Política

El Congreso homenajea a Azaña como figura política “de consenso”

Solo la ultraderecha se ha opuesto al acto en memoria del último presidente de la República al considerarlo un ataque a Felipe VI.

Meritxell Batet, junto al busto de Azaña y la bandera de España, en el homenaje al último presidente de la Segunda República. CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Tal día como hoy, hace exactamente 80 años moría Manuel Azaña, el último presidente de la Segunda República española, exiliado en la localidad francesa de Montauban. Allí vivió sus últimas horas, acosado por falangistas y agentes la Gestapo en la Francia gobernada desde Vichy por el colaboracionista mariscal Pétain. Franco había puesto precio a su cabeza y reclamaba que fuera devuelto a España para juzgarlo, el mismo procedimiento que terminó con la ejecución de otros dirigentes republicanos en idéntica tesitura. Fue el caso, por ejemplo, de Lluís Companys, president de la Generalitat de Catalunya. Sólo por las hábiles maniobras diplomáticas de la embajada mexicana pudo Azaña librarse, ya muy enfermo, del postrero martirio franquista.

El Congreso de los Diputados le ha hecho hoy, oficialmente, un homenaje. El primero que esta institución le rinde en solitario (vivió uno en 2011, compartido con el que se le tributaba a Adolfo Suárez) a quien fue un jefe del Estado democráticamente elegido y apartado del cargo tras un golpe de Estado y una sangrienta guerra civil. La propuesta surgió de la propia presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, que es quien ha pronunciado el discurso en memoria del político complutense. Un discurso en el que las palabras más repetidas han sido “consenso” y “reconciliación”.

“No hay otro político español cuyas citas hayan resonado más veces en el salón de plenos del Congreso desde la instauración de la democracia”, ha dicho Batet, quien recalcó el carácter reformista (y no revolucionario) de Azaña y la concordia que provoca hoy su figura en la mayoría de grupos parlamentarios. A Azaña lo ha citado en el Congreso Rajoy, en su época de presidente, y hasta José María Aznar presentó en su día sus diarios secretos, escritos en el exilio. “Hoy en España no vamos sobrados de consensos y en esta casa resulta infrecuente alcanzar amplios y sólidos acuerdos”, subrayó la presidenta en el homenaje al intelectual, parlamentario, ministro, presidente del Gobierno y presidente de la República Española.

Batet, en su intento por destacar el entendimiento político que marcó la Transición a la democracia, recordó el abrazo que el rey Juan Carlos I le dio a la viuda de Azaña en 1978 durante una visita oficial a México. “Azaña fue un hombre de reconciliación. Lo fue siempre en su defensa de la integración y de la fuerza de la convicción frente a la exclusión y el exterminio del contrario”, quiso resaltar Batet sobre un político que, efectivamente, fue él mismo excluido y casi exterminado por sus contrarios.

“Que los consensos sobre ideas y pensamientos tarden en llegar —insistía una y otra vez la presidenta del Congreso— no es sino señal de su fuerza y solidez [sic]. Que el consenso en torno a una figura pública como la de Azaña sea tan tardío pone de manifiesto la pervivencia de su obra”. Para reforzar su discurso de concertación, Batet quiso recordar la opinión de Adolfo Suárez sobre el partido político de Azaña, al que calificaba como “de centro progresista”. El partido fundado por Azaña en 1934, Izquierda Republicana, no fue citado (con esa nomenclatura exacta) en ningún momento por la presidenta del Congreso en su discurso.

La idea de consenso en torno a Azaña, tan machaconamente repetida por la presidenta, está efectivamemente ligada a casi todos los partidos con representación parlamentaria. Sin embargo, su verdadera dimensión social y política fuera de la Cámara es más discutible. Pudo verse el año pasado, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (asistente, en primera fila, al acto de hoy), participó en otro homenaje a Azaña en el cementerio de Montauban. Aquella ceremonia estuvo marcada por la polémica (no por el consenso) ya que la corona de flores depositada por Sánchez ante su lápida representaba los colores de la actual bandera española y no los de la tricolor republicana por la que se le forzó al exilio.

Solo un partido en contra del homenaje

Si en sus últimos momentos Azaña estuvo acosado por franquistas y nazis, sus antagonistas hoy se reúnen, por lógica, en el partido ultraderechista español. Vox ha sido el único grupo parlamentario que ha criticado el homenaje al presidente republicano, elegido por las urnas en 1936 y depuesto por las armas en 1939: “No es más que un ataque a la Corona, alineado con los ataques del Gobierno al monarca y al sistema del 78”, declaró antes del acto el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.

El homenaje terminó con el pasodoble Suspiros de España, de Antonio Álvarez Alonso, interpretado al piano por un alumno del Real Conservatorio de Música de Madrid.

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Comentarios
  1. Por algo se empieza; ahora pido a sus señorías que cumplan y hagan cumplir el principio constitucional de aconfesionalidad que, por temor a una iglesia manipuladora, déspota, astuta, poderosa, eterna cómplice de los poderosos y granero de votos de sus adoctrinados,
    y por temor a unos poderes judiciales entroncados a esta iglesia, incumplen, e incluso rinden pleitesía.
    ————————————————-
    DEL COMUNICADO CONJUNTO DE EUROPA LAICA Y MHUEL:
    «La Abogacía del Estado ha actuado en contra de los principios de aconfesionalidad del Estado y las costas disparatadas de 4.000 euros del Tribunal Supremo y los 2.464 euros de la Audiencia Nacional parecerían más una multa no declarada para hacer desalentar futuras impugnaciones en favor de la garantía de libertad de conciencia

    Mientras a nuestras asociaciones se las condena con el pago de injustificadas costas procesales en procesos judiciales que buscan restaurar el principio de confesionalidad del Estado es éste precisamente quien viola diariamente este principio, financiado ampliamente las instituciones religiosa y particularmente a la Iglesia católica que recibe más de 11.000 millones de euros cada año de financiación pública y los principales ayuntamientos e instituciones el Estado como la Policía y las Fuerzas Armadas invocan su protección a los símbolos católicos, imponiendo a toda la ciudanía esta simbología particular.

    Europa Laica y MHUEL exigen al gobierno que tome iniciativas en garantizar el principio de no confesionalidad del Estado y llama a los grupos parlamentarios para que tomen iniciativas en ese mismo sentido ya que ni en la ley de educación, ahora en tramitación, ni en los Presupuestos Generales del Estado vemos que se tomen iniciativas para ni siquiera limitar los privilegios de la iglesia católica en nuestro país.
    https://laicismo.org/europa-laica-y-mhuel-denuncia-el-castigo-de-la-audiencia-nacional-al-cobrarles-ahora-unos-2-500-euros-de-costas-por-el-recurso-contra-la-medalla-policial-a-la-virgen-del-amor/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_campaign=boletin-diario-de-laicismo-org-15-mar-2020_877

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