[EleccionesEEUU]: ¿Qué ha votado quien ha votado por Trump? El ejemplo de Vasyl Rymar (V)

Vasyl Rymar no ha podido votar en EEUU porque es migrante ucraniano y aún no tiene la ciudadanía. Su opción –cuenta– hubiera sido Donald Trump. Y una de las razones por las que lo habría hecho es porque está a favor de su política de cierre de fronteras. “Yo esperé nueve años hasta conseguir la ‘tarjeta verde’ para venir bien, con todos mis derechos como cualquier ciudadano norteamericano. Lo único que no puedo hacer todavía es votar”. 

Según explica, su madre era una de las más de 22 millones de personas que cada año se registran en la lotería que organiza el Gobierno de Estados Unidos para regalar, como si fuesen dádivas, unas 55.000 visas de permiso de residencia. La bendición cayó en 2006 en el hogar de los Rymar, pero Vasyl había cumplido justo entonces los 21 años, por lo que no pudo acogerse al plan de reunificación, como sí hicieron su padre y su hermana.

Nueve años tardó el Gobierno de Estados Unidos en concederle a él su permiso de residencia. “El día que lo supe sentí alegría a la vez que miedo. Mi hermana se vino con 14 años, pero yo tenía ya 30. Suponía empezar una vida desde cero”. Y su vida no estaba a cero. Para entonces, ya se había casado y tenía una hija de seis años. Se vino solo a Estados Unidos. A Detroit, donde ya estaban instalados sus padres y su hermana, quienes, a su vez, habían elegido esta ciudad emulando los pasos de unos familiares que habían llegado hasta aquí en los años 90.

“No puede venir todo el que quiera y de cualquier manera. Yo no quiero que vengan más. Porque hay muchos inmigrantes que llegan, dicen que no pueden aprender el idioma, no trabajan y viven a costa de los impuestos de los ciudadanos estadounidenses”, sostiene este hombre de 35 años. Hasta la llegada de la pandemia, trabajaba en una empresa de transporte de mercancías como oficinista. Después de que lo despidieran, comenzó a trabajar como conductor de Lyft, una empresa de transporte parecida a Uber. “Pero en esta pagan algo más: el 55% de la tarifa que paga el cliente. Absolutamente injusto”, me explica este neoliberal convencido.

Uno de los aspectos que más valora Rymar de Trump es su rechazo “a gastar dinero» en los problemas de otros países. «Cuando la guerra de Ucrania, vinieron Obama y Biden a ayudar a las personas afectadas porque somos un país pobre. ¿Por qué tienen que pagar los ciudadanos estadounidenses los problemas de los demás? Cada uno que se las arregle solo. Lo mismo digo de Afganistán, de Iraq…”, afirma sin una pizca de histrionismo ni ira. Rymar siempre fue de ideología conservadora y, ahora, en Michigan, dice no conocer a un solo demócrata. “Toda la gente de mi entorno, cincuenta personas, la mayoría estadounidenses, apoya a Trump. Y son gente trabajadora, ni pobre ni rica. Pero es lo normal aquí”, sostiene.

Lo normal para Rymar es, también, tener un arma: “Aquí todo el mundo tiene armas. Yo solo tengo una en casa, para la autodefensa. Pero no la llevo en el coche porque no he hecho el curso de 8 horas que se requiere: 4 horas de clases teóricas, y cuatro prácticas. Si no, tendría derecho a llevar dos: una en el maletero y otra en la guantera”, me sigue contando con una naturalidad pasmosa, la que da el que lo que estás contando sea tu cotidianidad. 

“Me gusta Trump porque quiere volver a hacer a este país grande, fuerte, piensa en su pueblo y lo antepone a todo los demás. Yo no quiero que los impuestos que pago vayan para Ucrania ni para ningún otro sitio. Quiero que se queden aquí para mejorar nuestras vidas”, añade. 

Según cuenta, su mujer, que llegó hace un par de años a Estados Unidos con su hija, está aprendiendo inglés y trabaja media jornada limpiando casas. Ella también apoya a Trump.

Rymar es de los que cree que está habiendo fraudes electorales en los colegios, como los que están divulgando medios y bots afines a Trump diciendo que algunos centros electorales se cerraron la noche del miércoles porque se localizaron miles de votos de personas muertas, o que se están metiendo maletas con votos falsos para asegurar la victoria de Biden. 

Y todo esto es lo que han votado 70 millones de estadounidenses, solo cuatro millones menos que a la alternativa demócrata.