Opinión

Bandoleros

Pablo Batalla escribe sobre el tuit de la Guardia Civil en el que conmemoraba la persecución de bandoleros en pleno franquismo

Grafiti en un muro de Sallent de Llobregat, rememorando a los maquis españoles. YEZA / Licencia CC BY-SA 3.0

A Emilio Rubiera y a sus dos hijas lo amarraron a la viga de su cocina y, acto seguido, prendieron fuego a la casa. Murieron abrasados. Eran de Quintes (Asturias). Eran enlaces de la guerrilla antifranquista. Algunos de los que los asesinaron llevaban camisa azul. Otros llevaban tricornio.

La infiltración que los puso en la pista de las autoridades redundaría más tarde en uno de los grandes jalones de la represión franquista de los maquis: la masacre del pozu Funeres, en la sierra de Peñamayor; una sima a la que fueron arrojados vivos nueve hombres llamados Erasmo, Fernando, Fermín, Silvino, Jesús, Ceferino, Antonio, Ramón y Enrique. Socialistas y comunistas de los concejos de Llaviana, Bimenes y Samartín del Rei Aurelio, enlaces también de la guerrilla, arrancados, también, del mundo de los vivos por un grupo de asesinos entre los que unos llevaban camisa azul, y otros llevaban tricornio. Se cuenta que algunos no murieron de resultas de la caída, y que sus gritos agónicos fueron ahogados más tarde con gasolina y con dinamita.

Corría el año 1948. Faltaban casi veinte años para las masacres de Indonesia: el asesinato de entre medio millón y tres millones de comunistas de aquel país por parte de milicias apoyadas por Estados Unidos, que Vincent Bevins nos presenta como El método Yakarta que sirvió de esquema de La cruzada anticomunista y los asesinatos masivos que molderaon nuestro mundo en un libro sobre la guerra fría de reciente aparición, publicado en español por Capitán Swing, con esos precisos título y subtítulo. Pero en este distante rincón del mundo se practicaba ya en 1948 un método Yakarta avant la lettre: lo practicaban hombres vestidos con camisa azul, y también hombres tocados con tricornio. Los perros llegarían un poquito más tarde.

A un año después de la masacre del Funeres corresponde la efeméride que la Guardia Civil conmemoraba el 12 de diciembre de 2021 de este modo en su cuenta de Twitter: «En 1949 se crean puestos y destacamentos con perros para perseguir de forma más organizada a los bandoleros y reforzar el servicio en zonas de fronteras y costas». Los bandoleros eran Erasmo, Fernando, Fermín, Silvino, Jesús, Ceferino, Antonio, Ramón, Enrique, Emilio Rubiera, sus hijas que se llamaban Asunción y Carmina, cientos de otros hombres y mujeres comprometidos en España con la causa de los Aliados de la segunda guerra mundial, para los que el historiador asturiano Ramón García Piñeiro acuñara un nombre colectivo mucho más hermoso a la par que más certero en una historia monumental de la guerrilla asturiana, publicada hace unos años por KRK: Luchadores del ocaso.

Suspiramos a veces en España que, en otros países, estos hombres y mujeres recibirían homenajes. Pero no hace falta conjugar el verbo en condicional: los reciben en riguroso presente de indicativo. En Francia no son una, sino seis (París, Drancy, Eubonne, La Courneuve, Le Perreux-sur-Marne y Raismes) las ciudades de las que una calle porta el nombre de Cristino García, asturiano de Gozón, comunista del PCE y guerrillero heroico, teniente coronel de la Resistencia francesa, que acabada la guerra que allá libraba volvió a librarla a la España en la que ya la había librado como teniente del Ejército Republicano, pero en 1945 sería apresado por la policía franquista.

El 22 de enero de 1946 —año en que la ciudad de París celebraba un multitudinario homenaje funerario de tres días al, allá fallecido, Francisco Largo Caballero—, Cristino se encaraba así al consejo de guerra sumarísimo que lo juzgaba y lo condenaría a muerte en consejo de guerra ejecutado el 21 de febrero: «Sé bien lo que me espera, pero declaro con orgullo que cien vidas que tuviera las pondría al servicio de la causa de mi pueblo y de mi patria». Decía también aquel héroe español desconocido en España y conocido en Francia esto que valdría para responder hoy al community manager de la Benemérita del siglo XXI: «El fiscal nos llama bandoleros. No lo somos. Bandoleros son quienes nos acusan, quienes martirizan y matan de hambre al pueblo. Nosotros somos la vanguardia de la lucha del pueblo por la libertad».

Lo cierto es que es probable que la intención de la Guardia Civil al escribir bandoleros en su cuenta de Twitter no fuera maliciosa, ni un ejercicio deliberado de criptofascismo; y que de ahí que no tardaran en borrar el tuit. Pero eso no hace menos grave el asunto, sino, en realidad, más: revela hasta qué punto el franquismo dejó atado y bien atado hasta en lo semántico lo esencial de su infamia; de lo logrado merced a su método Yakarta. Victor Klemperer escribió un famoso libro titulado LTI. La lengua del Tercer Reich: apuntes de un filólogo, precisa disección de la manipulación nazi del lenguaje: nosotros nunca dejamos de hablar la lengua de nuestro Reich.

Seguimos impregnados e impregnándonos de su lluvia fina, del traicionero orbayu de su embustera sintaxis. La victoria de 1939 es, como titulaba José Vidal-Beneyto un artículo de 1980, «La victoria que no cesa». Lo comenzaba así: «Una victoria para ser permanente ha de acabar con los vencidos. Física o simbólicamente. En abril de 1939, los vencedores de la última guerra civil española renunciaron al exterminio total y dejaron con vida cerca de veinte millones de vencidos. En junio de 1977, los vencedores y sus herederos decidieron poner remedio a esa situación acabando con la condición de vencidos. Con lo que la victoria se convirtió en definitiva».

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Comentarios
  1. Si los que se rebelaron contra un gobierno legítimo ( como ahora… ; o es cosa mía ) ganando la posterior guerra incivil continúan estando así de rebelados y rebeldes ; no quiero pensar si hubieran perdido la incivil y descompensada confrontación apoyada por el fascismo exterior.
    Salud.

  2. GLORIA A CRISTINO GARCIA, A TODOS LOS GUERRILLEROS, A TODOS LOS QUE LUCHARON POR LOS DERECHOS Y LAS LIBERTADES DEL PUEBLO.

    Pasaron ayer,
    al oscurecer.
    Fuina ni gato montés
    pisan con tan leve pie.
    -Sólo quedamos los tres.
    No hay balas, ni qué comer.
    ¡Ni en la Espelunga, mujer,
    nos podemos ya esconder!
    Cerca nos vienen siguiendo
    los guardias, ¡fuerte retén!
    Si logro pasar a Francia,
    a buscaros volveré.
    ¡Basta de lloros, mujer!
    ¡Cuida a tu madre, mocé!
    Tú, aunque te peguen: ¡no sé!;
    ¡nada he visto, nada sé!
    Cada instante que me des
    la vida te deberé,
    o antes del amanecer
    de un cajigo colgaré.
    Luces venían subiendo…
    -¡Aguantad, regresaré!
    Con un temblor de chinibros
    se cerró el bosque tras él.
    -Nosotros, ¡a resacar!,
    (se quejó el cabo al entrar)
    y otros al puesto, a esperar:
    ¡Pim, pam pum!; ¡eso es cazar!
    ¿Por dónde cruzan la sierra?
    ¿Te haces el hombre, chaval?…
    ¡O cantas tú, o de tu madre
    va a ocuparse “la social”!
    Sierra Ferrera,
    La Valle detrás;
    senda y rallera,
    ¡no mires atrás!
    Yo atado a un bucho,
    madre en el corral.
    Lo que más duele
    es oirla gritar.
    Antes de salir el sol
    una patrulla informó:
    -¡Un bandolero cayó!….
    por el bosque huyeron dos.
    Un morral, un “naranjero”,
    ¡libros!, y una tricolor;
    en el bolsillo una foto:
    una joven y un ninón.
    ¡No me preguntes!
    no sé nada más.
    Como lo canto
    lo he oído contar.
    Sangra la herida
    sin cicatrizar.
    Tiempos del maquis,
    canción sin cerrar.
    ¡Sube a la Peña,
    o entra en la cueva!.
    Tal vez el viento
    -gloria y lamento-
    te sople un final.

  3. La mafia española les llama bandoleros. «Bandoleros son ellos, quienes nos acusan, quienes martirizan y matan de hambre al pueblo. Nosotros somos la vanguardia de la lucha del pueblo por la libertad».
    Francia es más agradecida con los «perdedores» (moralmente serán siempre los ganadores) que este país, su país, por el hecho de que aquí siguen mandado los vencedores (de la bestialidad y de la sinrazón) y sigue siendo válida la historia que escribieron las bestias.
    Sólo tienes que cruzar los Pirineos y en pueblos como Oloron y ciudades como Pau verás calles y monumentos a los héroes españoles. Y ya no digamos Toulouse, la ciudad dónde hay más republicanos españoles, o descendientes, de toda Francia. Allí en las manifestaciones reivindicativas se suelen cantar antiguas canciones republicanas españolas que aquí nunca las he oído, cosa que a ellos les extraña muchísimo.
    ————————————
    Martín Arnal Mur, libertario, colectivista y guerrillero antifascista aragonés : “Yo habría matado a Franco, aunque nunca maté ni a una mosca”.
    Era uno de los pocos testigos vivos de los tiempos de la guerra de 1936. (El 12 de noviembre hubiera cumplido 100 años. Falleció el pasado 21 octubre en Francia)
    «Durante la ocupación alemana estaba con los maquis franceses, la resistencia. Cuando se libera el sur de Francia, teniendo al otro lado de los Pirineos a Franco, quisimos, con ayuda de las democracias europeas y de los americanos, restablecer un régimen democrático en España. Pero no lo conseguimos, fueron ilusiones perdidas. Esa ayuda nunca llegó porque dependía de quienes gobernaban entonces en Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Nos abandonaron.
    Estuve con los maquis en el territorio francés y también ayudaba a pasar gente al territorio español, por las montañas. Esa resistencia no estaba bien organizada y por eso fue un fracaso. En esas montañas se dejaron la vida muchos españoles que tenían la voluntad de luchar contra la dictadura franquista».
    El guerrillero Martín decía que no se debía llamar guerra civil, que fué una guerra INCIVIL y así es como hay que llamarle.

    CANCION SIN FINAL – Homenaje al maquis sobrabense. (La Ronda de Boltaña)
    https://www.youtube.com/watch?v=h0IA6TIA_rU

  4. En el penoso y agonizante reino de Españistan hay tantas cuestiones y cosas anacrónicas ; como es el caso de estos » luchadores por la libertad » ataviados con un feo gorro de charol .

    SPECIAL THANKS :
    » » GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSS…………… P$$$$$$$$$$$$$$(—)€€€€€€€€€€€€€ , ya sabéis………….

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