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A César de Vicente Hernando

Esther Ortega, amiga del intelectual, le dedica esta carta tras su fallecimiento el pasado 21 de enero de 2022

Collage elaborado por Esther Ortega con una foto de César de Vicente y algunas de sus obras

ESTHER ORTEGA* | El mundo se ha caído y no lo sabe.

Lo sabemos quienes te conocimos y a quienes la vida se nos ha quedado, para siempre, mutilada. Porque el mundo se ha caído.

Como un Atlas, único, generoso, a contracorriente, fiel, incansable, íntegro… lo sujetabas; y el viernes, 21 de enero de
2022, se cayó para siempre.

Lo sostenías para tantos… Sabías de la necesidad de crearlo y lo hacías. Creabas mundo para los demás y para hacerte vivible este en el que no encajabas ni querías encajar.

Pagabas un precio muy alto. Tú, para quien las cosas no tenían precio, solo valor, sabías que estabas pagando un portazgo enorme por vivir coherentemente, de la única forma que sabías hacerlo. Has pagado con lo único que realmente te pertenecía: la propia vida.

Te has dejado el corazón en sobrevivir en medio de tanta podredumbre. En sobrevivir dignamente, de acuerdo a tu manera de entender el mundo. Siendo coherente y ayudando a los demás a serlo mínimamente.

Te has dejado el corazón sostiendo un mundo que te hería y al que tú le dabas sentido y mejorabas.

Te has dejado el corazón de pura fuerza para seguir adelante, sin desfallecer ante lo que se imponía, manteniendo en pie tus principios que eran tu corazón. Tu corazón no ha podido más de tanta lucha, de tanta luz, de tanto intentarlo.

¿Cómo despedirse de alguien como tú?

¿Cómo continuar sin alguien como tú, con todo lo que eras?

Eras una mente prodigiosa. Un descubridor de mundos y de estelas. Eras un intelectual honesto y comprometido.

Eras un hombre valiente, desaforado a veces porque no te permitían los foros donde poder gritar la verdad que vapuleaba a esta sociedad idiotizada por el dios dinero.

Creías en lo que creías y eras incombustible, pero quemabas. Quemabas de verdad, de justicia, de honestidad, de pura
coherencia.

Eras un hombre íntegro y eras un niño, preguntando evidencias. Emocionado ante pequeños tesoros. Perdido en mundos transitados por todos. Cualquiera que haya sido bendecido por la sonrisa de tu mirada, sabrá del niño del que hablo.

*Esther Ortega ha sido amiga de César de Vicente Hernando durante más de 40 años. El intelectual, doctor en Filología Hispánica, falleció el pasado 21 de enero de forma repentina. De Vicente era especialista en Literatura y era considerado un experto en la teoría del teatro político.

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