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El uso de la palabra “mujeres” y la necesidad del contexto

Este miércoles, tras la polémica surgida por un tuit difundido desde la cuenta de @lamarea_com en el que se recordaba un artículo de la Fundación porCausa republicado por este medio en 2019, vimos que esta reflexión es urgente. Y que lo son también otras.

Ana Camargo, activista por los derechos de las empleadas domésticas. Ilustración: Diana Moreno

Llevamos algún tiempo queriendo sostener un ‘Debate de la redacción’ sobre algunos términos que se usan cada vez con más frecuencia en artículos y mesas redondas, entre otros foros. De hecho, la semana pasada preguntamos a distintas personas de nuestra comunidad si entendían los conceptos «extractivismo» o «territorios de sacrificio», por ejemplo. En su mayoría respondieron que no. 

Por ello, pensamos que es importante lanzar algún tipo de reflexión sobre cómo informar o publicar artículos de especialistas acerca de cuestiones complejas sin perder rigor, pero también sin perder la capacidad de divulgar y de llegar a públicos más amplios. 

Este miércoles, tras la polémica surgida por un tuit difundido desde la cuenta de @lamarea_com en el que se recordaba un artículo de la Fundación porCausa republicado por este medio en 2019, vimos que esta reflexión es urgente. Y que lo son también otras.

El tuit, que extraía una cita de la entrevista de la periodista brasileña Natália de Oliveira a la activista peruana por los derechos de las empleadas del hogar Ana Camargo, necesitaba contexto para evitar malinterpretaciones. Concretamente, el tuit reproducía la siguiente cita de Camargo: «Los cuerpos femeninos migrados son la mano de obra que sostiene el bienestar de la sociedad».

La intención de destacar la expresión «cuerpos femeninos» no era precisamente la de evitar la palabra «mujeres», sino todo lo contrario: denunciar que el capitalismo extractivista ve y usa a las mujeres como cuerpos/materia prima, como si fueran un mineral. 

Pero eso no se explicaba en el tuit, y por ello ha sido un error publicarlo. Entre otros, porque deberíamos haber asumido que los artículos se leen menos de lo deseable (y este apenas ha registrado visitas), pero nos sorprendió que tampoco se leyera el tuit completo. Quien lo haga, podrá comprobar que el titular enlazado –y visible en ese mismo tuit– incluye la palabra «mujer»: «Hay una similitud entre el extractivismo y el cuerpo de la mujer para sostener el Estado de bienestar de este país». Pero la mayoría de menciones denunciaba no solo la expresión «cuerpos femeninos migrados» sino que criticaba que este medio se resistiera a usar la palabra «mujer».

En el texto del artículo republicado –en el que se escribe la palabra mujer 10 veces–, la activista entrevistada desarrollaba el concepto: «Lo que les pasa a las mujeres es un indicador de lo que pasa con las migraciones en general. Importan sus cuerpos como mano de obra para sostener este sistema capitalista en que se insertan estos puestos de trabajo, que son penosos, difíciles de conciliar, con salarios bajos y una precariedad laboral bastante alta. Cada vez se necesitan más cuerpos en estas condiciones. Estas son las lógicas del sistema capitalista».

Luego entendimos que no solo le faltaba contexto al tuit. También es necesario contexto para entender la virulencia de algunos insultos y acusaciones: el uso de la palabra «cuerpo» tiene connotaciones distintas en 2019 y en 2021. En un momento en el que, a raíz del debate en torno a la conocida como Ley Trans, se denuncia la intención de borrar a las mujeres y de definirlas como «cuerpos o personas gestantes», el tuit provocó la indignación de muchas personas a las que seguimos y de las cuales aprendemos cada día. Solo así se comprende que hubiera quien criticara que se hablara de «cuerpos feminizados» cuando no fue ese el adjetivo usado por la autora del texto.

Asumimos el error de haber elegido ese entrecomillado sin tener en cuenta los dos contextos a los que aludíamos. Así lo dijimos en un tuit ayer mismo, pero ese no tuvo repercusión. No hemos borrado el primer tuit porque creemos que, a pesar de que se malinterprete, está sirviendo para fomentar un debate que nos parece importante. 

Pero sí queremos dejar claro que este medio practica desde el primer día un periodismo feminista que le ha llevado incluso a renunciar a ingresos publicitarios importantes para nuestra sostenibilidad. Empezamos recibiendo un aluvión de críticas por rechazar un anuncio que contribuía a la cosificación de las mujeres. Entendemos que alguien que no conozca nuestro trabajo y lea ese tuit pueda llegar a ciertas conclusiones. Más difícil es comprender algunas reacciones, pero, como nos dijo anoche una feminista amiga, en estos momentos hay una «guerra» ideológica.  

Este medio puede haberse equivocado con un tuit, pero en las guerras no todo vale. Entre otros motivos, porque el cuerpo de las mujeres suele ser campo de batalla. 

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Comentarios
  1. Ustedes fueron raidead@s por motivos ideológicos por personas que ni siquiera se molestaron en leer el artículo completo pero aún así son ustedes los que ofrecen disculpas, además de que en todo este artículo omiten decir nada sobre la ideología de quiénes les raidearon los comentarios.

    La persona que escribió esta crónica debería de leer alguno de los artículos que también se publican en este medio sobre el papel de la prensa en el blanqueo de grupos de odio.

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