Los ex del 13 de junio

Durante la reciente campaña electoral de la Comunidad de Madrid, una de las millones de disparatadas definiciones que Ayuso dio de la palabra libertad, asociándola con Madrid, fue la de que si uno quería, en la capital podía no encontrarse nunca con su expareja. Como principal defensor de las películas de sobremesa que sabéis que soy, esto me indignó bastante. Los encuentros casuales con los/las ex son uno de los pilares fundamentales del cine-siesta de los fines de semana, en el que un choque fortuito con un antiguo amor de instituto reaviva una historia que parecía acabada.

Sin embargo, a medida que se aproxima la manifestación del 13 de junio en la madrileña Plaza de Colón, convocada por la plataforma de Rosa Díez, eso de evitar a los ex parece cada vez más difícil. Casado y Arrimadas llevan varios días jugando al despiste, buscando la fórmula para acudir al evento y no repetir la foto de la última convocatoria derechista, junto a Abascal, pero la cosa se antoja complicada. Por mucho manifestante que allí se vaya a congregar, los ex se atraen y se terminan encontrando, como ocurre en las películas de sobremesa. Es inevitable.

Quizás sea tras una bandera de España ondeante, que el viento alza de forma repentina y que hace que los ojos de Casado y Abascal, ex compañeros de partido, se encuentren casualmente en la distancia y, por un instante, revivan lo que sentían cuando ambos estaban juntos en el Partido Popular. O puede que sea en el momento de entonar el himno, cuando un dulce «tan tan, tan tan» llame la atención de Aguado y se dé cuenta de que quien tararea como un jilguero es Ayuso, su excompañera de Gobierno, y esto le haga reflexionar sobre lo que pudo ser y no fue.

Quien seguramente se vaya a encontrar con varios ex, porque le pasará en muchas ocasiones a lo largo de un día cualquiera, será Toni Cantó. Su primera exjefa de partido, Rosa Díez, es una de las convocantes de la manifestación, y su segunda exjefa de partido, Inés Arrimadas, ya ha confirmado su presencia. Ayuso, su actual jefa, también estará allí, y la cúpula entera de Vox, su posible futuro destino (si la serie se cumple), no faltará a la cita. Por lo tanto, si tomamos la definición de libertad dada inicialmente, Toni Cantó será allí más cautivo que nadie. Por contra, si nos basamos en lo que acontece en las películas de amor, sus oportunidades de revivir una relación pasada serán infinitas.

Y posiblemente, en el fondo, sea ese el motivo por el que todos van a acudir a la Plaza de Colón. Unos indultos que no se han producido, que ni están en trámite, pero que ellos prevén inminentes, son una simple excusa para que todos los ex se den cita en un mismo lugar. Separados entre la muchedumbre pero sintiéndose los unos a los otros, portando cada cual una bandera de España más grande que la del otro para que vean que ahora les va mejor solos que cuando estaban juntos. Pero añorando volver a los tiempos en los que eran una unidad, en los que no tenían que disimular que discrepaban y en los que marchaban todos a una de la mano. Como en las pelis de sobremesa, los ex terminan juntándose de nuevo, y, visto lo visto, lo del 13 de junio puede terminar en orgía.