Crónicas | Medio ambiente
Los supermercados “hacen la vista gorda ante los devastadores impactos” de la cría de pescado
Una investigación de la Changing Markets Foundation señala a los grandes establecimientos españoles por no tomar medidas en favor de la acuicultura sostenible
Acuicultura y sostenibilidad son dos conceptos que suelen ir de la mano. La industria defiende que lacría intensiva de peces en piscifactorías evita la necesidad de pescar en unos mares y océanos ya de por sí depauperados. Sin embargo, este relato es criticado desde determinados sectores, que denuncian que para alimentar a esos peces es necesario extraer grandes cantidades de animales de esos mares.
España es uno de los países europeos que más pescado consumen al año. Frente a los 2 kg per cápita de Francia o los 1,5kg de Portugal, la población española ingiere tres kilos. Pero, a pesar de la importancia de este mercado en el país y de las continuas advertencias, los supermercados “hacen la vista gorda ante los devastadores impactos” de la cría de pescado. Así lo denuncia un nuevo informe de la Changing Markets Foundation, Feedback y otras ONG asociadas con sede en diferentes Estados europeos.
Las organizaciones sitúan a los supermercados españoles en las peores posiciones del ranking. Así, aseguran que DIA, Ahorramás y Bon Preu ni siquiera han respondido a las preguntas enviadas. Los que sí lo han hecho han sido clasificados en el apartado del informe titulado “Falta de acción significativa”, ya que no se comprometen con las demandas de sostenibilidad que se les presentaron.
Pescar para alimentar a otros peces
El problema de la pesca se extiende por toda Europa. De acuerdo con el informe Floundering Around, las 33 principales cadenas de supermercados del continente “no están abordando los desafíos clave para conseguir la sostenibilidad de la acuicultura”: “A pesar de presentarse como una forma de proporcionar proteína más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, la acuicultura en su forma actual no solo está impulsando la sobrepesca en los océanos, sino que aumenta la inseguridad alimentaria en el Sur Global y no tiene en cuenta el bienestar de los peces”, explican los autores.
De esta forma, casi el 20% de las capturas de peces marinos del mundo se extrae del océano y se convierte en harina y aceite de pescado, lo que en 2018 representó 18 millones de toneladas de captura mundial de estos animales. De dicha cantidad, más de dos tercios se destinan a la acuicultura, según las organizaciones que han elaborado el informe.
La investigación denuncia que ninguna de las empresas españolas se ha comprometido de manera significativa con la demanda de eliminación de la harina y el aceite de pescado como componentes de la alimentación de los peces de piscifactoría. Asimismo, ninguna cuenta con una política de inclusión automática en listas negras de aquellas explotaciones acuícolas con altas tasas de mortalidad, como tampoco se incluye el nombre del productor o de la explotación acuícola en las etiquetas de pescado.
«Es muy decepcionante ver tanta falta de liderazgo entre los supermercados europeos sobre el uso de peces salvajes para producir piensos acuícolas», señala Juan-Felipe Carrasco, investigador español en esta campaña y coautor del informe. “Durante años, hemos documentado los impactos devastadores que tiene esta práctica, pero los supermercados -que no dudan en mencionar públicamente la sostenibilidad-, no toman medidas significativas para eliminar esta práctica de sus cadenas de suministro».
El informe también señala las divergencias que existen en las políticas y las prácticas dentro de los grandes grupos de supermercados dependiente del país en el que operan. Apuntan a los caso concretos de LIDL, Carrefour o Auchan, “que proporcionaron respuestas interesantes acerca de sus operaciones en Francia, pero no contestaron para España, eligiendo ser representadas por dos de las asociaciones del sector -ACES y ANGED- (que dieron una respuesta general superficial y carente de información detallada)”.
PESCA DE ARRASTRE.
Las grandes pesqueras que trabajan en aguas europeas están usando redes gigantes para barrer el fondo marino, matando a tiburones, delfines y focas a su paso, incluso en las zonas más protegidas.
Y lo que es aún peor: al llevarse por delante algunas partes de ese fondo marino, la pesca de arrastre genera aproximadamente una gigatonelada de dióxido de carbono al año. Hablamos de la misma cantidad de emisiones que produce el conjunto de la industria de la aviación en todo el mundo. Esta práctica está impidiendo que nuestros océanos se regeneren de forma natural para combatir el cambio climático.
Ahora, el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevi?ius, y el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Frans Timmermans, tienen una oportunidad histórica: solo deben escuchar a la comunidad científica y a la ciudadanía. Prohibir de una vez por todas una actividad tan dañina como la pesca de arrastre.
Las aguas europeas son las que más sufren la pesca de arrastre en todo el mundo, que afecta a más del 50?% de los fondos marinos. Además, esta actividad pesquera se produce en el 60?% de las Áreas Marinas Protegidas.
Pide que se prohíban las actividades pesqueras que destruyen el fondo marino:
https://act.wemove.eu/campaigns/destruccion-oceanos?action=mail&utm_source=civimail-42558&utm_medium=email&utm_campaign=20211216_ES
Francia, España e Italia deben dejar de jugar a la ruleta rusa con las pesquerías mediterráneas.
No pueden seguir ignorando la ciencia, socavando la credibilidad de la PPC (Política Pesquera Común) y de la UE, dirigiendo las pesquerías del Mediterráneo occidental y el futuro de las comunidades pesqueras que dependen de ellas hacia un colapso desastroso.
El Mediterráneo occidental está azotado por una sobrepesca inaceptable – se pescan 2,71 veces más que los niveles sostenibles y muy por encima de los límites de la Política Pesquera Común (PPC). La crisis solo se puede resolver haciendo caso a la ciencia y adoptando medidas drásticas para abordar la sobrepesca y proteger hábitats clave que soportan la recuperación de las poblaciones pesqueras. Esto requiere de varias acciones combinadas: reducción del esfuerzo pesquero junto con límites de captura debidamente asignados; mejores medidas de selectividad para detener la captura de juveniles (como rejillas, T90 y mayor tamaño de malla del copo); y medidas espaciales, tales como la creación de cierres permanentes para proteger hábitats sensibles (zonas de cría y desove). En general, se necesita un plan claro para una transición del sector de la pesca de arrastre…
https://www.ecologistasenaccion.org/186056/francia-espana-e-italia-deben-dejar-de-jugar-a-la-ruleta-rusa-con-las-pesquerias-mediterraneas-y-cumplir-con-la-legislacion-de-la-ue/