Sociedad
#PorTodas | La historia de Verónica
“El caso de Verónica es una radiografía perfecta de la violencia de género en todos sus parámetros”, resume la fiscal Flor de Torres,
En el dormitorio de Verónica están las mismas fotos que cuando ella dormía allí. Y está, también, una parte de sus cenizas. Ahora ese cuarto lo ocupa su hija. La otra parte de sus cenizas está enterrada en el cementerio de Antequera. Toñi, la madre de Verónica, la abuela de la niña, dice que hasta aquel lugar solo ha ido una vez: “Mi hija no está allí”. Unos años después del asesinato, Toñi se tatuó el nombre de Verónica bajo un gran ángel alado que ocupa la mitad de su espalda.
“El caso de Verónica es una radiografía perfecta de la violencia de género en todos sus parámetros”, resume la fiscal de Violencia sobre la Mujer en Andalucía, Flor de Torres, que ejerció la acusación pública en el juicio por el crimen de la joven, acuchillada por su expareja el 29 de julio de 2014 en Málaga. Tenía 24 años y una hija de cuatro, también hija del asesino.
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Así comienza, seis años después, la historia del asesinato de Verónica, un nuevo caso documentado en #Portodas, la investigación periodística impulsada por lamarea.com sobre los feminicidios registrados oficialmente en 2014.
“Es un caso de maltrato habitual, con un proceso de victimización progresivo, en el que se producen agresiones y la víctima presenta una denuncia, pero la retira y vuelve con el maltratador. Y cuando en una de esas agresiones ella no retira la denuncia y no quiere volver, él la mata. Además, durante todo ese tiempo se produce la victimización directa de la hija que tienen en común, no solo por presenciar esa violencia, sino porque se ejerce también contra ella como forma de castigar a la madre”, concluye la fiscal […].
Puedes leer la historia completa, escrita por Iria Comesaña con fotografías de Álvaro Minguito, en Portodas.lamarea.com.