Opinión
Caridad y lucha de clases
"Es fácil ser generoso cuando tienes tanto dinero que ni mil vidas te alcanzarían para gastarlo", escribe Arantxa Tirado
Una noticia pasó desapercibida para el gran público en las últimas semanas. Warren Buffett, el nonagenario multimillonario estadounidense que en años recientes declaró que existía la lucha de clases y, por supuesto, era su clase la que la iba ganando, batió un encomiable récord de donación caritativa. Cumpliendo con su “regalo anual de verano”, Buffett ha donado 4.000 millones de dólares en acciones de su empresa, Berkshire Hathaway, a diversas fundaciones, principalmente la Fundación Gates y otras creadas por sus tres hijos.
Esta cifra, sumada a las donaciones acumuladas en los últimos diecisiete años, dan un total de 48.000 millones de dólares, lo que sitúa al quinto hombre más rico del mundo como el filántropo número uno. Si se cumplen sus promesas de desprenderse del 99% de su fortuna, pasará a la historia como una de las mayores almas caritativas que ha pisado el planeta.
Pero, para poder donar una fortuna, primero hay que crearla. Hacer dinero no está al alcance de todos los mortales, ya sabemos que hay gente que se empeña en ser pobre, a pesar de las muchas oportunidades para convertirnos en Warren Buffett que nos ofrece el capitalismo. Como nos dirían los gurús del coaching neoliberal, este “emprendedor” tuvo desde su tierna infancia gran olfato para las finanzas (y una posición privilegiada de partida, todo hay que decirlo), lo que le permitió invertir de manera exitosa y construir un imperio.
Este 2022, Berkshire Hathaway se convirtió, además, en la primera compañía de la lista Forbes Global 2000 que clasifica a las mayores empresas del mundo basándose en sus ventas, ganancias, activos y valor de mercado. Se trata de un movimiento tectónico de magnitud geopolítica pues, por primera vez en muchos años, una empresa estadounidense desplazó al Banco Industrial y Comercial de China, que encabezó la lista de manera ininterrumpida durante los últimos nueve años. El incremento del 53% en sus ganancias respecto al año anterior, unos 90 mil millones de dólares, está detrás del éxito. Ya saben, dinero llama a dinero. Eso sí, nadie puede negar a Buffett su voluntad de moverlo, como cantaba el Fary.
Es fácil ser generoso cuando tienes tanto dinero que ni mil vidas te alcanzarían para gastarlo. Es más, podríamos cuestionarnos hasta qué punto se puede tildar de generosidad la donación de una riqueza no ganada con el sudor de tu frente sino con el trabajo de otros o por la mera especulación financiera. Se debe reconocer a Buffett su capacidad de desprendimiento, una cualidad que no caracteriza a millonarios y multimillonarios, mucho más conocidos por su apego a la riqueza. Es lógico, sin este afán por acumular millones seguramente no habrían amasado fortunas exorbitantes. Pero con igual claridad se debe denunciar lo perverso de un sistema que loa la caridad mientras impide la justicia. Y la justicia pasa siempre por la igualdad de oportunidades y derechos.
Quienes defienden este sistema nos recuerdan la “libertad para enriquecerse”, de hecho, la única libertad que no puede ser tocada en el capitalismo cuando llega la izquierda al poder, so pena de que te den un golpe de Estado. La legalidad que se esgrime para defender el enriquecimiento desmedido y a cualquier precio implica dejar de lado las consideraciones morales que deberían llevar a escandalizarnos ante el enriquecimiento obsceno de unos y el empobrecimiento descarnado de otros. Conviene tener presente que la riqueza no es un compartimento estanco sino el resultado de unas relaciones sociales determinadas que, bajo el sistema capitalista, suponen robar a la clase trabajadora el fruto de su trabajo, aunque sea de manera legal.
Precisamente, esa legalidad permite que te paguen menos de lo que produces para que quienes te contratan tengan su margen de ganancia y, así, generen su riqueza. Los mismos que, no contentos con eso, te roban también en el recibo de la luz o a la hora de hacer la compra escudándose en la inflación o la guerra. Todo desde la más absoluta legalidad capitalista que debe respetarse, e incluso aplaudirse, asumiendo una moral de esclavo que acepta cambiar derechos por la caridad que tenga a bien darnos el multimillonario de turno. Multimillonarios “buenos” -nada que ver con los oligarcas rusos– porque han decidido donar parte de su fortuna en lugar de quedársela toda para ellos, y que son puestos de ejemplo sin cuestionar el sistema económico que genera tamañas desigualdades entre seres humanos.
Si algo debemos agradecerle a Warren Buffett no son sus gestos caritativos, que no le han impedido vivir su longeva vida como un privilegiado ni dejar a sus hijos desamparados, sino su contribución para desmentir, con palabras y hechos, a los negacionistas de la lucha de clases. Ojalá su ejemplo nos llevara a pensar en la necesidad de construir un sistema económico distinto, basado en la justicia y el bienestar colectivo por encima del derecho al enriquecimiento desaforado de unos individuos que redimen su culpa –si la tienen– a base de filantropía.
LA CONCIENCIA DE CLASE DE LA CLASE OBRERA. (Así nos va)
OBRERO CON COSAS, un rock de «Au D’asti».
https://www.youtube.com/watch?v=6MIaahbAZy8
Manu, voz principal de Au D’asti:
La canción describe muy bien la realidad de esa clase trabajadora que se cree clase media, ¿dónde está la conciencia de clase?.
Esa canción es muy personal, fue de aquellos años que pasé en curros de mierda y de darme cuenta de que los obreros no tenían conciencia de clase, todos votaban al partido político del patrón y era lo que a mí siempre me chirriaba en la cabeza. Entonces, pues de esa frustración yo creo que fue como nació la letra de obrero con cosas.
Pues al final eso, la conciencia de clase, es lo que reivindica la canción. Hace un tiempo estuve currando en el campo de trabajos muy malos, super precarios. Hablando con los del curro, con obreros que cargaban sacos en una fábrica de Barbastro o de algún pueblo de Uesca, me daba cuenta de que todos eran super de derechas. Y yo pensaba, pero a ver, estamos aquí realmente explotados. Estábamos muy explotados, y no lo típico que se dice “un poco explotados”, sino muy explotados.
Yo estuve en una empresa que hacíamos 12 horas al día, que lo que te pagaban no llegaba a tres euros la hora, fines de semana… Una mierda de estas de las empresas que se aprovechaban de la crisis a saco y bajan los sueldos. Pero en realidad les iba de puta madre porque lo veías, les iba mu bien. No eran especulaciones, sabías que les iba bien porque hablabas con el secretario y te lo decía…
https://arainfo.org/au-dasti-estamos-aqui-vamos-a-luchar-por-lo-nuestro-y-a-hacernos-oir/
Carmen…De nuevo….Me apuré…Quise decir, en na parte: no tiene solución, Y, por apurón, escribí: No tiene situación…Eres experta en el arte y técnica de escribir, de manera, que encontrarás con facilidad, la parte equivocada…..Saludos.-
Hola Carmen…Muy documentado tu comentario…Un aspecto que se oculta, es la descomposición, de las organizaciones anti sistemas..Las cúpulas, desalientan a los de abajo a que aprendan, a fin de que no los saquen del poder..¿Clasísmo?…En las izquierdas, muy intenso……Vanidad intelectual?…En las izquierdas….Quienes logran hacer algunos cursitos de capacitación politica, desprecian a quienes no los hicieron y vamos formando cúpulas…¿Auto formación?—-Ni se te ocurra, todo eso se tiene que hacer en :»Buenos institutos»?—¿Distribuir libros e instructores, en las poblaciones humildes?….Nunca….Solo discursos agitatívos y reivindicativos….¿Enseñar su propia doctrina, por llamarlas aí?….Jamás…Algunos, logran saber pues ha accedido a universidades, en la linea gruesa…y así, se van dedicado, principalmente a hacerse sus carreras en la política…. Es un problema, qué, en juicio de quienes han abordado, esta situación, reconocen y aceptan que no tiene situación…El joven o la niña, que logra sacar su título, le da vuelta a su propia familia, se cambia de barrio e intenta, unirse a las elites sociales….Se disculpan diciendo. Pecadillos de juventud…..Te recomiendo que busques el libro: EL DIOS QUE FRACASO, entre sus autores, se encuentra el destacado filósofo Arthur Koestler…..Qué estés muy bien.-
Excelente artículo.
¿SALVARA EL CAPITALISMO A LA HUMANIDAD? Frei Betto.
Estoy convencido de que ni la humanidad ni la naturaleza tienen salvación bajo el capitalismo. Y tengo la esperanza de que, un día, la humanidad considerará que es un sistema inhumanamente abominable.
El año comenzó con una noticia estremecedora. En 2021, en pleno auge de la pandemia, la fortuna de las 500 personas más ricas del mundo creció en más de un billón de dólares.
Si sumamos el patrimonio líquido de ese selecto club de 500 supermillonarios, el resultado es de 8,4 billones de dólares, superior al PIB de cualquier país del mundo, salvo Estados Unidos y China.
De los 500, diez son casi 4,520,145 millones de dólares más ricos. Ellos son…
La mayoría de los supermillonarios controla los medios de comunicación, en especial los electrónicos. O sea, fabrican las ideas que pueblan las mentes de mucha gente. Esos diez hombres tienen también poder para detectar cada uno de nuestros pasos y registrar nuestras preferencias. Poseen más poder que casi todos los jefes de Estado.
¿Y por qué esas diez personas poseen fortunas tan fantásticas?
Porque vivimos en el sistema capitalista, que instauró la naturalización de la desigualdad social, la convicción de que la naturaleza existe para ser explotada, la creencia en que todos son libres para ascender de la pobreza a la riqueza (la meritocracia), el poder de dictar leyes y monitorear gobernantes y, como explica Max Weber, el precepto de que poseer una fortuna es señal de la bendición de Dios…
De los 7,9 mil millones de personas que habitan este planeta devastado por el capital, 857 millones padecen hambre (de la cual 24,000 mueren cada día); 780 millones sobreviven en la miseria; 785 millones no tienen acceso a agua potable; y más de 3,000 millones viven en la pobreza.
Nuestra era puede definirse como el capitaloceno. Hoy día, el poder del capital habla más alto que el derecho a la vida de los seres humanos y la naturaleza. La apropiación privada de la riqueza se considera un mérito y un derecho, protegidos por las leyes y la policía.
Los más ricos son envidiados, cortejados, adulados y admirados, mientras que los más pobres son menospreciados, rechazados y excluidos.
https://insurgente.org/frei-betto-salvara-el-capitalismo-a-la-humanidad/
NI GUERRA ENTRE PUEBLOS NI PAZ ENTRE CLASES