Sociedad

El consumo de medicamentos para la ansiedad registró en 2020 la cifra más alta de la última década

En España, como en algunos países de la Unión Europea, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos sigue creciendo. Tanto, que la Junta Internacional de fiscalización de estupefacientes señala a España como el país del mundo con mayor consumo legal de benzodiacepinas.

Blister vacío. PIXABAY

Investigación realizada por el equipo de Civio

Ansiedad, depresión o insomnio son situaciones a las que se enfrentan miles de personas a diario desde hace años. La pandemia del coronavirus no ha ayudado: tras una década de moderación en el consumo de medicamentos para tratar la ansiedad y el insomnio -los conocidos como ansiolíticos- el 2020 ha dejado un nuevo récord en España. El último informe del Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicción apunta a que este crecimiento en el consumo “puede explicarse por la necesidad de los usuarios de combatir la ansiedad que sufren en respuesta a la pandemia y al confinamiento”.

Junto con Portugal y Croacia, España ya se situaba en el podium en datos en consumo de ansiolíticos, como el diazepam o el lorazepam (Valium y Orfidal en sus versiones comerciales más famosas), antes de 2020. Un ejemplo: el lorazepam -uno de los principios activos que pertenecen a este grupo- ya se encontraba en el séptimo puesto entre los medicamentos que más se habían vendido en España en el año 2017.

Los ansiolíticos suelen prescribirse para tratar el insomnio y la ansiedad, pero se aconseja que su uso sea limitado en el tiempo, ya que pueden crear adicción. Los datos demuestran que ese consejo no se suele seguir. Una investigación en Portugal señala que estos números tan altos se pueden deber a un “efecto acumulativo, revelando la existencia de pacientes que toman ansiolíticos por periodos más largos de los que se les había prescrito”.

Puedes seguir leyendo la investigación en Civio

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Debate Salud Mental en la pandemia.
    El debate fue moderado por Carmen Sánchez, que es neumóloga y pertenece a la Plataforma de Salud Mental de Aragón, y hubo tres ponentes:
    Iñaki Márquez, médico especialista en psiquiatría del País Vasco y miembro de la Asociación OSALDE y de la Asociación Española de Neuropsicología en el País Vasco. Marta Carmona Osorio, psiquiatra en el Hospital de Alcalá de Henares y presidenta de la Asociación Madrileña de Salud Mental (AMSM).Rebeca Gómez Martín, de la organización Psicología sin Fronteras de Madrid.
    «A raíz de la pandemia se han detectado nuevos casos psicológicos, aunque con una sintomatología leve, que no se consideran casos psiquiátricos. Destacan los problemas hipocondríacos, la ansiedad, el estrés, depresión, problemas del sueño, somatizaciones…; aunque no todos estos están siempre directamente relacionados con la pandemia. En cuanto a los casos psiquiátricos, Iñaki explica que estos tuvieron un estrés más intenso que la mayoría de la población. Pero hay que evitar convertir el malestar social en casos psiquiátricos, pues no lo son, y hay que evitar el alarmismo, pero estando atentos a las demandas que pueda haber»
    Finalmente, Iñaki concluye que nunca se había hecho tan visible cómo los determinantes sociales impactan sobre la salud y la enfermedad, y es que hay que tener en cuenta en psiquiatría y psicología estos determinantes sociales, y que puedan ser integradas en el ámbito de lo comunitario.
    Según explica María Carmona el estado de la asistencia de la salud mental en Madrid era ya deficitario, con un gasto sanitario muy lejos de la media estatal. Además, este gasto sanitario se centra sobre todo en los hospitales, dejando de lado la atención comunitaria, lo cual acaba traduciéndose en una mayor demanda para los centros hospitalarios. Asimismo, si nos fijamos en las ratios de personal sanitario de la salud mental en Madrid, también vemos que es un número muy escaso. Además, al igual que en otros ámbitos del sistema sanitario, se está viendo en salud mental una tendencia a la privatización a través de concesiones.
    Finalmente, Marta Carmona nos dice que los grupos más vulnerables en la accesibilidad a la salud mental son las personas mayores, la infancia, la adolescencia y la juventud, y las personas en riesgo de exclusión social.
    Rebeca Gómez, comienza hablando de la mala situación de la salud mental pública, debido a años de abandono, y que se ha evidenciado aún más con la llegada de la pandemia. Y al igual que los ponentes anteriores, concuerda en que no debemos patologizar todos los malestares provocados por la pandemia.
    Pero a raíz de la pandemia ha habido un aumento del 20-30% en la demanda de atención psicológica debido al efecto acumulativo de las sucesivas olas de la pandemia, que han generado incertidumbre, saturación y problemas de cansancio, entre otros.
    Este aumento de la demanda desde los sistemas públicos no puede atenderse sin agrandar aún más las largas listas de espera que ya tenían, lo que es debido a esas insuficiencias de inversión en las que todos los ponentes concuerdan. Y para atajar estos problemas se opta por la medicalización, que pudiera no ser necesaria si se facilitara el acceso a una atención de salud mental pública y de calidad.
    El debate integro esta disponible en el enlace:
    https://www.youtube.com/watch?v=jK9Hl2LjGtU&t=19s

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.