Opinión

Lo que sé sobre la guerra (de Ucrania)

"Lo que sé sobre la guerra, lo que he aprendido durante todos estos años, es que los responsables de los países en guerra mienten, tanto los agresores como los agredidos, porque la batalla de la información es parte de la campaña bélica", reflexiona el autor.

Manifestación por la paz en la plaza del mercado de Tubinga (Alemania). IMAGO IMAGES / REUTERS

No soy experto en geopolítica ni en asuntos militares, mis conocimientos sobre el Este de Europa son limitados y, como casi todo el mundo, ignoro cuál ha sido el detonante y cuáles los planes reales de Putin. Claro que leo periódicos, me informo, sigo los acontecimientos. También lo hice durante las guerras de la ex Yugoslavia, el Congo, Iraq, Afganistán, Libia y Siria; en aquellas ocasiones, como ahora, oía a gente a mi alrededor opinar con vehemencia, como si realmente entendiesen la situación y viesen con claridad el camino a seguir, como si de verdad creyesen los discursos virtuosos de nuestros gobiernos.

Pero lo que sé sobre la guerra, lo que he aprendido durante todos estos años, es que los responsables de los países en guerra mienten, tanto los agresores como los agredidos, porque la batalla de la información es parte de la campaña bélica. Como mienten los representantes de los países que apoyan a uno u otro bando. La valoración de las operaciones contra civiles, que existen en todas las guerras, es distinta según quién sea el agresor: los daños colaterales de unos son las matanzas bestiales de otros, la defensa de la democracia y la paz que aquel consigue con misiles es el atentado contra el orden internacional de quien los sufre. Y por eso sé que los ciudadanos nunca contamos con la información necesaria para conocer ni las causas ni las implicaciones de los conflictos bélicos.

Lo que he aprendido sobre las guerras es que el objetivo enunciado nunca es el que de verdad se persigue; y por supuesto he aprendido que ningún país interviene militarmente para defender la democracia en otro; como tampoco las violaciones de mujeres de las que fuimos ampliamente informados durante el conflicto yugoslavo era la razón de los ataques de la OTAN. Ni importó nunca el Estado de derecho en Iraq, ni molestaba la tiranía de Gadafi. De hecho, los mismos países supuestamente preocupados por los derechos humanos en un país hacen alegremente negocios con dictadores de otro.

He aprendido, claro, que las guerras se deben a intereses geoestratégicos y económicos, y que empiezan mucho antes de que caigan las primeras bombas. Porque antes de la primera explosión ya se ha preparado a la opinión pública y porque durante años se ha ido abonando el terreno para llegar a la guerra; en el caso actual podríamos hablar de las maniobras occidentales para aislar a Rusia, o de las rusas para recuperar parte de su influencia mundial y para ocultar la ruina del país a la que lo han llevado los políticos corruptos que dicen defenderlo. Las guerras no estallan repentinamente por una razón, sino que se diseñan poco a poco y se espera al momento más oportuno para declararlas: por ejemplo, el atentado de las torres gemelas. 

También aprendí que la guerra no se acaba cuando nos anuncian solemnemente el armisticio. Las guerras continúan, sobre todo para la población civil, mucho después de la declaración de paz y de la imposición de medallas y las fotografías de apretones de manos: la miseria sobrevive a las explosiones, el dolor no se apaga con el último fuego; y el conflicto resurge una y otra vez de forma diferente, a veces durante décadas.

Lo que sé sobre las guerras es que las llamadas intervenciones humanitarias de Occidente son mortíferas, y que a menudo nos retiramos del teatro de operaciones dejando instalados a nuevos clanes que se disputan el poder ferozmente, mientras los ciudadanos siguen sufriendo como antes.

Sé lo suficiente sobre las guerras para no escuchar las declaraciones del momento, no creerme las fotografías de satélite que demuestran esto y aquello, no confiar en las buenas intenciones ni en las grandes palabras. Por eso, sin ser un experto, etc., etc., no puedo apoyar el envío de armas a Ucrania y menos la participación directa de Europa en esa guerra. Porque no tengo ejemplos recientes que me permitan confiar ni en la buena fe ni en la eficacia de las acciones militares occidentales. Al contrario, sé que la guerra es la continuación de la diplomacia por otros medios, y que el objetivo de la diplomacia casi nunca es el bienestar de la gente.

Acoger a los refugiados, castigar económicamente al agresor (sea cual sea) para que le salga menos rentable, aislarlo internacionalmente, convertir en parias a los máximos responsables (sean quienes sean, también si son nuestros supuestos aliados), juzgarlos penalmente cuando sea posible, son las únicas acciones que podría defender con buena conciencia. No, con buena conciencia no, porque eso es algo que hoy no nos merecemos nadie.  

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Toda guerra es mala, pero sobre Ucrania, ¿ es necesario que mueran tantas personas para que Ucrania pueda pertenecer a la OTAN?

    Para iniciar una guerra es necesario que las dos partes estén en desacuerdo, siempre suele haber una mejor que otra, pero la vida de tantas personas es una cuestión invalorable.

    Hubiera sido mejor para todos seguir igual que antes, se hubieran evitado muchos muertos y crisis económica para muchos.

    La Unión Europea apoya a Ucrania (intereses OTAN), fue Europa quien empezó a bloquear las noticias que venían de Rusia (RT Televisión, canal emitido desde Madrid) y naturalmente semanas después lo hizo Rusia.
    Se intenta comparar dicha guerra con la guerra nazi, pero hay varias diferencias:
    El imperio nazi conquistaba territorios sin opción a negociar.
    Los nazis imponían su política Nacional Socialista a los conquistados
    Los nazis exterminaban simplemente por ser judíos.
    Esperemos que esto termine y no se involucren a más países en esta guerra.

  2. «UCRANIA EN LLAMAS»: EL DOCUMENTAL EN EL QUE OLIVER STONE NARRA EL GOLPE DE ESTADO QUE PRECEDIÓ AL CONFLICTO ACTUAL (VÍDEO)
    Un documental de Oliver Stone que desvela la participación de EEUU y la OTAN en el «golpe de estado» en Ucrania en el 2014, que daria lugar al actual conflicto
    Dos días antes de que se estrenara este documental en las salas de cine de los Estados Unidos, arreciaron las arrolladoras presiones para que el film fuera sometido a censura y quedara terminantemente prohibida su difusión a través de la plataforma de Youtube. Hasta el momento esto último no ha sucedido. Sin embargo, tal y como van las cosas, no hay seguridad de que esto no pueda producirse en el curso de los próximos días (…).
    https://canarias-semanal.org/art/32221/ucrania-en-llamas-el-documental-en-el-que-oliver-stone-narra-el-golpe-de-estado-que-precedio-al-conflicto-actual-video

  3. Muy convincente.
    Es de agradecer, José, en estos turbios y fanáticos momentos, tu serena reflexión.
    De los autores del atentado de las Torres Gemelas, lo mismo que del coronavirus, o del 23F hay mucho escondido. Que se contrasten informaciones y cada uno saque sus conclusiones. Aún «no se ha podido saber» por ejemplo quien mató a Kennedy, mucho tendría que cambiar todo para que se supera…
    Los amos del mundo no tienen que dar explicación alguna a sus mandados, y menos, de los crímenes y delitos que cometen.

    MI NO A LA GUERRA NO ES CONDICIONADO, Alberto Cubero, (concejal ZenC Ayuntamiento Zaragoza) tiene memoria, valor y las cosas muy claras, lo dice todo en apenas 2 minutos:
    https://www.youtube.com/watch?v=VzIAYY5s_Ig

  4. Te paso las vivencias de este Brigadista que coinciden con las charlas que daba otro profesor de español y brigadista en el Donbass: (El artículo es largo; pero sería conveniente de que todos estuviéramos informados del contenido aunque sólo fuera por contrarestar un poco el martilleo constante y manipulador de los medios de comunicación del sistema, ya no hay coronavirus, ahora toca Ucrania y mientras tanto algunos se enriquecen mientras la mayoría dejamos que dirijan, manipulen y precaricen nuestras vidas)
    La hipocresía de un “No a la guerra” que llega muy tarde
    «Ahora, la gente del Donbass podrá salir de sus refugios y jugar en un parque con sus hijos, sin miedo a saltar por los aires, por primera vez en 8 años».
    Artículo de Ramiro Gómez, miembro de la Brigada Rubén Ruiz Ibarruri y participante en la Caravana Antifascista de Banda Bassotti.
    Me pongo a escribir esto tratando de contener la rabia y la indignación que me producen las reacciones de la izquierda occidental y de la sociedad en general sobre el contraataque ruso contra Ucrania.
    La verdad es que no espero gran cosa con esto. Tengo de sobra comprobado que no hay más ciego que el que no quiere ver, y que por mucho que todos repitáis mil veces que la tele manipula, seguís bailando al ritmo que os marcan desde los medios de masas de occidente.
    Desde ayer he visto las redes sociales llenas de cartelitos de NO A LA GUERRA a los que habéis quitado los casi 20 años de telarañas desde la guerra de Irak.
    Podría decir que esos mismos carteles han estado olvidados en el fondo del cajón de la infamia, mientras Israel masacraba Palestina. Mientras EE.UU. arrasaba Afganistán, o Libia, en bombardeos masivos que han causado la muerte de mas de 150.000 personas, incluyendo miles de niños. Muertes que EE.UU. se ha negado a investigar. Pero decir todo esto, sería demasiado fácil. Podría decir que cuando los medios os dijeron otra vez, que al igual que con Libia había que intervenir en Siria, os habéis mantenido callados mientras USA atacaba a un país soberano y saqueaba sus reservas de petróleo.
    También podría decir que en lo que va de mes de febrero del 2022 , ha habido muertos en Palestina, en Damasco por bombardeos de Israel, al igual que en Yemen o en Somalia. Y vuestros cartelitos seguían olvidados.
    También podría decir que las políticas occidentales han causado un genocidio constante en las aguas mediterráneas, pero seria poner en bandeja el que 4 caraculos me tachen de demagogia. Se ve que hay muertos que importan, y otros que no.

    Como decía Malcolm X, tened cuidado con los medios de comunicación porque si no vais a acabar defendiendo a los opresores.

    Pero quiero centrarme en la guerra que estalló en Ucrania en el año 2014, a la cual, vuestros insulsos carteles están llegando 8 años tarde. Todo el mundo puede despistarse, todos podemos cometer errores, pero también es posible que haya algo más perverso en según qué “descuidos”.
    Tener memoria es algo muy importante, y más en una sociedad que fabrica conflictos de usar y tirar para los que la mayoría de personas sólo actúan poniendo un avatar de moda en su foto de perfil, y que días después con la aparición de cualquier noticia de la prensa rosa, del futbol o de cualquier gilipollez caduque en un suelo infértil.
    Antes de nada hay que entender que una guerra hoy en día no aparece de la nada y que muchos de nosotros entendemos que la guerra global comenzó hace mucho tiempo. Otra cosa es que los medios de comunicación de los que nos alimentamos , decidan qué tiempo hace, o qué conflictos existen o no existen, pero son muchísimos rincones del mundo los que desde hace años están en guerra y son invisibilizados debido a que los interés económicos que hay detrás favorecen a la alianza occidental USA-OTAN.
    Desde hace años OTAN-USA ha ido faltando a su compromiso y levantando base militares estableciendo allí sus tropas por toda la frontera rusa, con la intención de debilitar, y asediar a los países euroasiáticos que podían hacer competencia al dólar y al euro….
    https://insurgente.org/la-hipocresia-de-un-no-a-la-guerra-que-llega-muy-tarde/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.