Opinión

Cuidadito con el karma

"A los Trump de la vida el universo no les trae nunca de vuelta que les cierren el negocio, que les dejen en el paro, que pierdan su casa", reflexiona Laura Casielles en su #Mirada semanal.

El presidente de EEUU, Donald Trump, el pasado 1 de octubre en New Jersey. REUTERS/JOSHUA ROBERTS

«Quien niega la existencia de dragones a menudo es devorado por dragones. Desde dentro», dejó escrito esa reina de ciencia ficción que fue Ursula K. Le Guin. 

Es una cita demasiado bella como para aplicársela a Donald Trump, pero lo cierto es que se me vino a la mente cuando supe que el presidente de los Estados Unidos había caído bajo el signo positivo del bichito verde de nuestros desvelos.

A ver: no podemos negar que nos da un no sé qué de satisfacción cuando alguien que se ha pasado el rato riéndose de las mascarillas de los demás se da de bruces con que el negacionismo no es una vacuna. No está bonito decirlo, pero es lo que hay: se te viene a la boca un “mira, chica, el karma” que te alivia por un segundo. Como si se abriera por ahí en los cielos un rayo místico de luz que viniera a decir que todo lo demás también será reequilibrado. 

Lo malo es que es trampa. 

Porque son muy, muy pocas las cosas capaces de ponernos en pie de igualdad con gente como ellos, que tienen sin embargo la capacidad de llevársenos por delante con sus decisiones. Un virus suelto, una célula cabrona, pero poco más. En el común transcurrir de los días, el karma no les devuelve nada de nada. 

Por mucha retribución del destino que merezcamos todosy todas, a los Trump de la vida el universo no les trae nunca de vuelta que les cierren el negocio, que les dejen en el paro, que pierdan su casa. A los Trump de la vida el universo rara vez les enseña el dolor de no poder pagarse la asistencia sanitaria, la cadena de desventajas a las que condenan los guetos a los niños y niñas de una familia.  No les trae de vuelta el bullying, la marginación, la herida. No les abre los ojos.

Entre otras cosas, porque a lo que dedican sus vidas es a apuntalar un sistema de cosas en el que unas personas están más a salvo que otras. 

Así que a los Trump de la vida el universo no les devuelve siquiera lo que para los demás sería apenas una simple consecuencia lógica de los hechos. Porque hasta en las situaciones aparentemente más equitativas, como esto de enfermarse, les va de otra manera. En el peor de los casos, no pasan dificultades: en el mejor, hasta sacan rédito

Y luego hay otros dragones que esta gente también tiene la costumbre de negar. El dragón de la desigualdad, por ejemplo, es uno de los que más les gusta decir que no existen. Desigualdad de género, de clase, de lo que sea: aunque ese monstruo mida unos cuantos metros y esté sentado delante de la puerta de su casa, ellos dicen “meritocracia”, y mágicamente lo vuelven invisible. 

Hay otros: al dragón Crisis Climática lo niegan, y al dragón Violencia Machista, y a unos cuantos más. Y lo peor es que aquí la querida Ursula se equivocaba un poco: aunque sean ellos quienes dicen que no existen, a quien acaban por devorar esos dragones es a nosotros y a nosotras. 

Es por eso que tenemos que andar siempre con los ojos bien abiertos. Tener mucho cuidadito con el karma y no fiarle demasiado las respuestas. No caer en la tentación de taparnos los ojos ante una tozuda realidad de actos y consecuencias.

Porque claro que, a veces, sería un alivio tener un poco más de pensamiento mágico. Creer, en efecto, que hay algo por ahí arriba manejando unos hilos que ponen las cosas en su lugar. Pero mucho me temo que, respecto a la tarea de reequilibrar las balanzas de la justicia, lo que ha dispuesto el universo es dejarla a merced de lo que seamos capaces de hacer por aquí abajo. 

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Creo que le ha votado mucha gente humilde.
    ¡Qué peligrosa es la ignorancia! Por éso la dictadura del capital nos quiere incultos, aborregados, divididos y a ver si consigue que nos matemos entre nosotros.
    En EEUU de América en contra de lo que cree la gente parece ser que hay mucha de ignorancia.
    Aquí pasa lo mismo. Muchísimos trabajadores votan a la derecha que especialmente en este país europeo representa descaradamente al capital más corrupto y chanchullero..

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.