con sus alianzas. Cese a los ministros que no ha nombrado y también a los que no están a la altura”. Asimismo, ofreció su apoyo puntual aunque matizó que “nunca será socio parlamentario” de los socialistas.
Desmontar a Feijóo
Fuentes de La Moncloa se mostraban muy satisfechas al término del cara a cara. El objetivo de la comparecencia, aseguraban, era explicar la situación actual a la ciudadanía y desmontar al presidente del PP, de quien dicen que no aguanta un debate de “propuestas serias”. Asimismo, hacenn hincapié en que no hay un cambio de tendencia tras la salida de Pablo Casado de la dirección del partido y acusan al actual presidente popular de falta de moderación, serenidad y acuerdo. Un aura de celebración por parte de Moncloa que podría anunciar una periodicidad de este tipo de comparecencias en el Senado.
Porque sembrar dudas sobre la solvencia gestora de Núñez Feijóo fue el principal objetivo de Sánchez desde un inicio. Una clara estrategia comunicativa que supone el pistoletazo de una campaña electoral informal que durará, si no se convocan elecciones antes, más de un año.
Desde el PP, aunque con un tono menos triunfal, también se mostraban abiertos a nuevos debates como este en la Cámara Alta. Una fórmula que, sin embargo, no gustó al resto de grupos parlamentarios. Aunque el presidente de Gobierno escuchó todas las intervenciones desde el escaño, esperó al final para contestar a todos. Feijóo, en cambio, abandonó el hemiciclo poco después de su intervención. “Tengo que mostrar mi sorpresa por el formato del debate. Se ha planteado como un cara a cara entre el Gobierno y el principal partido de la oposición y el resto de grupos quedamos para los restos”, se quejó Estefanía Beltrán, senadora del PNV, al inicio de su intervención.
L@s que tenemos ya una edad tenemos más que visto este tipo de teatro cutre que ahora nos interpretan Pedrito , Albertito y Felipito VI ; pues ya lo hemos padecido anteriormente con Felipón , Aznarin y el fugado Juancar 1º .
Por mi parte que sigan tal cual ; pero que no cuenten más conmigo para participar en ese otro gran engaño llamado elecciones.
Salud.