Cultura
Toni Mejías (LCDM): “No hay que tratar al oyente ni con paternalismo ni con superioridad”
Los Chicos del Maíz presentan 'David Simon', un trabajo mucho más "atemporal" que los anteriores escrito en los meses más duros del confinamiento.
Era el año de llenar el Wizink Center, en Madrid. Los que empezaron en una rave y “no en un puto garaje” tenían por delante “una gira brutal” tras sacar Comanchería, el disco que vio la luz en 2019. Iba a ser un momento culmen, de celebración de 15 años, pero un virus se coló por medio y ya saben. Pero aunque a más de uno le pese y le joda, a todo eso que podría haber sido un drama, Toni Mejías y Ricardo Romero Nega le han dado forma de EP con cinco temas dedicado al periodista creador de The Wire David Simon.
Según explica Toni Mejías, se trata de un trabajo más “atemporal”: “Decidimos que no queríamos hablar de la pandemia y como mucho hay un par de referencias. Si ya de por sí cualquier referencia política queda obsoleta, imagínate con este tema en el que un año después seguimos aprendiendo cosas nuevas. A lo mejor cuando escribimos las letras hubiésemos dicho que no había que ponerse la mascarilla porque nos decían que no hacía falta y ahora quedaríamos como imbéciles”.
Más que un trabajo triste, es un trabajo pesimista en el que se refleja un ánimo concreto. “Incorruptibles como Robespierre”, la mazorka se agarra a un hip hop menos agresivo y más noventero. Menos de acción y más de reflexión. Como si quisieran recordar a Illmatic sonando “por las ventanas de los bloques”. Por eso es un disco que parece difícil que hubiese nacido sin una pandemia de por medio: “No hubiésemos tenido ese tiempo para frenarnos ni tampoco las canciones iban a poder reflejar ese pesimismo. Es posible que sí que hubiésemos sacado algo porque los discos caducan muy rápido y el cuerpo de pide crear, pero yo creo que no hubiese sido así”.
Pero estos cambios, a veces no convencen a determinados “hijos de la nostalgia”, que sienten que se ha perdido la pureza de un tiempo pasado. Así les ha pasado a Los Chikos del Maíz con Interestelar, el primer single que desvelaron, más pausado y menos político. Con No es país para viejos, sin embargo, el público sí ha vuelto a encontrarse con sensaciones pasadas. “Hay gente que nos dice que molábamos más en las maquetas o molábamos más en Pasión de Talibanes, pero es que claro, han pasado ya muchos años. La vida en general mola más con menos años”.
Mejías se ríe por teléfono y explica ese sentimiento que nos hace pensar que todo tiempo pasado fue mejor: “Yo me veo hace 15 años en el Viñarock vomitando calimotxo y tampoco creo que estuviese mejor que ahora, pero en el recuerdo queda siempre bien”. Entre risas, sin embargo, reconoce que la estética y el estilo marcado de la banda hace que los oyentes identifiquen rápido cuando algo se sale de esas pautas: “A nosotros quizá hay cosas que nos pueden cansar pero también tienes que saber qué le gusta a tu público porque es quien nos sustenta. Yo no haría algo para agradar si no me siento cómodo, pero sí que creo que hay que responder a las dinámicas del grupo”. Y avisa: aunque esté cansado de cantar Pasión de Talibanes, no dejará de hacerlo. Gran tranquilidad para quienes solemos acompañarles a gritos. Cuando se podía gritar.
El cine para la mazorka
Las referencias cinematográfica son seña de identidad de Los Chikos del Maíz. Desde la maqueta Miedo y asco en Valencia en 2005 hasta David Simon en 2021, pasando por los discos Pasión de Talibanes o Comanchería, sus letras están plagadas de guiños al séptimo arte. Para Mejías no es una cuestión de “quedar de pedantes” sino “un recurso muy interesante”.
Y ahí, el trabajo y la estética de Simon –The Corner, The Wire, Treme, Show me a hero…– se ha convertido en algo esencial para la marzorka, tanto como para dedicarle el EP al completo. De él alaban que “le quitó el romanticismo al pobre”, explican en la canción que lleva su nombre: “Presentar los barrios como lo que son, para lo bueno y para lo malo. Simon le quitó el romanticismo; no es de esa gente que mira al pobre como quien va al zoológico. Él ha mostrado lo crudo que es. Yo estoy muy orgulloso de donde vengo pero entiendo que hay muchas cosas malas”.
Toni Mejías critica que en España, “a los barrios se les ha tratado desde una perspectiva de humor en determinados programas de televisión” o se ha hablado de la gente de barrio “como gente noble, gente trabajadora, gente comprometida… Y eso es mentira, porque igual que decíamos en Barrionalistas, a veces lo amas y otras lo detestas”.
Nega y Toni esperan que David Simon venga pronto a España a grabar una serie que ha anunciado sobre la guerra civil y las Brigadas Internacionales. El director ya dijo en Twitter que había escuchado la canción que le habían dedicado y que se aseguraba unas rondas cuando viniese al país: “Está más que invitado a unas cañas y a un arrocito”, se ríe el valenciano.
No cree el rapero, sin embargo, que las referencias y metáforas cinematográficas –algunas complicadas de pillar en este último EP– vayan a alejar a un público más popular de sus letras: “Pecaríamos un poco de clasistas si decidiésemos hacer letras más ‘vulgares’ para llegar a todo el mundo. Yo no creo que haya que tratar así al oyente. Yo mismo hay cosas que no entiendo de otros grupos y no pasa nada. […] no hay que tratar al oyente ni con paternalismo ni con superioridad. […] La gente es suficientemente adulta e inteligente como para entenderlo todo”.
Un disco menos actual
A pesar te la atemporalidad patente en los cinco temas de trabajo, el poso político y reivindicativo de Los Chikos del Maíz es imborrable. En Interestelar señalan a esos “turistas” y a esos “colonos” que ahora vienen a Madrid o a Baleares buscando una fiesta que no encuentran en sus países en un momento en el que la mayor parte de los españoles no pueden salir de sus comunidades. “La pandemia lo que está demostrando es eso que ya íbamos viendo, […] que somos un país de hoteles y de camareros. Demuestra que nuestro sistema económico está dañado porque hemos apostado gran parte de nuestra economía al turismo y al sector servicio y por eso estamos sufriendo más la crisis y va a costar mucho más recuperarse”, critica Mejías, cuyo compañero ya cantaba en Balas y fronteras aquello de “Magaluf lo demuestra, somos una colonia”.
De ahí que no le hayan gustado demasiado las palabras del alcalde de Málaga, que pedía sacrificar nuestra movilidad “para garantizar un espacio más seguro para aquellos que vienen de fuera y dinamizan la economía”: “Me acuerdo en verano cuando empezó la desescalada, que vinieron los primeros turistas y estaba la gente aplaudiendo. Era un puto Bienvenido Mr. Marshal de siglo XXI. Parece una broma lo de crear espacios seguros si no fuese porque aquí han muerto miles de personas en residencias porque no les hemos dado seguridad pero ahora se la vamos a dar a los turistas ricos… Idos a la mierda”.
También hay palabras en Odio en las entrañas para la policía, a quienes ya le han dedicado varios temas anteriormente. Al rapero valenciano no le ha gustado que se equipare a la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los sanitarios e incluso que se les vacune antes que a otros grupos o sectores de la población: “No nos equivoquemos, porque no están haciendo nada especial”, defiende.
Asimismo, Mejías sostiene que “la policía no es un amigo” algo que, asegura, se ha visto en cuando han comenzado las movilizaciones: “De que lado está la policía se está viendo claro. Hay una parte de la derecha que reivindica su libertad para ir a El Corte Inglés o al chalet de la sierra y no les pasa nada, pero cuando sale la izquierda a manifiestarse mismamente a favor de la sanidad pública, pues ahí vemos que se acaba a palos y detenciones. La policía sirve y protege al poder y eso no lo ha cambiado la pandemia, ni mucho menos. Equipararles a los sanitarios que han estado dando el callo en primera línea, me parece un despropósito”.
Sí se hace patente en el EP la ausencia de referencias al gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos más allá de un “Nadia Calviño, hija política de Thatcher” –“la metimos porque su ideología no va a cambiar de aquí a cinco años”, bromea Toni Mejías–. El componente de Los Chikos del Maíz señala “lo jodido que tiene que ser” enfrentarse a una pandemia a los dos meses de formar gobierno, pero cree que en la comparativa con otras otras comunidades, “como la de Ayuso, que se le llena la boca hablando de libertades pero no ha destinado ni un euro a pymes y autónomos”, la valoración del Ejecutivo central es más positiva.
Loa el rapero la figura de Yolanda Díaz y considera que la noticia de que primero fuese ministra y ahora vicepresidenta “es la mejor que nos han podido dar”. Ya lo cantaban hace mucho: “Somos de Yolanda Díaz, no de Susana”. Y así parece seguir siendo, aunque aseguran que no ponen la mano en el fuego por nadie: “Podemos tener más afinidad a determinadas ideologías o partidos e incluso a personas, pero siempre hacemos críticas cuando lo consideramos. A veces con más saña o más constructivas, pero de sobra está visto que no nos hemos casado con nadie”. Mientras, pide que no se olvide que el PSOE es quien tiene la mayoría: “Pero bueno, me imagino otro gobierno de la derecha que podría haber sido bastante devastador. Lo que hay que hacer es presionar al PSOE para que cumpla los compromisos que se firmaron”, señala en referencia, entre otras, a la ley de vivienda.
Chikos pa’ rato
“David Simon simplemente le pone punto y final a Comanchería”. De esta manera, Toni Mejías cierra la puerta a una separación de grupo. La melancolía de las canciones solo hacen referencia al un presente que no es el más fácil, pero no hablan del futuro: “No nos hemos planteado por ahora entregar las armas y disolvernos”, se ríe.
Por eso, van a comenzar a hacer conciertos inmersos en esta nueva normalidad que obliga a estar sentado a un público que generalmente salta y canta. “Confiamos que el avance de las vacunas nos permita hacer más cosas y podamos volver a la carretera. Será ahí cuando empezaremos a reactivarnos”, explica. Siguen teniendo en mente un gran concierto en el Wizink Center en 2022 para celebrar el aniversario “aunque sea en diferido, como decía Cospedal”.
… Mi encarcelamiento ha sido un detonante pero confluyen muchos factores como el cabreo por el paro masivo, las pésimas condiciones laborales, el aumento de la miseria y la represión, etc. Eso ha hecho que las movilizaciones hayan sido bastante masivas, en muchos lugares y especialmente combativas en Catalunya por la lucha nacional de los últimos años. Todo esto tiene más valor en un época de desmovilización que aprovecharon para encarcelarme y les ha salido el tiro por la culata. Ni el constante bombardeo manipulador de sus repugnantes medios mercenarios ha logrado impedirlo. También gracias a la buena labor de varias organizaciones que día a día lucháis.
En ese sentido es fundamental recordar que sin organización seria no es posible avanzar, dar continuidad y conquistar.
Vienen tiempos duros pero interesantes para desarrollar luchas y que las calles, centros de trabajo y estudio sean trincheras de resistencia tras esta época de relativa calma con honrosas excepciones…
(Pablo Hasel – Prisión de Ponent – Lleida)