Opinión
Pido tantas veces perdón
Noelia Ordieres escribe "a quienes olvidamos en lo más profundo del mar".
(A quienes olvidamos en lo más profundo del mar)
Recuerdo noches sin haberlas vivido, noches de desvelos.
Mis pies en ocasiones sienten como se hunden en la arena del desierto, esa que abrasa.
Vivo en un oasis de ruido insoportable, aquí no hay lugar para lloraros en silencio, el silencio ha desaparecido hace tiempo.
Vuestra muerte queda sumergida bajo los lujos de quienes quieren hacer estos mares suyos.
Sois la muerte que llega mucho antes de hacerse a la mar.
Sois la muerte de quien deshoja margaritas en el desierto, de quien deja su vida en manos de un mar caprichoso que juega en favor de quien sigue mirando al norte.
Y sois quien sueña libertad, nadie debería olvidar vuestra mirada que refleja la inmensidad de una frontera que cruzar. Ojalá más manos que os ayuden a saltarla.
En vuestros ojos puede verse la oscuridad reflejada en el sol abrasador de un continente olvidado.
He de abrazar tantos cuerpos, pedirles tantas veces perdón…
He de bucear tantos rincones de este maldito mar para ponerle nombre a cada sueño ahogado, a cada vida sumergida.
He de devolverle cada hijo a cada madre, cada padre a cada hijo…
He de odiar cada día la crueldad que nosotros mismos alimentamos, la esperanza que nosotros mismos arrebatamos, la normalidad con la que tratamos la muerte que ya vive para siempre en nuestras playas.
Escribí esto en 2015, ojalá las realidades que no dejamos de denunciar pudieran desaparecer en algún momento.
Ahora añadiría algo así como que ojalá los carteles de mares abiertos, de niños de grandes sonrisas blancas, de sueños de futuro, empapelaran nuestras calles y fueran siempre, siempre nuestras voces amigas cantando esperanzas quienes siembren primaveras en esta España nuestra.