Política
Sánchez se encomienda a la economía verde y la transformación digital y prevé crear 800.000 empleos
El presidente anunció en qué gastará los fondos de recuperación europeos para salir de la crisis pandémica.
España recibirá 140.000 millones de euros del fondo de recuperación europea para salir de la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19… siempre y cuando señale en qué se los va a gastar y cómo. Y eso es lo que ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su comparecencia de hoy.
Arropado por sus ministros, la patronal, los sindicatos y los embajadores de los 27 países de la Unión Europea, Sánchez enunció las grandes líneas generales de su plan para desbloquear esas ayudas. El proyecto, cuyo nombre oficial es Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia (y que cuenta con el eslogan España puede), responde a cuatro grandes principios:
- Transición ecológica
- Transformación digital
- Igualdad de género
- Cohesión social
Los dos primeros se llevarán la mayor parte de los recursos: el fomento de la economía verde copará el 37% de los fondos, y la transformación digital, más del 33%. “Es ineludible transformar nuestro modelo productivo”, dijo el presidente, quien anunció el objetivo de crear 800.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos tres años. En ese periodo (2021-2023), el Gobierno tiene previsto gastar 72.000 millones de euros en su plan.
La gran pregunta era saber cómo hacerlo y si la estructura autonómica, a menudo enfrentada con la administración central, podría acometer una gestión de semejante envergadura. Sánchez aseguró que cambiará todo lo que tenga que cambiar para “eliminar las trabas administrativas que entorpecen y ralentizan la ejecución de los proyectos”. La Ley de Contratos Públicos, por tanto, será reformada para agilizar la puesta en marcha del plan y para erradicar, en palabras del presidente, todos los “cuellos de botella” que podrían hacer peligrar la llegada de los fondos.
El mensaje no solo iba dirigido a las comunidades autónomas sino a la dura oposición que tiene en el Parlamento: “Estamos ante el mayor reto al que se ha enfrentado nuestra generación desde la recuperación de la democracia. El Gobierno no reclama un apoyo ciego, acrítico a nuestras políticas, pero sí un acuerdo mínimo y el fin a cualquier bloqueo institucional”. La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, que llevan paralizados y prorrogados automáticamente desde 2018, serán fundamentales para el desarrollo del plan.
Vigilar cada euro
España tiene un largo historial de corrupción y la UE no abrirá el grifo si no hay garantías de que el dinero se utiliza correctamente. Para ello, el presidente adelantó que se crearán nuevas estructuras de control para fiscalizar detalladamente cada partida. Las cuentas se presentarán en la Comisión Mixta de la UE y tendrán la supervisión de los ministros afectados en la ejecución del plan y una unidad específica en Moncloa para reforzar la vigilancia. Se reactivará también la Comisión Interterritorial de Fondos Europeos y la línea de comunicación con las comunidades se mantendrá abierta a través de la Conferencia de Presidentes. Con esta red de seguridad, Sánchez cree que será posible una “gobernanza eficaz de los fondos” y el plan se podrá poner en marcha cuanto antes.
La nueva economía verde que quieren impulsar desde el Gobierno (y a la que se vincula ese “cambio de modelo” anunciado por Sánchez) tendrá en el fomento de la movilidad eléctrica uno de sus principales resortes. El proyecto prevé la circulación de 250.000 vehículos eléctricos en 2023 y 5 millones en 2030. El presidente anunció la instalación de 100.000 puntos de recarga para ayudar a su desarrollo. Además, adelantó que trabajarán en la reforma de 500.000 viviendas para hacerlas eficientes desde el punto de vista energético y, ya en el plano de la conservación de la naturaleza, la limpieza y rehabilitación de miles de kilómetros de ríos. Sánchez habló de la España del futuro como “un país próspero, resiliente, que apuesta por la descarbonización”.
La trasformación digital (marcada por la desigualdad que existe entre las ciudades y el ámbito rural) es el segundo gran soporte del plan. El presidente aseguró que el 80% de la población recibirá formación en competencias digitales y que toda España, como consecuencia de la implantación de las redes 5G (hasta en el 75% del territorio), tendrá acceso a Internet de banda ancha.
Además, hizo hincapié en la eliminación de las brechas de género para acometer el plan. Según comentó, todas las políticas que se pondrán en marcha lo harán enfocándose en la igualdad. Entre los proyectos específicos, destacó la creación de 65.000 plazas de educación infantil de 0 a 3 años y de 1.400 unidades de acompañamiento y apoyo a alumnos y alumnas en dificultades, “ya que estas recaen fundamentalmente sobre las madres”, subrayó.
En cuanto a la cohesión social, Sánchez, además de comprometerse en acortar la brecha entre el campo y la ciudad, incidió en la importancia de reducir el paro juvenil (el 44% según Eurostat, el más alto de la Unión Europea). “Para que la transformación de nuestra economía sea lo primero, los jóvenes tienen que ser lo primero”, afirmó el presidente, que anunció la creación de 200.000 nuevas plazas de Formación Profesional.
De los 72.000 millones iniciales que recibirá España, el 18% se destinará a la educación, el 6% a la nueva economía de los cuidados (870.000 personas dependientes podrán vivir en su domicilio con teleasistencia) y el 1,1% al deporte y la cultura.
Sánchez, con el objetivo de acelerar la puesta en marcha del plan, anunció que adelantará 27.000 millones en los próximos presupuestos generales. Trataba así de convencer a las fuerzas políticas reticentes a darle su apoyo. “Hay dos opciones, política o antipolítica: política para buscar soluciones o antipolítica para buscar enemigos y fomentar el odio”, indicó Sánchez. “La política puede tomar el camino de la colaboración o el de la trifulca. El Gobierno opta por el primero porque nadie obtendrá nada por el segundo”.
140.000.000.000 € tirados a la basura.