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Chanel también es España

Jorge A. Trujillo, socio de La Marea, escribe sobre el proceso de selección de la representación española en Eurovisión

La cantante Chanel durante su actuación en el Benidorm Fest. CAPTURA RTVE

Llegué tarde a la final del Festival de Benidorm, donde se elegiría al representante de España en Eurovisión, porque no soy nada experto en música y ni me iba ni me venía. Los y las participantes aceptaron las reglas del juego y hubo una ganadora. La polémica se dio entre los fans de tres finalistas: Tanxugueiras, Rigoberta Bandini y Chanel. Y es que la política lo envuelve todo, aunque hay quienes se empeñan en decir que no. Claramente no hemos ganado quienes soñábamos con enviar una propuesta rupturista y con mucho contenido, pero, es Eurovisión, ¿qué os esperabais?

Las favoritas del llamado “sentir popular” eran también mis favoritas. Por un lado, la propuesta gallega, con su increíble Terra, ponían sobre la mesa la pluralidad cultural y lingüística del Estado español, el país de países. Una puesta en escena brillante, llena de folclore del norte de España, con ritmos actuales. Bailarines con falda y unos cuerpos que representan a gran parte de la población. Pero, además, cantaban en una de las lenguas cooficiales de España: en galego. Recordándonos, aunque en diferente situación, a cuando Joan Manel Serrat no pudo cantar su “La, la la” en catalán y fue Masiel la que representó y ganó en 1968.

Por otro lado, estaba Rigoberta Bandini con una apuesta impactante en la que cogía un pecho como símbolo de empoderamiento feminista, al estilo Delacroix, poniendo a la mujer cis (la que da a luz y sangra cada mes) como el centro de vida y belleza. Una teta gigante y una música que atrapa. Este es un himno para quienes trabajamos por ser feministas. Ay mamá es un homenaje a todas esas madres y abuelas que son referentes, pero también representaba cuerpos y bellezas reales.

Estas dos propuestas culturales encarnan lo mejor de nuestros días: el papel de la mujer, la interculturalidad de España y propuestas musicales rompedoras y entretenidas a la vez. Sin duda, lo hacen por contenido, por ser rupturistas, atrevidas y auténticas, ya que son totalmente diferentes a lo que hemos visto casi siempre. Podrían habernos representado bien en un festival de cierta caspa y lleno de música mainstream y ultracomercial. 

En contra de la expectativa e ilusión que se generó por estas dos canciones favoritas, alentada por algunos medios y sectores políticos y sociales, ganó la cubano-catalana Chanel. Una propuesta muy trabajada desde el punto de vista de lo que es Eurovisión, una música muy actual del llamado pop latino, una coreografía muy impactante que la cantante supo coordinar con una afinada voz y una forma brutal de comerse la cámara. Una mujer que lo hizo muy bien dentro del marco de Eurovisión y en la lógica de su propuesta. Sin embargo, todo su trabajo y su talento no hace que sea una canción rupturista e incluso, con una letra horrorosa, su contenido es contrario a lo que podríamos definir como feminista. Es el entretenimiento por el entretenimiento, sirve para una bailoteo en una fiesta petarda y para pasar un buen rato, pero ya está. Ganó lo de siempre, el sistema establecido. Pero, ¿eso no era Eurovisión? ¿No se sabía que quien pone la pasta tiene las de ganar y un concurso televisivo de ese tamaño representa unos intereses concretos?

El domingo en la mañana muchos nos llevamos una decepción y las redes ardían porque la votación del jurado, que valoraba especialmente el espectáculo, se alejaba del clamor del público. Sin embargo, cuanto más comentarios leía, más decepción me entraba; porque quienes defendían la interculturalidad de los pueblos de España y el símbolo feminista de una teta, no todos ni todas, empezaban a insultar a Chanel. Lo ha resumido bien el proyecto Blackandartists.

A cuadros me iba quedando al ver como algunos que defendían la pluralidad y el feminismo de España, se cebaban contra Chanel con comentarios clasistas, misóginos, racistas y de superioridad moral y cultural sobre lo que se supone que es “buen representante español” o “buena mujer”. No seré yo quien defienda su propuesta musical, con una letra que es lo que es, y siendo mis favoritas las que no ganaron, pero de ahí a los comentarios de odio que hicieron que la catalana ganadora se quitara el Twitter hay un largo recorrido. 

¿No era Beyonce un producto mainstream que ponía diversidad al pop? ¿No era Jennifer Lopez la artistaza neoyorkina y la colombiana Shakira quienes dejaron con la boca abierta a medio mundo en la Super Bowl del 2020? ¿No es la música latinosa la que más se oye en las calles y locales de España (o buena parte)? ¿por qué usar la palabra “latinosa” con un ritmo que ahora domina la música pop? ¿Y por qué “latino” es un concepto peyorativo, cuando latinos son también españoles, italianos y portugueses? ¿Es solo la música de origen latinoamericano la que tiene letras machistas o vacías? ¿Seguro? ¿No conocemos más tipos de música que sean así? ¿No hemos bailado y disfrutado canciones con letras horrorosas sin pararnos a pensar en qué decían? ¿Por qué atacar a una mujer racializada y no al modelo de elección? ¿Pero esto no era siempre un concurso casposo y aburrido? ¿No es Eurovisión un eje de la industria mainstream? ¿Por qué no criticar esos modelos industriales y culturales? ¿Por qué Chanel no es española? ¿Porque no ha nacido en España aunque lleve desde los 4 años aquí? ¿No es ella uno de los rasgos que han enriquecido a España con la llegada de la migración? ¿Qué es el acento latino? ¿Chanel tiene acento latino? Sí, latino, catalán, donde creció y como lengua latina igual que el castellano. ¿No puede una niña española de origen latinoamericano ver que mujeres con sus rasgos pueden representar su país? ¿Por qué le ponemos fronteiras? ¿Una teta sí pero un culo no? ¿Gente de derechas no ha dicho en Twitter que no les dan miedo las tetas, sino que les gustan? 

Tanxugueiras y Rigoberta Bandini representan muy bien España y a muchas de nosotras, pero también lo hacen los rasgos de Chanel, al menos en este siglo. Por tanto, crítica musical, toda, pero los insultos clasistas y racistas demuestran que quienes se llenan la boca de integradores y feministas, tienen mucho que preguntarse y deconstruirse. ¿Os acordáis de la última vez que se votó para la representación en Eurovisión y ganó el Chikilicuatre?. En ese entonces, se pedían los filtros que ahora criticamos. Este es un debate que se cierra ya -esperemos que sí, por salud mental- porque esto es un simple concurso, que ni nos saca de pobres aunque sí muestra nuestras carencias como sociedad. Lo que debemos aprender es a perder dignamente. Nuestros himnos no ganaron, pero eso no los hace menos y no es razón para atacar a una chica que, sin compartir su mirada musical, también es España. Gracias Rigoberta y Tanxugueiras por esa dignidad que os hace grandes.

Un apunte final: que los partidos y sindicatos se preocupen por generar y legislar por una RTVE pública y apartidista de verdad, por cobatir el racismo, el odio, la desigualdad, el machismo y por unas condiciones dignas de vida y trabajo a quienes votaron por “Ay mama”, “Terra” o “SloMo”. Lo que ya está claro, y es un triunfo, es que España es mujer, feminista y muy, muy diversa. 

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Comentarios
  1. La canción de Chanel puede que haya a quien le gusta, pero la letra no dice gran cosa, además de que no representa a España ni la mayor parte es castellano en sí.
    Otro tema es que ella se presenta de forma sexualizada donde no hay nada más, que por supuesto tiene derecho, pero… ¿acaso no es una contradicción para quienes defienden el feminismo y el valor de la mujer? Defender esa actuación es un sinsentido, además de que al parecer fue elegida a dedo, no la eligieron los espectadores (menudo tongo después de que la gente se gastase la «pasta»).

    Rigoberta sí presentó una canción reivindicativa, más a tono del feminismo. Obviamente la letra es un disparate absoluto, usando a las madres como excusa para reivindicar las tetas (nadie tiene miedo a las tetas, y en algunas redes sociales las censuran para segmentar y no perder anunciantes, ya que hay más anunciantes y usuarios de un contenido moderado que explícito; o sea, es un tema de definir un negocio y maximizar los beneficios. Es como en las discotecas o restaurantes, que se elige una vestimenta, y en chanclas no entras). Es como si unos hombres reivindicasen los penes y le dedicasen la canción a los padres. Oiga, no tiene ni pies ni cabeza, aunque es gracioso, ¡ja,ja,ja,ja!
    Sin embargo me encantó la puesta en escena, muy festivalera, osada, enérgica. Ese rollo eufórico teatral, como si hubieran tomado LSD, esos movimientos aparentemente incontrolados, casi como si sufriesen un ataque epiléptico… y el contraste friki entre ellas (inclasificables) y ellos (parecían eunucos). Lo único que hubiera espantado en Europa son las axilas sin depilar, de mal gusto. Quitando ese detalle yo hubiera elegido esa canción, y quizá hubieran ganado. Representa a España porque es la dictadura del feminismo, la Santa Inquisición del siglo XXI (quien no lo sea es machista o facha). Es lo que se cuece ahora por estas tierras, entonces es relevante mostrarlo, compartirlo con nuestros aburridos y estirados amigos europeos.

    Musicalmente es pegadiza. Tardé semanas en quitármela de la cabeza. Sin duda la mejor. Ese artístico vómito ideológico hubiera ganado, y se lo hubiesen merecido. Chanel, en cambio, no creo que entre en el top 10.

    Un saludo

  2. Y ganó Chanel y España se paralizó.
    Realmente, por qué se discute:
    ¿ por la falta de peso que tuvo el jurado popular ? ¿ por la lucha de intereses económicos detrás de la canción ganadora? ¿por ningunear la pluralidad cultural española del grupo galego? ¿ o por intentar maquillar un país machista con la propuesta feminista y transgresora de la favorita de la Ministra de Igualdad?
    Desde mi punto de vista no hay nada más plural que aceptar que ese es el reflejo de la España de hoy, que hay personas que les gusta el rollito JLo y en Chanel ven una candidata ideal, que las hay que ven la plataforma de Eurovisión como la oportunidad para mostrar las diferentes lenguas españolas, y que las hay que utilizan la música como vehículo de transmisión de ideas feministas y aprovechan la cultura para el empoderamiento femenino.
    Pues como dicen en mi barrio: ¡ Hay gente pa’to!.
    Realmente, ¿ qué se discute?.
    Creo que lo que sí hay detrás es un interés soberbio para que estemos hablando de esto y no del precio de la luz, de las redes de prostitución con niñas de centros de acogidas, de los inmigrantes vagando por las calles de sol a sol luchando por sobrevivir en tierra de nadie, etc.
    No creo que sea necesario que se lleve al Senado el debate de la canción ganadora de Eurovisión, me duele que la parte de mis impuestos que contribuye al sueldo de los políticos no esté bien empleado, es decir, que no luchen en el Congreso por que todos tengamos una vivienda digna, o que tengamos la posibilidad de trabajar, o que puedas volver sola y tranquila a casa sin ningún tipo de riesgos, y así, lamentablemente, una larga lista de prioridades.

  3. Gracias por tu interesante comentario Rubén pero este artículo que se centra en lo que se centra, que no fueron pocos comentarios. Esto es como el machismo, que a los hombres nos cuesta reconocerlo algunas veces, porque no lo sufrimos n carne propia (otras veces sí, cuando no cumplimos el patrón de lo que es ser «hombre»), por eso el articulo. El resto, pienso igual que tú. Incluso Javier Gallego Crudo se refirió en este caso, usando «latinoso» pero, como gran persona y profesional, rectifico y reconoció su error (hacerlo es de sabios, como él). https://twitter.com/carnecrudaradio/status/1488135667062300676 Que por cierto, gran artículo y editorial se marcó hoy, como de costumbre.
    Ahora bien, la misma lógica se se sigue reproduciendo, ¿por qué ahora es diferente cuando siempre ha ganado quién tenía detrás a la industria? ¿o es que antes ganaban siempre las canciones alternativas y desde el jurado de este año, no? El problema es cómo funciona RTVE pública y del modelo económico dominante, pues votemos y presionemos para cambiarlo, no? y dejemos a esta muchacha en paz, que por mas horrible que sea su canción, no se ha inventado las reglas. Aunque está bien que salga a la luz, pero la transparencia de la entidad pública.

  4. Comentarios machistas, xenófobos, etc es lo que abunda en las redes sociales, es lo que hay, por eso lo mejor es ignorarlos o directamente vivir en el mundo real y no en el digital de Matrix, como muestra de ello interesante reflexión la película de Gia Coppola «Mainstream». Pero los comentarios que yo ví no eran de ese tipo ni en contra de la persona de la ganadora, sino en contra de la decisión manipulada del jurado en contra de la decisión de los votos telemáticos, un ejemplo más de la inmadura democracia en la que vivimos en que tenemos que ser tutelados por «cinco jueces» porque las decisiones populares no son correctas; si no lo son, ¿será porque no hay intención de preparar al pueblo para que sea libre de elección y no dependa de cinco iluminados? esto me recuerda a cuál es el voto bueno y el voto malo o que algunos no saben votar. Pero muchos artículos y peticiones que se van a llevar al Congreso donde se refleja la imparcialidad y mala fe del jurado a favor de su producto que nos han querido colocar, como si en un juicio el juez fuese familiar/amigo del acusado, porque esto es lo que ha pasado, cuestiones ideológicas o musicales aparte, porque desde el punto de vista ideológico el jurado se ha decantado por un modelo machista que por un modelo feminista e inclusivo, se ha apostado por el stablishment, pero cuestiones aparte lo que está en juego es la manipulación de RTVE por parte de una multinacional para lanzar un producto de mercado de diseño nacido de la nada, para ello se han aprovechado de artistas con trayectoria como Rayden, Rigoberta o Javiera Mena, otros tal vez se olieron el cotarro y renunciaron, pese a ser invitados, como Rodrigo Cuevas comentó en una entrevista en radio3. En cuanto a lo que pasó con Chikilicuatre se evitó en el primer filtro de 900 candidaturas, así que el jurado de la final sobraba. Recomiendo leer el excelente artículo de Javier Gallego en eldiario.es: https://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/benidorm-bano-realidad_132_8705425.html

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