Ley Rider: la pugna entre los contrarios a ella y quienes la ven “insuficiente”

La Ley Rider aprobada por el Ministerio de Trabajo no contenta a una parte importante de los repartidores, aunque por motivos bien distintos. De un lado, quienes abrazan la posibilidad de dejar de ser autónomos para convertirse en trabajadores asalariados denuncian que la legislación es “un paso insuficiente”. Entre sus críticas, recogen la posible pérdidas de puestos de trabajo a la que dará lugar la ley si no se obliga legalmente a las empresas. “No confiamos en su criterio [el de las empresas] para convertir a todos los falsos autónomos en empleados”, señalan desde RidersXDerechos (RxD).

Y mientras un sector de los trabajadores considera que la ley se queda corta, otros –en sintonía con las peticiones patronales– desean que no salga adelante. Su objetivo es seguir siendo autónomos “por la libertad y flexibilidad” que tienen con el modelo, si bien defienden una reforma para aumentar determinados derechos. Así lo asegura, por ejemplo, Jordi Mateo, presidente de la Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA).

No es, sin embargo, la única organización de repartidores en contra de la nueva norma. La Asociación Autónoma de Riders (AAR), la Asociación de Mensajeros de España (Asorider) o RepartidoresUnidos.org han participado en las manifestaciones contra la nueva normativa. El portavoz de esta última, Gustavo Gaviria, fue acusado el pasado miércoles 12 de mayo en TVE por parte de otro trabajador de ser “un directivo de Glovo [una de las plataformas de comida a domicilio] que finge ser un repartidor”.

Un día después, Gaviria envió una nota de prensa en la que desmiente estas acusaciones. Asimismo, adjunta un informe sobre su vida laboral y anuncia que “demandará a RidersxDerechos y su portavoz, Fernando García, por injurias y calumnias”. Niega “en su totalidad” las palabras vertidas por García en la televisión pública.

Las miradas hacia Yolanda Díaz

La hostilidad hacia el Gobierno y hacia la vicepresidenta Yolanda Díaz por capitanear la norma, se hace patente en algunos grupos de mensajería de trabajadores. “Una comunista de mierda no nos puede joder la vida”, publica uno de ellos en un grupo con casi 1.400 miembros. El mismo repartidor se refiere al actual portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, como “robot” y “gilipollas”.

Tras la formación del gobierno de coalición, Díaz aseguró que no se iba a permitir la figura del trade digital, reclamada por los detractores de la nueva ley, entre ellos las empresas. “Un trabajador o trabajadora en una bicicleta con una aplicación móvil no es una persona autónoma”, defendió la vicepresidenta en una entrevista en La Marea.

Asociaciones promocionadas por Glovo

Este tipo de organizaciones que luchan contra la Ley Rider están alineadas con las peticiones de empresas como Glovo, que siempre han defendido la autonomía. Tanto es así que uno de los fundadores de Glovo, Sacha Michaud, ha llegado a pedir a los riders que se agrupen en torno a este tipo de organizaciones pro empresa: “Cuantos más seáis, más se os escuche a vosotros, más caso os van a hacer, porque sois la parte más importante de este debate”. Así lo defendió en una videollamada con unas 500 personas que acabó siendo filtrada y a la que tuvo acceso elDiario.es a finales de 2020.

De acuerdo con elDiario.es, el responsable de asuntos públicos de Glovo Miguel Ferrer mencionó de manera explícita a organizaciones afines como Asoriders, AAR o APRA. El presidente de la AAR, Badr Eddine Hilali, conocido como Naruto, denunció a Glovo en el pasado y fue declarado falso autónomo. 

Gaviria, portavoz de RepartidoresUnidos.org, se vio inmerso en la causa surgida tras la denuncia llevada a cabo por la Seguridad Social contra Glovo en Madrid. El trabajador, de origen colombiano, fue uno de los 68 mensajeros “sin permiso de residencia, solicitantes de asilo o estudiantes sin permiso de trabajo” afectados, además de personas con visado para trabajo por cuenta propia. Este fue el caso de Gaviria, quien, en contra del criterio de Inspección de Trabajo y del resto de los riders, según lo publicado, se apartó del procedimiento judicial, defendiendo su condición de autónomo.

Precariedad: ¿presente o futuro?

“Perderíamos el control de nuestro tiempo”. “Nuestras ganancias serían inferiores”. “No podríamos trabajar con varias compañías a la vez”. “Habría una precarización del sector”. Estas predicciones, a futuro, son las que se derivarían de la nueva Ley Rider según la AAR, que aboga por mantener el actual modelo. Sin embargo, son calcadas a las denuncias que muchos trabajadores y trabajadoras llevan haciendo años como consecuencia, justamente, de dicho modelo de autónomos o falsos autónomos. Estos últimos han llegado incluso a exponer sus reivindicaciones en el Parlamento Europeo.

Lo que algunos ven en el futuro, otros lo sienten en el presente. Mientras “el ‘rider Cristian’ entrevistado por El Español asegura ganar 2.500 euros mensuales –en realidad se le quedan 1.500 euros limpios según él mismo explica– otro como Titus Clan apenas se llevó a casa el pasado miércoles 5 de mayo 33 euros brutos tras casi 12 horas de trabajo. Otros días, según él mismo ha contado en Twitter, le han ido mejor, llegando a obtener un máximo de casi 110 euros, aunque trabajando 13 horas.

Coincidencias entre unos y otros trabajadores

Tanto aquellos repartidores que critican la ley –por insuficiente– como aquellos que reniegan de ella, coinciden en determinados puntos. Sin embargo, las propuestas para solventar los problemas son bien diferentes. Ante la posible pérdida de puestos de trabajo, desde RidersXDerechos piden obligar a las compañías a contratar a los mensajeros. Las organizaciones afines a las empresas piden mantener el modelo actual, si bien reclaman determinados cambios que vayan en favor de los trabajadores.

La subcontratación es otro de los problemas que ambas partes citan. RxD señala la posibilidad de que estas plataformas digitales se suban al carro de la subcontratación, algo que también cree que sucederá el presidente de APRA Jordi Mateo. “Todos sabemos los contratos que se hacen a través de subcontratas y serán los contratos que se avecinan por esta medida”, explica por teléfono.

Sus peores augurios parecen hacerse realidad. De acuerdo con lo que denuncian algunos trabajadores a través de los mencionados grupos de mensajería instantánea, Uber ya estaría enviando correos electrónicos a los trabajadores para que puedan empezar a trabajar con empresas “especialistas en el sector delivery” que contratan a sus trabajadores y que colaboran con Uber.