Opinión
¿Por qué el gag de Bricoheroes es machista y no transgresor?
"Hablemos claro: un chiste machista no es ni perspectiva crítica ni meterse con el poder ni mucho menos denunciar los abusos del sistema actual", defiende la autora
Esta columna sobre el gag de Bricoheroes se ha publicado originalmente en Catalunya Plural. Puedes leerla en catalán aquí.
LISI ANDRÉS PALACIOS* | Pongámonos en situación. En una escena vemos a dos hombres en un garaje reconvertido en taller que especulan sobre la posibilidad de hacerse ricos haciendo bricolaje. Uno anima al otro a pensar con mentalidad de millonario y decir sin complejos la excentricidad que le gustaría hacer si fuera millonario. El otro contesta: “que me la chupara Leticia Ortiz”.
Los creadores del programa, los humoristas Jair Domínguez y Peyu, lo entregan a TV3, que hace el visionado y, ante este fragmento, decide que no puede emitirlo porque se trata de un contenido sexista. Luego hemos sabido que TV3 ya había echado atrás el mismo gag porque en su texto original la frase hacía alusión también a la hija de Leticia, menor de edad. Y ahí comienza la polémica. Peyu escribe un hilo en twitter donde denuncia censura política y decide publicar el fragmento (eso sí, sin la parte de la menor).
El gag es meridianamente machista y no hay mucho margen para la duda. De entrada porque de toda la familia real disponible, su imaginario necesita colocar a una mujer porque evidentemente el acto de “chuparla” le corresponde a las mujeres. Pero no le basta con esto y para que sea más “desgarrado”, como él mismo define el gag (yo diría más misógino), es necesario que le pague para hacerlo. Porque recordemos que la conversación va de los deseos de un hombre que sueña con ser millonario, y los millonarios pueden comprar cosas como servicios sexuales.
No nos engañemos: el discurso de fondo es tratar a esta mujer de puta que en su imaginario funciona perfectamente como insulto y hace gracia. Un humor muy rompedor. Lo que presentan como chiste nos ha colocado a una mujer completamente sexualizada convertida en objeto que se puede comprar y por tanto vejar sin problema. Ahora, querido público, ya podemos empezar a reír a corazón abierto.
Intentar restar valor a toda esa carga simbólica –que además es portadora explícita de la cultura de la violación– porque la mujer en cuestión es la reina de España es una estrategia bastante pobre para no reconocer lo que es: un gag machista se mire por donde se mire. Sobre todo porque el hecho de que Leticia Ortiz sea reina no tiene relevancia alguna en este chiste. No es su condición de monarca, garante de una institución arcaica y corrupta (¡mira que había material para hacer humor!), el objeto de mofa y ridiculización, sino que es únicamente su condición de mujer. Y concretamente de su cuerpo de mujer y su utilidad como objeto pasivo, puesto que no hay tampoco rastro ni mención a ninguna característica sobre su personalidad, carácter, capacidad o inteligencia ni en sentido positivo ni negativo que también podrían ser objeto de sátira. Sorprende que los humoristas no contemplaran, en cambio, la posibilidad que quien la chupara fuera, por ejemplo, el rey emérito, una situación que quizás hubiera respondido mucho mejor a la voluntad de generar una escena “rasgada” e “irreverente”, ya que en este caso sí que se hubieran subvertido los roles de género y las relaciones de poder que nos gobiernan.
Más allá del contenido concreto del gag, lo más inquietante es la justificación que han intentado hacer y la perversión de conceptos tan importantes como la censura política y la libertad de expresión. Si nos fijamos en la justificación, publicada por el propio Peyu en el ya famoso hilo de Twitter, se nos dice que “es una fantasía de millonario, y evidentemente alguien puede encontrarla machista, pero es que desgraciadamente y precisamente los millonarios que conocemos todos no suelen ser gente de valores demasiado respetables”. Desconozco cuáles son concretamente los valores poco respetables a los que se refiere, pero tengo la impresión de que les intenta cargar el muerto de ser machistas como si no fuera él el autor del guión y no tuviera nada que ver. Al igual que antes se nos intentaba hacer creer que si la mujer vejada es la reina ya no se puede hablar de machismo y todo vale, aquí lo que se pretende es atribuir al personaje de ficción la carga machista del fragmento. Ojalá el objetivo de este fragmento y de toda la carga satírica hubiera ido destinada a denunciar lo machistas que son los millonarios (y no los humoristas) a través de la parodia y del estereotipo de un personaje extremo, pero no es el caso.
Peyu asegura también que la retirada del fragmento es una represalia por “ser críticos con el poder y con los abusos del sistema actual” y por hacer contenido “desde una perspectiva crítica”. Hablemos claro: un chiste machista no es ni perspectiva crítica ni meterse con el poder ni mucho menos denunciar los abusos del sistema actual. Perpetuar el machismo es ponerse al servicio de un sistema que de transgresor y revolucionario no tiene nada, que es tan antiguo como la humanidad y que supone una amenaza real para la libertad de las mujeres y del resto de miembros de la sociedad que no encaja en el perfil homogéneo de varón. Y no nos confundamos, las víctimas en este sistema no son dos humoristas, hombres, blancos y con tribuna televisiva para difundir sus mensajes. Digamos las cosas por su nombre: este no era un humor “transgresor, negro y rasgado”, era un humor machista y ya era hora de que la televisión pública cumpliera con la nueva ley catalana contra las violencias machistas y nos ahorrara tener que tragárnoslo en horario de máxima audiencia.
*Lisi Andrés Palacios es periodista y trabajado en diferentes medios de comunicación desde 2012, alternando tareas de redactora y guionista durante varios años en los servicios informativos de TVE y de diferentes programas como Els Matins’, ‘Info K’ o ‘Generació Digital’. También ha ejercido de productora para diferentes televisiones internacionales de Inglaterra, Irán y Polonia. Ha dirigido dos reportajes documentales para el programa ’30 minuts’ de TV3: ‘Mama Congo. Dones al cor de l’Àfrica’ (2020) y ‘Menors lluny de casa’ (2018)
-El articulo asume que la reina es cualquier mujer y que las representa todas.
-¿Por que hay que sentirse representadas por que alguien que su principal titulo viene de practicar sexo (dentro del matrimonio católico) con un hombre de superior rango?
Yo para humillar completamente a los Borbones , aún más de lo que ya se humillan ell@s mism@s , haría con nuestro entrañable y fugado Juancar nº1 ( o con el «Junior nº6″ que se auto coloco de titular en el puesto )como hizo el mayor Marquis Warren interpretado por Samuel L. Jackson en la película de » Los odiosos ocho » (BY Tarantino) , con el hijo del general confederado Sanford Smithers . Ahí dejo mi gran afecto por esta monarquía corrupta y degenerada que padecemos y costeamos ( sin nuestro beneplácito) l@s españoles/as..
Salud.
Yo para humillar completamente a los Borbones , aún más de lo que ya se humillan ell@s mism@s , haría con nuestro entrañable y fugado Juancar nº1 ( o con el «Junior» que se auto coloco de titular en el puesto )como hizo el mayor Marquis Warren interpretado por Samuel L. Jackson en la película de » Los odiosos ocho » (BY Tarantino) , con el hijo del general confederado Sanford Smithers . Ahí dejo mi gran afecto por esta monarquía corrupta y degenerada que padecemos y costeamos ( sin nuestro beneplácito) l@s españoles/as..
Salud.