Sociedad
Se vacía el ‘campamento de la vergüenza’ de Arguineguín
Este domingo por la noche fueron trasladadas las últimas 27 personas que aún permanecían dentro del muelle grancanario.
Casi cuatro meses después de que se levantara, el campamento provisional de acogida para migrantes de Arguineguín queda completamente vacío. Nadie más dormirá al ras del suelo y bajo la intensa lluvia que cae estos días en las islas. Un fin de semana sin llegadas y con traslados constantes a otros recursos humanitarias ha permitido que el pasado domingo se trasladara a las últimas 27 personas que quedaban en el interior.
La decisión de desalojar definitivamente el campamento se produce después de que el Defensor del Pueblo exigiera el viernes su «cierre inmediato». En las últimas semanas, varios técnicos visitaron el dispositivo y pudieron constatar que se estaba poniendo en riesgo la integridad física de las personas migrantes y que no se respetaba el máximo de 72 horas de privación de libertad. El muelle grancanario llegó a albergar a mediados de noviembre a unas 2.700 personas, seis veces su capacidad.
Este lunes, el muelle amanecía tranquilo, lejos de la tónica habitual de las últimas semanas. Desde primera hora, comenzaron las labores de limpieza y desinfección, paso previo al desmantelamiento de las carpas. Desde Cruz Roja han pedido que se no se quiten todas estas para atender correctamente a las personas que lleguen a Arguineguín, que seguirá sirviendo como puerto de recepción de las pateras y cayucos interceptados por Salvamento Marítimo. Sin embargo, el Ayuntamiento de Mogán ha pedido que hoy ya no quede ni rastro del campamento.
Precisamente, la alcaldesa del municipio, Onalia Bueno, estuvo durante la mañana en el muelle. A las puertas de este lugar pidió “que este hecho no se vuelva a repetir por parte del Gobierno de España porque las personas migrantes no merecen para nada este trato indigno que les han dado”. Bueno fue la responsable de interponer a finales de octubre una denuncia por la situación en la que se encontraban los migrantes dentro del campamento. Finalmente, la jueza encargada del caso no vio delito, aunque reconocía que, «efectivamente», las condiciones son «deplorables».
Onalia Bueno, detenida en septiembre por un presunto delito de fraude electoral en las dos últimas elecciones municipales, avisó el pasado jueves de que sancionará y multará a aquellos complejos turísticos del municipio que sigan dando acogida a las personas migrantes más allá del 31 de diciembre. Lo hace, dice, para poder reactivar el turismo. Actualmente, unas 7.000 personas están alojadas en 17 hoteles y apartamentos de las islas, una gestión que recae sobre el Ministerio de Inclusión, Seguridad social y Migraciones de José Luis Escrivá.
Entre octubre y noviembre han llegado a Canarias en pateras y cayucos unas 12.000 personas de las más de 19.000 que lo han hecho en lo que va de año. Con el desmantelamiento del campamento del muelle de Arguineguín, las personas que lleguen a Gran Canaria serán llevadas al Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE), un terreno militar cedido por Defensa ubicado en la capital de la isla. Con capacidad para unas 600 personas, pero con previsión de alcanzar el millar, el máximo que pueden estar retenidas aquí las personas son 72 horas. Una vez cumplido ese plazo, las personas que lo deseen son derivadas al sistema de acogida, función que recae actualmente en distintos complejos turísticos.
El plan del gobierno de coalición ante el descontrol de la situación pasa por la creación de nuevos campamentos repartidos por las tres islas que más pateras y cayucos recibe: Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. El objetivo es tener en funcionamiento estos nuevos dispositivos propios durante el mes de diciembre. En total, se crearán 7.000 plazas, cifra similar al número de personas que han llegado a Gran Canaria solo este en noviembre.
«Las islas de la Unión Europea no pueden ser sólo territorio de recepción y crear miles de plazas de acogida», aseguraba esta mañana Txema Santana, técnico de CEAR Canarias, que ha visitado el campamento en sus últimas horas de vida. En este sentido, augura que el plan migratorio para Canarias «va a fracasar si las medidas presentadas no se acompañan de traslados ágiles, transparentes y periódicos al territorio continental». Y recuerda que el hecho de que se haya desmontado el campamento «no es una victoria sino una medida indispensable que había que tomar».
* Noticia actualizada el lunes 30 a las 18:00.