Sociedad

Medidas COVID: episodios de inseguridad y contradicciones en la Universidad

Estudiantes de varias universidades se muestran disconformes con las medidas sanitarias por la COVID y el presencialismo.

El aula 220 de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. IMAGEN CEDIDA POR LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE.

Los exámenes presenciales en la Universidad han seguido generando preocupación y episodios de inseguridad entre la comunidad educativa en plena tercera ola de la pandemia. “Hacer exámenes presenciales es un riesgo innecesario”, insiste José Ramón García Túñez, presidente del Consejo de Estudiantes en la Universidad de Almería, el máximo órgano de representación estudiantil en dicho centro. “En enero hemos llegado a tener 600 y 700 casos de contagios diarios en Almería y los exámenes se mantenían presenciales”, denuncia.

En Madrid, otra de las zonas con mayor incidencia, dos estudiantes de la Complutense denuncian, por ejemplo, la ausencia de distancia de seguridad en un examen presencial realizado el pasado jueves 28 de enero en la Facultad de Ciencias Políticas. La prueba, de Economía Política I, se realizó a las 12.30 horas al grupo 21 del Doble Grado de Derecho y Ciencias Políticas. Según indica la lista de exámenes, el aula tiene un aforo de 43 personas. Sin embargo, estos dos estudiantes afirman que el límite se sobrepasó.

“Hace un mes nos llegaron los horarios y las aulas que nos correspondían para hacer exámenes. Para nuestro asombro, siendo una clase de 55 matriculados nos asignaron un aula con 43 sitios de aforo”, afirma uno de ellos, que quiere permanecer en el anonimato. “Con la curva de contagios disparada y la ola de frío, se suspendieron todas las clases presenciales en nuestra facultad. Pedimos a los profesores que nos hicieran el examen online para no tener que ir a la facultad en pleno enero, con las ventanas abiertas, en transporte público… Dos profesoras nos hicieron caso, pero la otra no. Nos ha hecho ir al aula de 43 personas y hemos estado unos 48”, afirma. No obstante, añade que la docente les preguntó si les importaba sobrepasar el aforo. «Respondimos que si la alternativa era que 5 se quedasen fuera y luego tuvieran que hacerlo hasta las 3 pues casi preferíamos eso”, relata.

La docente de la asignatura, María Martínez Torres, afirma en conversación telefónica con este medio que se respetaron todas las medidas sanitarias: «Había una fila que estaba preparada para un estudiante y hubo dos alumnos que me dijeron que convivían y no les importaba sentarse en la misma fila». Sobre el límite de aforo, Martínez Torres sostiene que no se presentaron todos los alumnos y que no puede confirmar la cifra exacta de asistentes. Además, asegura que “estuvieron las ventanas abiertas durante todo el examen” y el medidor de dióxido de carbono “estuvo siempre en verde”.

Preguntada por La Marea, la decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, María Esther del Campo García, afirma que no tenía constancia de esta situación y que investigarán qué ha sucedido. “Decidimos hacer clases presenciales pero, como había que respetar los aforos, dividimos a los grupos en dos partes. Una acude presencialmente una semana y el otro asiste virtualmente gracias a un sistema de cámaras que implantamos; la semana siguiente, rotan”, aclara. Sostiene que cuentan con medidores de aforo del edificio y que no se ha sobrepasado el número de personas permitidas; además, cuentan con medidores de dióxido de carbono en las aulas, geles hidroalcohólicos en el edificio y mantienen las ventanas abiertas para la mejor ventilación.

“Puede haber habido un error y lógicamente es importante, pero desde luego no es lo que la universidad ha venido haciendo a lo largo de todo el curso”, añade. Para nosotros, la seguridad de estudiantes y el personal docente ha sido una prioridad desde el primer momento”, concluye. Y asegura que en lo referente a los exámenes del segundo cuatrimestre, se valorará de nuevo la normativa COVID cuando se acerquen las fechas: «Si vemos un empeoramiento en la situación epidemiológica, cambiaremos las medidas”.

En la Universidad Pompeu Fabra, una alumna del Grado de Periodismo cuenta también dificultades a las que se están enfrentando: «Los programas informáticos que necesitamos en alguna asignatura solo están disponibles en un aula de toda la universidad y, al tener que trabajar en parejas o grupos, es evidente que no podemos mantener las distancias a la hora de grabar o editar”. «Además –prosigue–, un día a la semana hay gente (como es mi caso) que hace dos clases seguidas en la misma aula con otras ‘burbujas’ y sin medidas de desinfección entre horas”. Denuncia también que “algunos profesores solo se ponen la mascarilla cuando se acercan a resolver dudas, pero no cuando están explicando”.

Medidas sanitarias y presencialidad en otros centros

Al margen de que se respeten las medidas, el mero hecho de tener que asistir de forma presencial supone un motivo de preocupación ante la tercera ola de coronavirus en España. El presidente del Consejo de Estudiantes en Universidad de Almería indica las contradicciones que están viviendo, Por un lado, la Junta de Andalucía decretó en noviembre que las clases universitarias serían online para evitar contagios. Pero el 14 de diciembre –explica– se publicó un comunicado de la Universidad de Almería donde otorgaban a los docentes la posibilidad de hacer exámenes de forma presencial u online. “No entendimos el porqué de esta medida por el avance de la pandemia. Si las aulas no son seguras para dar clase, por qué sí lo son para tener un examen; por qué no hacer un examen online si ya se ha impartido la materia de esa forma”. Esto es lo que le transmitieron a la Vicerrectorado de Estudiantes, con el que han podido mantener el contacto.

Los exámenes en la Universidad de Almería empezaron el 8 de enero y finalizaron el 26. “Debido al avance de la pandemia, el rector de la Universidad de Almería decretó el 16 de enero que todos los exámenes se realizarían de manera no presencial”, con lo que casi todo el periodo de exámenes se realizó en formato online. “Estoy convencido de que la presión que hemos ejercido los estudiantes en los medios y en campañas como las realizadas en osoigo.com han influido para revocar la presencialidad”.

Reflexiona sobre las medidas anti-COVID en las universidades: “Al preguntar al rectorado sobre la insistencia de mantener los exámenes presenciales, siempre me han dicho que atienden a criterios académicos, para evitar el fraude. Y lo que les preguntamos es: ¿Están los criterios académicos por encima de los sanitarios?”, sentencia.

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