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Abascal y Mohamed VI: aliados estratégicos
El periodista Javier Romo analiza las similitudes que existen entre el discurso de Vox y el de reino de Marruecos tras los sucesos de Ceuta
JAVIER ROMO* | Santiago Abascal ha ido este miércoles a pasearse por Ceuta, a darse un baño (de unas pocas decenas) de multitudes, una vez había pasado lo peor de la presión migratoria ejercida por Marruecos sobre la ciudad autónoma.
Así, en la céntrica plaza de África, el líder de la extrema derecha española se alzaba sobre varias decenas de simpatizantes y votantes de Vox que, recordemos, ganó las pasadas elecciones generales en la ciudad, para emitir su beligerante discurso contra el reino de Marruecos, ese que lleva varios días pronunciando desde la llegada de miles de migrantes a las costas ceutíes, y que no vamos a reproducir aquí. Está ahí para quien quiera verlo, y se ha promocionado lo suficiente por todos los medios como para que ya sea conocido ampliamente el mismo.
Sin embargo, en la práctica, Vox y Marruecos no se diferencian tanto. Al contrario, el partido de extrema derecha tiene los mismos aliados y referentes que Marruecos. Por tanto, podríamos decir que Vox es el partido que más se asemeja de España a Marruecos por sus postulados. Vox y Marruecos, Marruecos y Vox, un círculo que se retroalimenta constantemente.
Vamos allá con algunos ejemplos de unos cuantos referentes, postulados políticos, económicos y sociales compartidos por ambos:
Israel
Desde que el pasado 10 de diciembre el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que había llegado a un acuerdo para que Marruecos reestableciera plenas relaciones diplomáticas con el estado sionista de Israel, a cambio de que el país norteamericano reconociera la soberanía marroquí del Sáhara Occidental, Marruecos se ha convertido poco a poco en uno de los países que ha pasado a ser aliado de Israel. Así lo ha reconocido incluso este mismo martes la ya administración de Joe Biden, admitiendo que Marruecos se ha convertido en un actor clave en el conflicto Israel-Palestina al “fomentar la estabilidad de la región”. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tras su conversación de este martes con el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, ha reconocido “la importancia de una fuerte alianza bilateral entre Estados Unidos y Marruecos”.
El propio enviado especial a Jerusalén, Joan Mas Autonell, ya advertía en su crónica el pasado 11 de diciembre que este acuerdo suponía “otro logro diplomático para Benjamín Netanyahu que ha asestado un nuevo golpe a la causa palestina y resquebraja todavía más el consenso en torno a la Iniciativa de Paz de 2002: esta condicionaba la normalización de los países árabes con Israel a un acuerdo de paz y a la creación de un Estado palestino, pero lo sucedido en los últimos meses evidencia que la solidaridad con Palestina es cada vez menor”.
Y, hablando de Palestina, ¿saben lo primero que se encontró Santiago Abascal nada más poner un pie en Ceuta este martes por la noche? Además de una turba de simpatizantes de la extrema derecha, una bandera de Palestina de un grupo de personas que le recriminaba su apoyo a Israel.
Y es que Vox siempre lo ha tenido claro desde su fundación a la hora de apoyar públicamente el estado sionista de Israel y su política de apartheid contra el estado palestino. Tanto que el pasado mes de febrero se generaran delicadas contradicciones en el seno de su organización a raíz del cargo Jordi de la Fuente, con un pasado vinculado a ambientes neonazis, ya que Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), uno de los principales lobbies pro israelíes en España, les instó a través de Twitter a “depurar sus cargos de elementos antisemitas”, llegando a afirmar este lobby que “ACOM considera que la militancia en la última década en formaciones antisemitas y xenófobas de Jordi de la Fuente, Vicesecretario de organización de Vox en Barcelona, le inhabilita para ejercer cargos relevantes en un partido constitucionalista como VOX”.
Ya en marzo de 2019, el candidato de Vox por Albacete para el Congreso, Fernando Paz, se vio obligado a retirar su candidatura a la Cámara Alta por sus declaraciones revisionistas y negacionistas del Holocausto, algo que había sido condenado y perseguido por los lobbies sionistas, llegando ACOM a emitir un comunicado tras la renuncia en el que agradecían a Vox “la sensibilidad, proximidad y empatía que siempre ha demostrado Vox con la comunidad judía española”, aprovechando el mismo comunicado para “recordar el compromiso de ese partido con la amistad entre España y el Estado de Israel como socios y aliados estratégicos”.
El sionismo reconoce una y otra vez el papel de Vox como garante del estado de Israel en sus relaciones con España. Al igual que hace ahora Estados Unidos con Marruecos, reconociendo el papel que este ha empezado a desempeñar en la alianza geopolítica con el estado sionista.
Trump
Que Vox es la sucursal de Trump en España a estas alturas de la película ya no queda ninguna duda. Más bien, quedan demasiadas evidencias, la última, se ha visto este mismo miércoles en la visita de Santiago Abascal a la visita de la frontera del Tarajal en Ceuta, donde cogía de nuevo la idea de construcción de un gran muro en la frontera al más puro estilo del de Trump en la frontera de México.
Uno de los mayores de referentes de Vox, del que ha llegado a importar a España su discurso de la ‘a’ a la ‘z’. Incluso, tras la salida de Trump de la Casablanca este año, el portavoz de la formación ultraderechista en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, le dedicaba esta calurosa despedida: “El presidente Trump ha sido un gran presidente de Estados Unidos, es el que ha hecho más por las minorías, por los trabajadores, por las personas de color, por los inmigrantes hispanos; el que ha generado más empleo; una economía más potente; un mayor valor en bolsa, que en el fondo es el indicador de cómo ha ido la economía durante estos cuatro años, pandemia incluida”.
Para Vox, Trump es un referente ideológico. Para Marruecos fue un aliado muy estratégico, tanto que justo antes de abandonar el cargo, Trump le agradeció los servicios prestados al régimen africano condecorando al Rey Mohamed VI con la Legión de Honor en el grado de Comandante en Jefe, siendo este uno de los últimos actos del expresidente de Estados Unidos en su mandato. La administración de Trump destacó en un comunicado que la condecoración se la otorgaba por haber consolidado su alianza con Estados Unidos durante su reinado en todos los ámbitos y por «su visión y valentía personal, que han dado nueva forma al paisaje de Oriente Medio y el norte de África y propiciado una nueva era de seguridad y prosperidad».
La monarquía
Sin duda, uno de los pilares básicos de la ideología y el discurso de Vox es la defensa a ultranza del sistema monárquico español. Y muchos son los ejemplos de Santiago Abascal terminando ya no solo un mitin, sino sus intervenciones en el Congreso a voz de “¡Viva el Rey!”. Tan lejos llega su alegato pro-Borbones que incluso en las horas más bajas de la dinastía real, con Juan Carlos I huyendo del país el pasado año en medio de la pandemia, Santiago Abascal salió en su defensa afirmando que “la monarquía goza de muy buena salud y no está en peligro. Los españoles apoyan a la Corona”.
Un Juan Carlos I que ha sido precisamente uno de los principales aliados de la monarquía marroquí en los últimos 40 años, permitiendo que la situación llegara así hasta nuestros días. Tanto, que ha provocado un conflicto internacional con el Sáhara que llega hasta hoy, desde que firmó un pacto secreto en 1975 con Hassan II para que la avanzadilla de la gigantesca Marcha Verde de Marruecos se adueñara del Sáhara Occidental.
Tan buenas fueron las relaciones entre Hassan II (el padre del actual rey Mohamed VI) y Juan Carlos I que incluso el primero le llamaba cariñosamente ‘Juanito’ y lo consideraba un ‘hermano’. Y para muestra un botón: en el funeral del ex rey marroquí en julio de 1999, Juan Carlos I afirmó lo siguiente: “Le he dicho al rey Mohamed VI que lo mismo que era mi hermano mayor el rey Hassan II, ahora soy yo su hermano mayor”.
Los menores y la clase trabajadora marroquí
Por último, y no menos importante, el trato de Marruecos con sus menores y con la clase trabajadora marroquí es muy similar al ofrecido por Vox. Concretamente, para ejemplo, lo ocurrido en Ceuta esta semana: el Estado marroquí organiza autobuses y guía a miles de menores y a miles de parados y paradas para que se abalancen sobre Ceuta, abriendo incluso la policía marroquí puertas en su frontera terrestre para que estos precarios ciudadanos intenten acceder al suelo español, jugándose la vida éstos en el Mediterráneo. Una utilización mezquina y política de su población.
Y al llegar al otro lado de la frontera se encuentran con un trato igual de vejatorio por parte de Santiago Abascal y los suyos, quien los ha calificado con todo tipo de insultos y desprecios como “soldados”, “invasores”, “ilegales” o “asaltantes”. El culmen de todos estos ataques contra estas personas migrantes lo protagonizaba una de las fundadoras de Vox, Cristina Seguí, quien tuiteaba la viral imagen de una trabajadora de Cruz Roja abrazando y consolando a una persona subsahariana en la playa del Tarajal con este mensaje: “Pocas imágenes reflejan mejor la decadencia moral de esta gente y sus discursos buenistas. Oenegista abrazando a un ilegal tras pasar 4 min en las “gélidas” aguas mediterráneas, y él aprovechando la turgencia de sus senos…”.
La clase obrera atacada a un lado de la valla por las políticas neoliberales y dictatoriales de su rey y sus séquitos y al otro lado de la valla, cuando consiguen sortearla, atacados por el discurso del odio de Vox.
Vox y Marruecos: aliados estratégicos de las élites. Demasiadas casualidades y política en común como para que Abascal empiece a calificar a Mohamed VI como su ‘hermano’, al más puro estilo de Juan Carlos I con Hassan II.
Javier Romo es periodista.