Sociedad
Un joven denuncia una agresión policial en Sevilla: “Los agentes intentaron que mi amigo borrara el vídeo”
Ya ha denunciado los hechos y, según su defensa, los agentes podrían haber incurrido en hasta seis presuntos delitos. Él fue detenido por resistencia a la autoridad.
Diversos vídeos muestran el momento en el que un agente de la Policía Nacional trata de inmovilizar a un joven, empuja contra el coche patrulla, tira al suelo y le propina una bofetada en la cara. Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 13 de febrero en los alrededores de una discoteca de Sevilla. El joven fue detenido por atentando a la autoridad, tal y como reza el atestado policial, aunque dicha tipología ha sido reducida a resistencia a la autoridad por parte de la Fiscalía y el juez del caso.
Los agentes, en su escrito, aseguran que el joven les insultó, golpeó e incluso arrojó una bebida, además de negarse a facilitar su identificación. El joven, ya imputado, también ha denunciado a los dos policías nacionales que tomaron partido en su detención por hasta seis presuntos delitos: lesiones, falsedad documental, detención ilegal y coacciones.
Según el relato del joven, esa noche se encontraban de fiesta en una sala de Sevilla. “En un momento dado, un amigo me comenta que otro chaval está muy mal, seminconsciente, así que vamos a ayudarle. Entre los dos lo sacamos de la sala y llegamos a la calle”, dice. En el lugar había hasta tres patrullas de Policía Nacional, por lo que, según cuenta, les pidió que llamaran a una ambulancia para poder tratar al que se encontraba mal. “El policía pasó de mí, ni siquiera me miró cuando se lo dije. Estaban literalmente cruzados de brazos cuando una persona seminconsciente seguía tirada en el suelo”, agrega.
Esta situación enfadó al joven que, según su relato, se dirigió a los agentes en los siguientes términos: “Así ayudáis a la ciudadanía”. “De repente, cogió la porra y me pegó en la mano izquierda, dos puñetazos en la cara, me empujó y me tiró al suelo”, denuncia. En ese momento, su otro amigo comenzó a grabar. Otras dos personas más también grabaron los hechos. Uno de los agentes trató de evitar dichas filmaciones. Las imágenes recogen cómo uno de los agentes levanta al joven denunciante del suelo y lo lleva detrás de un coche patrulla. Allí lo empuja contra el automóvil, lo coge por detrás y lo tira al suelo. Ya sentado, el vídeo muestra cómo el joven recibe una bofetada en la cara por parte del agente. Después, el policía cae sobre él para intentar esposarlo y, aunque el joven parece no mostrar resistencia, la rodilla del funcionario oprime la espalda del joven mientras él grita que tiene el DNI en el bolsillo derecho y que no ha hecho nada.
Así cuenta lo que sucedió inmediatamente después: “Mientras estoy en el coche ya esposado, los agentes intentan que mi amigo borre el vídeo. Le dieron un puñetazo y lo cachearon. Le cogieron el móvil, pero él no lo desbloqueó, así que lo amenazaron diciéndole que si salían esas imágenes le podía pasar lo mismo que a mí”.
Los partes sanitarios
Desde el polígono en el que se encuentra la discoteca, los agentes condujeron al detenido a un centro sanitario. “A ver qué te vas a inventar ahora”, cuenta que le dijo uno de los agentes al salir del coche policial. En la consulta médica preguntó si era posible que la exploración se realizara a puerta cerrada. Lo denegaron, así que el compañero del policía escuchó todo lo que comentó con el profesional sanitario. Ese primer parte de lesiones, realizado a las 6.20 horas, confirma “hematoma en mejilla derecha” y “herida superficial de 1 centímetro en el dorso de la mano derecha”. El informe médico forense que obra en el procedimiento judicial, al que ha tenido acceso La Marea, añade, además, “lesiones objetivables tras la exploración física” y “refiere dolor cervical y en zona lumbar, sin hallazgos en la superficie corporal”.
Tras su puesta en libertad unas horas después, los dolores persistían. Un segundo informe practicado el mismo día 13 de febrero, en torno a las 13.00 horas, corrobora que “se objetiva hematoma periocular derecho y contusión en región lumbar izquierda”, siendo el diagnóstico principal: “policontusiones”. Cuatro días más tarde y al continuar los dolores, le practicaron una nueva exploración médica que determina: “policontusiones, hematomas en ojo derecho y mano izquierda. Contracturas musculares post-traumáticas. Se palpan contracturas en zona cervical. Restos de arañazos en vías de cicatrización en mano derecha”.
Los policías tienen otra versión
María Jesús Agudo, la abogada que se ha hecho cargo del caso tras la puesta en libertad del joven, explica que, puesto que tras la detención no se conocía la existencia de los vídeos, no se tenían datos de los testigos y solo existía el atestado policial, el procedimiento se ha tramitado como diligencias urgentes, por lo que el afectado espera la vista del juicio oral el 17 de mayo. Ese día se dilucidará si se impone la versión del joven apoyada en las imágenes o la de los agentes, que la letrada niega en su totalidad al considerar que no puede distar más de la realidad.
El atestado policial, al que también ha tenido acceso La Marea, recoge la versión de los agentes que actuaron aquella noche. Afirman que el joven apareció en la escena “con una persona ebria solicitando una ambulancia”. También sostienen que el mismo joven manifestó que había tenido una pelea en el interior de la discoteca en la que varios individuos le habían propinado varias bofetadas.
Según la versión policial, unos jóvenes que pasaban por el lugar les dijeron que ya habían llamado ellos a la ambulancia, “por lo que el presentado [el joven], al observar que los comparecientes [los policías nacionales] no requieren los servicios médicos, comienza a insultar con expresiones como «vaya mierda de Policía», «ustedes estáis para hacer lo que os pidamos», «sois unos mierdas» y «además me han pegado y no hacéis nada, inútiles». La versión global de los agentes también quedó reflejada en el escrito de acusación elevado por parte de la Fiscalía, al que también ha accedido este medio.
En este sentido, el Ministerio Público corrobora en su totalidad el testimonio de los policías. Así lo recoge el documento: “El acusado, al no estar conforme con la actuación policial, indicando que debían llamar a una ambulancia, ya requerida por una persona, comenzó a dirigir expresiones vejatorias frente a los agentes, ‘vaya mierda de policías’, negándose a identificarse, arrojando la bebida que llevaba en su mano a uno de los agentes, aproximándose a otro agente, momento en el que el acusado, para zafarse de él, le propinó un codazo a la altura de las costillas, sin sufrir lesiones, siendo detenido en ese momento, usando fuerza mínima indispensable”.
La defensa del joven responde ante los tribunales
La respuesta a dicho escrito por parte de Agudo refleja cómo “los hechos en ningún caso sucedieron de la manera que se describen, distando diametralmente de la realidad”. Tras negar que profiriera insultos contra los agentes, “sino que simplemente se limitó a indicar que no era lógica la forma de actuar de estos, que estaban haciendo caso omiso a una llamada de auxilio”, el texto recoge que “en ningún momento arrojó el joven la bebida al policía, como este pretende, sino que fue el golpe en la mano recibido por el policía lo que dio lugar a que se vertiera el contenido del vaso. Mucho menos dio un golpe en las costillas al policía; prueba evidente de ello es que el policía no presenta lesiones de ningún tipo”.
La letrada también señala en su escrito cómo el “agente agresor” llega “incluso a golpearle la cabeza contra el vehículo policial, todo ello mientras con la capucha de la sudadera que llevaba el joven le tapaba la cabeza impidiéndole respirar”. Y agrega: “El joven, lejos de resistirse, como se pretende, solo acertaba a decir: deje de pegarme, el DNI está en el bolsillo derecho”, tal y como recogen las filmaciones. Para defender esta versión, Agudo asegura en su escrito de defensa que presentará cuatro testigos: el joven al que pretendían ayudar en un primer momento; el amigo del acusado que presenció los hechos y grabó parte de los mismos y “fue igualmente agredido por el mismo policía nacional”; otra persona que grabó, desde otro ángulo, la secuencia de la agresión policial; y, por último, otra persona que “recoge el teléfono móvil que el joven se saca del bolsillo mientras está siendo agredido por el policía”.
Agudo, por su parte, mantiene que, al contrario de lo que asegura la Fiscalía en su escrito de acusación, los agentes no actuaron con la “fuerza mínima indispensable”. “Del principio de la agresión no hay vídeos, pero del final sí, y ahí se ve cómo no pone ningún tipo de resistencia mientras el agente lo levanta del suelo, lo lleva a empujones detrás del coche para que sus amigos no puedan grabarlo, y ahí lo vuelve a empujar y golpear”, expresa. Por el momento, en la denuncia que ha presentado recogen los hechos según la versión ya comentada, que a ojos de la letrada podría ser constitutiva de hasta seis delitos.
Tal y como recoge la denuncia, los delitos en los que podrían haber incurrido son delito de lesiones por aquellas causadas al joven y delito de falsedad documental por funcionario público, “por faltar a la verdad en la consignación de los hechos en el atestado policial (en toda su extensión) y en el acta de información de derecho al detenido (hablan de acometimiento y de atentado). A ellos se suma un posible delito de acusación y denuncia falsa, otro de detención ilegal y un cuarto de atentado a la integridad moral en su modalidad “no grave”. Por último, se recoge el delito de coacciones “al amenazar al joven que grababa e intentar borrar lo grabado”. A todo ello se sumaría el posible delito de falso testimonio “en caso de mantener los policías en el acto del juicio la declaración realizada en el atestado”.
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Salud.