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‘My broken Mariko’, un manga para romper clichés
Enya Díez trae a UnaMareadeLibros 'My broken Mariko', un manga de la japonesa Waka Hirako recién traducido al castellano por la editorial Milky Way ediciones.
Mariko ha desaparecido. La semana pasada estaba. Hoy ya no. Ha decidido suicidarse tras 26 años de abusos y violencia machista tanto dentro como fuera de casa. Su vida fue consolidada en el dolor y la sumisión. Shiino, su mejor amiga, intentó ser parte fundamental de su vida, intentó ser apoyo y sostén. Pero ahora Mariko ha decidido dejar de sufrir y, pese a todo, Shiino no se da por vencida. My broken Mariko nos llevará de la mano de Shiino en un último intento de hacer algo por su amiga.
Soy consciente de la difícil reseña en la que voy a embarcarme para ser una invitada espontánea en UnaMareaDeLibros, pero me gusta sacar a la gente de su zona de confort e incitar a que se lean libros que jamás cogeríamos en una primera ojeada dentro de una librería. Esos libros que van más allá de lo esperado en la sinopsis, libros que contienen historias que se hilan en una narrativa que cualquier persona (lectora o no) pueda entender, libros con un impacto emocional que tardas en digerir y procesar. Libros que desgarran. Por eso mismo me animo a traeros My broken Mariko, de la mangaka (creadora de cómics) japonesa Waka Hirako. Un manga japonés recién traducido al castellano gracias a la editorial independiente Milky Way ediciones.
Probablemente cuando se habla de manga, lo primero que nos viene a la cabeza son cómics juveniles que poco o nada tienen de contenido social, plagados de dibujos con personajes de ojos grandes y muy expresivos. Pocas y pocos saben que el mundo del manga está lleno de géneros para todas las edades y gustos. My Broken Mariko rompe tres grandes barreras destacables. La primera ruptura enlaza con último que he comentado: género y edad. El manga pertenece a una categoría muy poco traducida en España: el Josei, mangas enfocados a mujeres adultas. Aunque, a título personal, me gustaría que estuviese también catalogado como Seinen, que es el género enfocado a hombres adultos, ya que la historia nos interpela independientemente de nuestro sexo/género.
La segunda ruptura se da en su estilo artístico, pues sus dibujos se alejan del manga clásico para acercarse, si se me permite la comparación, a una novela gráfica o cómic europeo. Shiino se hace con las cenizas de Mariko e inicia un viaje para poder ofrecerle a su amiga un lugar de descanso digno. En función del estado de ánimo de Shiino, Waka Hirako va moldeando su narrativa visual y la precisión del dibujo, dejando así más pulidas las partes de sosiego y tranquilidad, mientras que le da rienda suelta a su pluma en las partes en las que Shiino apenas es capaz de controlar su desesperación. Puede que esos cambios de estilo artístico que vamos viendo a lo largo de este manga autoconclusivo, nos hagan pensar que la mangaka es un tanto irregular o que no es la misma quien hace una página y quien hace la siguiente. Aceptamos esa crítica. Personalmente, creo que ayuda a amplificar las violencias y el descontrol de la protagonista.
Y la tercera es su historia, con su capacidad de hacernos ver que los abusos en la infancia llevan a reproducir esos roles aprendidos en las relaciones personales posteriores. De igual manera, nos muestra la dificultad de adaptación a un entorno social cuando tu vida está sumida en la violencia machista. A finales de octubre, tuvimos la suerte de escuchar a Waka Hirako en una entrevista ofrecida en el Salón del Manga de Barcelona en la que nos explicaba de dónde salió el hilo argumental. Su madre fue víctima de abusos físicos y psicológicos intrafamiliares. A raíz de conocer dichos abusos y con la inspiración de una mujer en una parada de autobús con unas cenizas en la mano, Hirako comenzó a estructurar la historia que hoy podemos leer. Contó en la entrevista que los medios de entretenimiento tienen el deber de visibilizar a las víctimas y hacernos entender los problemas sociales que sufren, al igual que hace ella con Mariko y Shiino.
Quizá, quienes sigan de cerca la literatura japonesa sepan de la existencia del Premio Akutagawa, el premio de mayor relevancia literaria en Japón que se entrega dos veces al año a la mejor creación literaria de un autor/a emergente. Gracias a este tipo de galardones y la fama que conllevan, podemos disfrutar de sus traducciones en nuestro país. Una repercusión similar tiene el Japan Media Arts Festival, festival que concede anualmente cuatro categorías de premios: manga, arte, entretenimiento y animación. Este mismo año, en la categoría de manga, fue galardonada Waka Hirako como Mejor Artista Novel por la obra My broken Mariko.
Mucho os he contado ya sobre este manga. Ahora os queda la parte más interesante: leerlo. Puede que os guste y os sorprendáis yendo a por más en otro momento. Puede ser que no sea vuestro estilo y decidáis que este tomo no es para vosotras y vosotros, pero, por lo menos, si no os habíais adentrado nunca en este género, habré conseguido romper el tópico del manga como algo juvenil y acercaros a un mundo al que quizá queráis regresar en el futuro.
Enya Díez, de la librería Libreramente, es de Barakaldo.
Contenidos como este hacen más valiosa aún mi suscripción a LaMarea. Me alegra que se reseñen formatos con los que también disfrutamos y aprendemos mucho, como es el caso. Y encima de la mano de Enya, genial recomendadora, mejor librera, mejor persona.
Las recomendaciones de Enya, siempre valiosas y valientes. Siempre certeras. Un lujo leerla en un medio como La Marea.